No gana, operaron al goleador y se quebró uno casi vendido

Si hoy Unión compra dólares... vuelve el uno a uno

“Estamos en malaria”, dijo Fontana. “Tenemos una sal terrible”, agregó Pedro Suárez. Otro partido sin hacer goles e insultos de la gente a la directiva.

Si hoy Unión compra dólares... vuelve el uno a uno

De frente y de espaldas se lamenta Fernando Márquez, por el gol que le anularon sobre la hora: zapatazo de Rodrigo Acosta que pega en el travesaño, pica en la línea y sale. El rebote le queda al “Cuqui” y la manda al gol de cabeza. Se lo invalidaron por posición adelantada. Es para agarrarse la cabeza: le sale todo mal a Unión.

Fotos: Mauricio Garín/Pablo Aguirre

Darío Pignata

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Unión trajo una combi en toda la temporada llena de refuerzos por pedido de “Teté” Quiroz: Alessandria, Gorostegui, Guerra, De la Fuente, Nico Diez, Kletnicki, Peralta, Arrieta. De ellos, el único que termina jugando como titular a cinco fechas del final es el zurdo que vino de Chile. Y de esta verdadera legión de “extranjeros”, sólo Claudio Guerra estuvo a la altura de las circunstancias: fue el goleador del equipo hasta que jugó. Pero frente a Rafaela se rompió los cruzados y estará varios meses afuera. El resultado está a la vista: hace cuatro partidos que Unión no mete un gol y su crisis deportiva se agrava. De los últimos 21 puntos que puso en juego, sacó 6. Y cada fecha que pasa, cae un puesto en la tabla global, ésa que lo muestra a 13 puntos del objetivo de mínima que era volver a jugar una Promoción para intentar retornar a Primera.

Su crisis económica-financiera no es menos preocupante que la del campo de juego. Estamos en la mitad de mayo y los jugadores cobraron —a duras penas— el mes de febrero, gracias a la cuestionada (por el renunciado Decoud y por la oposición) venta de Canuto. Ahora, todas las esperanzas de ingreso estaban depositadas en Alejandro Daniel Pérez, un jugador que viene siendo seguido por ojos de Boca, para ser “fogueado” —posiblemente en Tigre— y ser en unos años el reemplazante de Hugo Ibarra. Este chaqueño de Las Breñas es, lejos, la mejor aparición de campo desde las inferiores en los últimos tiempos. Se habla de dos posibilidades: 1) venta de club a club; 2) venta a un grupo inversor sólo de un porcentaje, reservándose algo para una futura transferencia al exterior.

En medio de esta campaña con rótulo de fracaso, “Tarrito” pasó de la lata a la realidad: se consolidó como titular, demostró que podía jugar de “4” en una defensa zonal y de lateral-volante en una línea de cuatro medios. Le hizo un golazo a Chacarita y los medios nacionales empezaron a hablar del pibe: “Boca quiere comprar dos jugadores del ascenso: Brítez Ojeda de Los Andes y “Tarrito” Pérez de Unión de Santa Fe”. Las negociaciones, en firme, habían comenzado. Su representante, Gustavo Goñi, es el mismo de Palermo (Boca) y Cagna (Tigre). Su destino estaba en uno de esos dos clubes. O en un puerto primero (el Tigre) para desembarcar en el otro después (La Boca). Anoche, en un cruce que evitó una contra, se fracturó el peroné, será operado y tendrá para varios meses de inactividad.

Son dos lesiones que, literalmente, lo parten a Unión al medio. Una —la de Guerra— sólo en lo futbolístico; la otra —de Alejandro Pérez—, en lo futbolístico y en lo económico, frustrando lo que muchos consideraban ya “una muy buena venta futura” para darle respiro a la castigada economía del club.

El entorno del club, claro está, tampoco ayuda a este equipo limitado que mal armó Quiroz. Porque los dirigentes se pelean y sus supuestos hinchas se cruzan violentamente en las inmediaciones dejando un saldo de heridos preocupantes, en una disputa que parece no tener final. El socio, que soporta jugar de noche en el día más frío del año, se cansa y baja más contundente que nunca el insulto a los dirigentes. A todo esto, Decoud ya es historia. En los ingresos, la oposición —Agrupación Malvicino— junta firmas contra la conducción: exigen una asamblea urgente de socios.

“Nos vamos a entrenar todos los días a La Tatenguita, porque queremos aislarnos de los problemas del club y evitamos pisar el estadio o la sede”, se sinceró el “Titi” Catinot en la semana.

Todo le sale mal a Unión. Porque las cosas que hace mal... terminan mal y es obvio. Pero las que hace bien, también terminan mal: como ese zapatazo de Rodrigo Acosta que viaja al gol, pega en el travesaño, pica en la línea, no entra, sale y se transforma en gol anulado por off-side de Márquez que la manda a la red de cabeza.

Merece más puntos Catinot, pero no los tiene: acomodó la defensa con decisiones acertadas (Pedro Suárez titular, Fontana de líbero), le dio más juego al equipo cuando logró juntar a Zapata-Torres y está pagando altos impuestos de valor agregado por no tener al goleador Guerra. No se asusta y va al frente con lo que tiene, termina jugando con cuatro delanteros en campo: Pereyra, Arrúa, Márquez y Taborda. No le importa si se queda o no para la temporada que viene, pero se la juega “fogueando” pibes como el “Mono” Cristian Taborda, Maxi Piris y Federico Broin.

Es el mismo técnico que de visitante se cansó de perder y de local se cansó de no ganar, como él mismo dijo. Es el DT de la crisis, de la pobreza, de la crisis. Cuando pasan esas cosas, siempre queda uno de lo familia. Tampoco a Catinot lo acompaña la suerte.

El frío polar, el choque de los barras, la falta de gol al romperse los cruzados Guerra, la fractura de peroné de “Tarrito” Pérez, la crisis institucional, la junta de firmas de la oposición, la renuncia de Decoud, los insultos de la gente a la comisión directiva. Es demasiado para un club. Y a Unión le pasa todo en un par de días nada más.

La mayoría de las cosas le sale mal porque se hacen mal. Pero, increíblemente, las cosas que hace bien... también le salen mal. Hay que reconstruir el fútbol de Unión, de eso no hay dudas. Pero antes, Unión debe recuperar autoridad en los actos de gobierno de sus dirigentes, a los cuales les queda mucho tiempo estatutario (un año y un mes) y poco oxígeno político. La crisis es grave. Pero como no hay una figura fuerte tipo Corral, Malvicino o Vega, parece mucho más grave todavía.

En Unión pasan cosas que no pasan en ningún club del mundo. Como que un jugador con pista para ser titular, formado en las divisiones inferiores, sea “apartado” porque lo acusaron de entrar a un supermercado con un pantalón de Colón: Claus Gold Betig. Si hay pruebas concretas, en todo caso, debió ser expulsado directamente. Pero así, expuesto y en el club, parece “quemado” por un rumor más, que nadie salió a aclarar para limpiar al chico.

No se puede creer lo que pasa en Unión. Algunas cosas las hace mal y otras le salen peor. Casi como para imaginar que si hoy —con una cotización de venta que de acuerdo a El Litoral cerró ayer a $ 3,77 en Santa Fe— Unión sale al mercado a comprar dólares... seguro vuelve el uno a uno de golpe.

 

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Unión debe ser el único club del mundo donde un número “10” hace un lateral. El final de Nico Diez navega en la intrascendencia. Es que, salvo Guerra, ningún refuerzo cumplió con las expectativas.

Foto: Pablo Aguirre

Si hoy Unión compra dólares... vuelve el uno a uno
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Lo mejor de Catinot es el “fogueo” de algunos pibes de las inferiores que deberán ser tenidos en cuenta para la temporada que viene. En la foto, el “Mono” Taborda.

Foto: Mauricio Garín

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SÍNTESIS

UNIÓN 0

TIRO FEDERAL 0

Unión: Luis Ojeda; Fontana, Suárez y Yacob; Alejandro Pérez, Alexis Fernández, Nico Diez y Jorge Torres; Weiner, Márquez y César Pereyra.

DT: Ariel Catinot.

Tiro Federal: Silbonei Ferreira; Garnier, Claudio Pérez, Charles Pérez y Urruti; Maccarone, Cozzoni, Menicocci y Sparapani; Castillón y Javier Rossi.

DT: Javier Grazziottín-Leonardo Fernández.

Cambios: en el segundo tiempo, 19m. Diego Ledesma por Urruti (TF) y Cristian Taborda por Weiner (U); 23m. Guido Ferreras por Maccarone (TF); 29m. Matías Arrúa por A. Fernández (U); 33m. Germán Acosta por Alejandro Pérez (U) y 39m. Federico Arias por Castillón (TF).

Árbitro: Ariel González.

Estadio: Unión.