Indicadores agrícolas

Historia de una baja anunciada

Para los últimos nueve meses del año, el complejo aceitero sólo dispondrá de 21 millones de toneladas de soja para convertir en aceite y harina.

Pablo Adreani/CMI Contenidos

Este año, por primera vez en muchas décadas, el mundo deberá afrontar una fuerte caída en la oferta de soja y sus productos derivados como el aceite y la harina de soja.

Sucede que la Argentina primer exportador mundial tanto de aceites como de harinas, este año tendrá una de las peores cosechas en su historia. La combinación de atraso en las siembras por falta de humedad y la caída de rendimientos por efecto de la sequía, ha tenido un efecto devastador sobre la producción, a punto tal que hoy ya se habla que la cosecha no será superior a los 30 millones de toneladas.

Con este nivel de producción, la oferta de soja para ser industrializada durante la campaña 2009 , descontada la soja exportada como poroto, apenas podrá llegar a los 27 millones de toneladas. La industria aceitera ya viene bajando sus volúmenes de molienda; de hecho, en la campaña anterior 2008 la molienda total en el período enero a diciembre fue de 31,7 millones de toneladas, de acuerdo a información de la cámara que agrupa a la industrias aceiteras del país (Ciara). Esta baja en la molienda fue consecuencia de la menor oferta que volcaron al mercado los productores en medio de la crisis campo-Gobierno, que se extendió desde el 8 de marzo del año pasado hasta nuestros días. En la campaña 2007 el volumen de molienda fue de 36,2 millones de toneladas, una cifra récord para el complejo procesador de la oleaginosa.

Molienda escasa

Si bien la molienda del período enero-marzo de 2009 llega a los 6,26 millones de toneladas, muy similar a los 6,29 millones procesados en el mismo trimestre del 2008, esto se debió al gran volumen de stocks finales de soja de la cosecha anterior en manos de productores. Estos recién lo volcaron al mercado en los primeros tres meses del año actual, por la mejora de los precios internacionales.

En la proyección de molienda total anual de 27 millones de toneladas, efectuada por AgriPAC, ya están incluidas las 6,26 millones de toneladas procesadas durante el primer trimestre del año actual. Siguiendo entonces con el análisis quedarían para procesar solamente 21 millones de toneladas durante los últimos nueve meses del año.

Si se asume el mismo ritmo mensual de molienda que en la campaña anterior, la industria aceitera tendrá poroto de soja suficiente para procesar solamente hasta fines de octubre. Es la primera vez en nuestra historia como exportadores de aceite y de harina de soja que el mundo no podrá contar con nuestra oferta exportable.

Consecuencias

Esta situación, nunca antes vivida en momentos de plena expansión del consumo mundial, tendrá efectos negativos sobre los precios de la soja disponible en la Argentina. Contra este hecho potencialmente bajista para los precios en el mercado local hay que agregar otro hecho de carácter internacional, el atraso de las siembras de maíz en Estados Unidos podrán tener como consecuencia directa un aumento de la superficie sembrada con soja.

Esta baja en el mercado ya se refleja en el Término de Buenos Aires , donde la posición mayo 2010 240 dólares pierde 50 dólares con respecto a la posición noviembre de 2008: 290 dólares. Si se analiza el cierre de Chicago vemos que está indicando lo mismo. Un fuerte diferencia entre la soja cosecha 2009 y comienzos de 2010, donde la posición enero del año próximo (385 dólares) también cae 50 dólares con respecto a la posición julio 2009 (435 dólares).

>> FE DE ERRATAS

En el informe central de la edición anterior de Campolitoral, titulado “La ilusión del sorgo”, se publicó que el procesamiento del grano en el ingenio Inaza de Villa Ocampo generaría 9.000 toneladas de burlanda de las que se obtendrían 443.000 kilogramos extra de carne. La ecuación correcta es 9.000 kilogramos de burlanda y 45.000 kilogramos de carne.

///

en relación

Se veía venir

Estamos ante un nuevo caso de “historia de una baja anunciada”, que sólo se puede revertir si se produce algún problema climático en los Estados Unidos o la demanda mundial reacciona con mucha mayor fuerza que la proyectada.