EDITORIAL

Reciclado y medio ambiente

En junio de 2005 comenzó a operar en la ciudad el programa Santa Fe Recicla, impulsado por la Municipalidad santafesina, la Fundación Hábitat y Desarrollo y la Asociación Civil Dignidad y Vida Sana. Esta última nuclea a la más de cien personas que se encargan de seleccionar y separar aquellos materiales que el común de la población desecha como residuo y que -convenientemente tratado- puede convertirse en una fuente de recursos a partir de su comercialización. Conforma, además, uno de los grupos beneficiados con esta propuesta, que cuenta con el necesario apoyo de empresas del sector privado.

A través de esta campaña, los vecinos tienen a su alcance la posibilidad de clasificar sus residuos en origen, separando lo orgánico de lo inorgánico, facilitando la recuperación de materiales útiles y disminuyendo la cantidad de basura que termina depositada en el relleno sanitario, de manera que pueda prolongarse su vida útil.

Además de brindar un aporte concreto a la concientización del medio ambiente, el sistema permite instalar un mecanismo de ayuda solidaria ya que, por un lado, se facilita la tarea de los recuperadores; y a la vez, y como resultado del acuerdo, las empresas involucradas realizan un aporte en insumos y leche a la Cooperadora del Hospital de Niños.

Dos barrios participan actualmente del plan, que tiene su antecedente en el trabajo desarrollado hace varios años por Guadalupe Estratégico y que entonces logró aunar esfuerzos de instituciones y escuelas de la zona, además de sembrar una fuerte concientización en la importancia de asumir, como vecinos, un protagonismo real en el cuidado del medio ambiente.

Desde que comenzó a funcionar la planta de preclasificación y se inició la tarea de seleccionar y comercializar materiales que podían ser recuperados para ese fin, más de cien personas pasaron de ser cirujas a convertirse en recuperadores urbanos y a tener una asignación por una tarea que posibilita condiciones menos riesgosas que las que se asumían en la anterior modalidad de trabajar directamente en volcaderos a cielo abierto.

Por ahora, la cantidad de material que llega al predio en que trabajan es mínima comparada con las toneladas de residuos que cada día se recolectan de toda la ciudad y siguen hasta el relleno. No obstante, la campaña que lleva casi cuatro años de desarrollo y se concentra en barrios Siete Jefes y Candioti Sur, resulta un aporte de indudable valor, si bien sería interesante que replique en otros puntos de la ciudad.

Por estos días se renovó el convenio para que esta tarea siga adelante al menos hasta abril del año próximo, cuestión que resulta de la combinación de voluntades públicas pero también del compromiso de firmas del sector privado. Pero, sin dejar de lado la función que cada parte debe asumir para que la experiencia se sostenga, necesita de un fuerte compromiso de la comunidad, para participar activamente de una tarea que puede redundar en un beneficio para todos.