Llegan cartas

Reconocimiento

Ricardo Rampoldi.

DNI 6.259.641.

Señores directores: El martes 5 de mayo ppdo. sufrí un intento de robo en mi casaquinta de San José del Rincón. Más allá de los destrozos causados, agradezco la eficaz intervención de los agentes señores Mauro Martínez, Fausto Valenzuela y Diego Alem, pertenecientes a la Seccional 14 de Rincón, que aun sin contar con el móvil policial por estar en otra misión, acudieron rápidamente en el auto particular del señor Martínez y de esa manera frustraron el robo.

Acciones de este tipo deben ser reconocidas; por tal motivo solicito a las autoridades políticas que apoyen a los buenos policías, para que puedan actuar con confianza frente al delito y así evitar que ante una actuación policial, el delincuente se convierta en víctima y luego liberado a las pocas horas, y el agente policial, en cambio, sumariado.

El dios sol

Alberto Niel.

Señores directores: En la antigüedad, primero los griegos y, posteriormente, los romanos divinizaron al sol y lo representaron como a un ser humano, con sus virtudes y múltiples defectos. Lo llamaron Febo y Apolo, y lo figuraron hermoso, algo así como un insuperable y mítico galán de un cine inexistente, producto de la imaginación fantástica y poética de aquella gente.

En nuestro país y en nuestra bandera, el sol está representado por una cabeza humana dorada de hechura infantil, cuya cara es la de un rubio, gordo, con un rostro como el de aquellos condiscípulos que cargábamos en la escuela primaria.

¿A qué genio artístico se le ocurrió agregarle cejas, ojos, nariz y boca al círculo dorado y radiante primitivo? Esperemos que algún día aparezca algún legislador que se atreva a poner las cosas en su lugar y enmendar tal adefesio.