Vio la luz hace más de 20 años

El “Señor de Sipán” devolvió

la autoestima a los peruanos

Según los expertos, el descubrimiento arqueológico es a la cultura inca lo que la tumba de Tutankamon a la egiptología. Walter Alva asegura que a partir de Sipán, los peruanos volvieron a los museos y recobraron el interés por los pueblos originarios.

Raquel Godos

Agencia EFE

El hallazgo de la tumba del Señor de Sipán al norte del Perú, uno de los logros arqueológicos más importantes del siglo XX, consiguió, en palabras de su descubridor, Walter Alva, “llenar los museos peruanos” y devolver la autoestima al país andino.

“Antes de Sipán, los museos del Perú estaban vacíos y ahora están llenos. Hay un cambio de actitud frente a la cultura y hacia la arqueología, que ahora se ha convertido en una de las carreras con más alumnos”, aseguró Alva a EFE en Madrid.

Según el arqueólogo peruano, tras el descubrimiento hubo un gran impacto en términos de identidad en la población peruana, que ahora “se siente orgullosa de descender de Sipán, mientras que antes no se tenía autoestima por la influencia colonial que destruyó su cultura”. En 1987 un grupo de arqueólogos, liderados por el doctor Alva, descubrió los restos funerarios de uno de los gobernantes de la cultura moche, una civilización de más de 1.700 años de antigüedad.

Más de veinte años después, Alva presentó hace pocos días en España el documental “El Señor de Sipán” junto al director del mismo, el español José Manuel Novoa.

“Hemos tratado de acercar el documental lo más posible a la realidad y la interpretación histórica. La cinta recrea la vida, las costumbres y la tecnología de la civilización mochica en la época del Señor de Sipán, aborda el hallazgo de la última tumba excavada y rememora el primer descubrimiento, hace más de 20 años”, explicó.

Los trabajos arqueológicos se prolongaron “de manera continuada hasta el año 2000”, período en el cual se descubrieron trece tumbas en la necrópolis de Sipán, pero luego tuvieron que interrumpirse por razones de presupuesto y porque se estaba ultimando el museo dedicado a la excavación, explicó el arqueólogo.

La excavaciones se retomaron en 2007, cuando se descubrió la decimocuarta tumba, la del sacerdote guerrero, y actualmente se va a abordar la decimoquinta, previsiblemente de más antigüedad que las anteriores.

El arqueólogo rememoró las difíciles condiciones en las que comenzaron las excavaciones, “con la amenaza del grupo terrorista Sendero Luminoso y los saqueos masivos” que se producían entonces.

“Intervenimos para evitar el saqueo del yacimiento. Perú estaba viviendo una crisis económica espantosa y la sociedad estaba subyugada a Sendero Luminoso, así que la gente se dedicaba a saquear masivamente”, explicó.

Perú vivió entonces “una especie de fiebre del oro. Todos iban en busca de objetos para después venderlos. Así que entramos con policías en la zona, hubo tiroteos e, incluso, murió uno de los saqueadores”, recordó.

Las tumbas -destacó- reflejan “el rol de las personas en vida porque en el antiguo Perú sepultaban a los hombres con todas sus pertenencias. Así que lo interesante es poder saber cuál era su posición social y la actividad que ocupaban para aportar documentos a la historia mochica”.

Comparada por su importancia con la de Tutankamón, la del Señor de Sipán es la primera tumba intacta de un gobernante del antiguo Perú, ya que “antes todas las tumbas de los emperadores incas fueron saqueadas y destruidas”, y supone “el inicio de la “mochicología”, como el “faraón niño” lo hizo con la egiptología.

Pero Sipán, según Alva, sólo es el principio de la riqueza arqueológica del Perú, “un país”, recalcó, “que ha tenido un proceso de reocupación muy intenso, con unas culturas muy densas”. Perú es, por tanto, “un país por descubrir”.

El “Señor de Sipán” devolvió la autoestima a los peruanos

Reproducción de la corte del Señor de Sipán, tal como debió ser hace más de 1.700 años, montada en España, en el Museo Arquoelógico de Alicante.

Foto: Agencia EFE-Archivo

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El cetro de oro del Señor de Sipán, que acompañaba sus restos en la tumba excavada en el norte de Perú.

Foto: Agencia EFE

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Entre las piezas recuperadas, hay también un enorme sonajero de oro puro.

Foto: Agencia EFE

El documental

El documental “El Señor de Sipán”, que recrea la vida de este gobernante moche y narra cómo fue descubierta su tumba cientos de años después, fue presentado en la Casa de América de Madrid por su director, el español José Manuel Novoa.

Acompañado por el arqueólogo Walter Alva, descubridor de la necrópolis moche, Novoa explicó que el documental “trata de reproducir la vida de la civilización moche peruana y también la epopeya del descubrimiento de las tumbas” protagonizado por Alva, quien “se atrincheró en el yacimiento para que no lo saquearan”.

“Es la primera vez que se hace un documental de arqueología a este nivel, al menos en Perú -dijo Novoa-. Tuvimos que hacer réplicas de las piezas que habían sido halladas y basarnos en la iconografía que se había descubierto para reproducir la pirámide y los santuarios de la manera más fiel”. El documental, en el que se han invertido más de un millón de euros (casi 1,4 millones de dólares), refleja la vida del Señor de Sipán, un gobernante moche que vivió en el norte de Perú hace 1.700 años. La película, de la que se han realizado dos versiones de diferente duración, muestra la dimensión del descubrimiento de la necrópolis donde se encontraba su tumba, uno de los hallazgos arqueológicos más importantes del siglo XX.

“La civilización moche fue una civilización muy importante, pero también es una civilización desconocida. Esperamos que con este documental la gente pueda conocer otras culturas peruanas”, dijo Novoa.

El arqueólogo Walter Alva, que descubrió el yacimiento, es uno de los protagonistas del filme pero también prestó su asesoramiento científico para que el documental, producido por Explora Films y El Deseo, contara con la mayor rigurosidad histórica posible.