Anoche, en barrio Sur, en medio de un retiro espiritual

Tres sacerdotes heridos tras un

robo en el colegio San Cayetano

Uno de los religiosos fue apuñalado en la zona abdominal. Otro sufrió golpes y heridas cortantes en la cabeza. Ambos quedaron internados en el hospital Cullen. El restante sólo sufrió contusiones de carácter leve y fue dado de alta. La policía detuvo a uno de los malvivientes.

Danilo Chiapello

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Tres sacerdotes del colegio San Cayetano resultaron heridos -uno de ellos de gravedad- a poco de sufrir un violento asalto en el interior del establecimiento educativo, en un tan serio como preocupante suceso que ahora es investigado por la policía.

Todo ocurrió anoche, minutos después de las 22, en momentos que en el tradicional colegio -que es orgullo de barrio Sur- se celebraba un retiro espiritual del que tomaban parte un centenar de personas, entre ellos gran cantidad de jóvenes y niños.

Fue en dicha circunstancia que tres sujetos arribaron al sitio los que, aprovechando la concentración de los asistentes en la parroquia del lugar, se ganaron el interior del inmueble ubicado en J.J. Paso 3170, esquina con calle Urquiza.

Conocían el lugar

Sin distracción alguna se dirigieron hacia la planta alta del establecimiento, a un sector denominado “Clausura”, que es donde viven los religiosos. Se trata de una modesta construcción similar a un departamento. “Tal movimiento supone un alto conocimiento del lugar por parte de los delincuentes”, opinó hoy un investigador consultado.

Allí los rufianes sorprendieron a los sacerdotes Carlos Abrahan, de 44 años, y Abelardo Pereyra, de 46, hermanos que pertenecen a la congregación Hijos de la Inmaculada Concepción, orden cuya sede está en la provincia de Córdoba.

Ataque brutal

El ataque fue demencial, habida cuenta de que los malvivientes estaban armados con un machete de grandes dimensiones y con un palo.

Sin muestras de piedad, los sujetos agredieron a los religiosos, que estaban prácticamente indefensos, mientras le reclamaban la entrega de dinero y objetos de valor. En el lugar se produjo una refriega que incluyó golpes por doquier.

Hubo un intento de reacción por parte de las víctimas. Sin embargo todo terminó de la peor manera, cuando uno de los cacos le asestó una puñalada en el abdomen al hermano Carlos, que también recibió un fuerte golpe en su cabeza.

El recorrido de la puñalada tuvo un curso ascendente, lo que hizo que la punta de la cuchilla llegara a lesionar parte del pulmón de la víctima; mientras, el otro rufián arremetía contra el hermano Abelardo que finalmente cayó al suelo en medio de un charco de sangre, producto de una herida cortante en la cabeza. Otro de los religiosos lastimados fue Leandro Lovato (31), el que resultó con contusiones de distinto carácter.

Con los sacerdotes fuera de acción, los delincuentes pasaron ya decididos al robo. Así sustrajeron una Notebook y un DVD, los que introdujeron en un bolso.

Un detenido

Pero no todo fue óptimo para los ladrones, por cuanto su labor habría sido advertida por un testigo que logró comunicarse con la policía y pedir auxilio.

Fue así como los uniformados arribaron al lugar en momentos que los sujetos se daban a la fuga. Lo que siguió fue un lógico desbande con policías corriendo hacia todas las direcciones, mientras los cacos se mezclaban entre la gente.

Al cabo de instantes de extrema tensión los policías pudieron atrapar a uno de los individuos. Se trata de un tal Joaquín P., de 18 años, domiciliado en barrio Chaqueño. En su poder llevaba un cuchillo de monte, de 25 cm de hoja y 15 cm de empuñadura, presentando manchas de sangre.

Por su parte, los otros dos malvivientes lograron poner distancia definitiva con sus perseguidores y así desaparecieron del lugar.

Sin consuelo

Con la premura del caso, los hermanos Carlos y Abelardo fueron trasladados hasta el hospital Cullen, donde se les diagnosticó: herida de arma blanca en zona abdominal, lado izquierdo y herida cortante en el cuero cabelludo; y herida cortante en cuero cabelludo, respectivamente.

Ambos quedaron alojados en la Sala 5 de dicho nosocomio, siendo su estado delicado y su pronóstico de carácter reservado.

Esta mañana fue intensa la presencia en el lugar de distintas personas que hacen a la vida escolar y/o religiosa de dicha comunidad.

Quien mantuvo un diálogo con este diario fue Gabriel López, director de Primaria del colegio San Cayetano. El nombrado apuntó que “hechos de esta naturaleza nos provocan un dolor sin límite y nos obligan a una profunda reflexión como sociedad”.

Creo que en el tema inseguridad estamos llegando a un piso demasiado peligroso. Hoy los ataques se suceden a cualquier hora y en cualquier lugar. Es necesario que los organismos de seguridad, la Justicia y el Poder Político se metan de lleno a buscar soluciones”, reclamó.

Tres sacerdotes heridos tras un robo en el colegio San Cayetano

El hecho sumió a la comunidad educativa y religiosa en una profunda conmoción. Hoy no hubo clases y la actividad escolar se reiniciará mañana.

Foto: Danilo Chiapello