Al margen de la crónica

Cuando el cine llama a pensar

El cine tiene que entretener, ése es uno de sus objetivos. De lo contrario, basta apelar a la sabiduría de un maestro como Alfred Hitchcock quien con filmes de la talla de “Intriga internacional” dejó auténticas -y casi podría decirse irrepetibles- lecciones sobre cómo atrapar al espectador desde la pantalla con argumentos visuales más que sólidos. Sin embargo, esa vocación no resta la posibilidad de que sirva para transmitir un mensaje, una postura, una denuncia o simplemente un llamado a la reflexión.

Es por eso que en tiempos donde las grandes superproducciones, como la reciente “Ángeles y demonios” -segunda adaptación del tándem conformado por Dan Brown, Ron Howard y Tom Hanks tras “El código Da Vinci”-, ocupan la mayor parte de las carteleras, es para celebrar el reciente estreno en Argentina de “El lector” de Stephen Daldry, una obra mucho más modesta en sus pretensiones de taquilla, pero claramente más interesante por su contenido, que la torna susceptible de discusiones profundas.

Basado en una popular y reconocida novela de Bernhard Schlink, el film se adentra en la apasionada relación entre un adolescente con una mujer que le dobla en edad y en las insólitas derivaciones que tiene unos años después, cuando ella es juzgada por colaboracionista nazi. A partir de este argumento, se abordan diferentes cuestiones que giran en torno a temáticas que van desde las contradicciones del amor hasta los valores morales. Daldry, quien ya había logrado conmover con su lírica mixtura entre comedia y denuncia social en “Billy Elliot”, una de las historias más recordadas del año 2000, logra con este sólido trabajo -que cuenta con una interpretación excepcional de Kate Winslet que la hizo acreedora del Oscar- un interesante llamado al debate y a la reflexión.