En “Chanchaneando”

El son de Compay Segundo

Pedro Fernández Mouján

Télam

Acaba de editarse en Argentina “Chanchaneando”, un material discográfico que reúne al ilustre compositor y cantante cubano Compay Segundo junto al guitarrista y también cantor Elíades Ochoa, y que recrea desde la visión folclórica del son cubano, el bolero y la guaracha, en manos de dos de sus máximos representantes.

Grabado en 1989 en los estudios Siboney de Santiago de Cuba por los dos músicos junto al Cuarteto Patria, que dirige Ochoa, el material es anterior al boom que disfrutó la trova cubana tradicional a partir del filme “Buena Vista Social Club” (1999), del realizador alemán Win Wenders y con producción musical del norteamericano Ry Cooder.

De hecho, el material de “Chanchaneando”, encabezado por el famoso son “Chan chan”, de autoría de Compay, presenta un sonido austero, sin adornos y relativamente refractario al sonido “mainstream” que hizo fácilmente digerible a nivel planetario la experiencia del Buena Vista.

Hay en el repertorio de este trabajo musical un sonido más pequeño y arreglos de cuerdas más tradicionales que le dan al material la cercanía afectiva de la música enraizada en el gusto popular y producida a la más baja escala del refinamiento tecnológico, pero que se escucha clara y contundente.

Mientras que la primera voz y la primera guitarra son de Ochoa, Compay propone la segunda voz y ejecuta también el armónico, un instrumento de cuerdas híbrido entre el tres cubano y la guitarra española, creado por Compay.

Nacido en Santiago de Cuba en 1907 y fallecido en La Habana en julio de 2003, Francisco Repilado, mundialmente conocido por su nombre artístico Compay Segundo, compone también algunos de los temas del disco como el famoso “Chan chan” y “Ahora me da pena”.

Dilatada trayectoria

Especialista del son y amante también del bolero, antes de que saltara a la fama en los últimos años de su vida, Compay contaba ya con una dilatada trayectoria musical, distinguiéndose como compositor de más de una centena de temas del acervo cultural de Cuba como “Sarandonga”, “La calabaza” y “Saludo Compay”.

Cantor y multiinstrumentista, Compay no sólo inventó el armónico, sino que ejecutó sucesivamente, a lo largo de su carrera la guitarra, el tres, el clarinete, las tumbadoras y el bongó.

En la década del ‘30 formó parte de agrupaciones como el Cuarteto de Trovadores Orientales y el Cuarteto Hatuey, y en la del ‘40, del conjunto de Miguel Matamoros.

En 1948 fundó, con Lorenzo Reyezuelo, el dúo Compadres, de enorme popularidad en la isla que se prolongó hasta 1955, y de donde le proviene su nombre artístico, ya que Lorenzo, como primer vocalista, se llamó Compay Primo y a él le quedó Compay Segundo.

En cuanto al Cuarteto Patria, fue fundado en 1939 por Francisco Cobos en Santiago de Cuba, con el objetivo de ocuparse del cancionero trovadoresco del Oriente de la isla y recayó en manos de Ochoa en 1978, quien le incorporó el repertorio rural.

El tres, la guitarra, el bajo, el armónico y el bongó interactúan a lo largo del disco con las voces de Ochoa y Compay Segundo. Conformando un material fresco, auténtico y ameno, indispensable para los amantes de la vieja trova cubana y para los que impactados por el Buena Vista deseen bucear en la historia previa sobre la que se asienta esta producción.

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El nuevo trabajo del musico acaba de editarse en el país.

foto: archivo el litoral