Cazadores-recolectores y pescadores-cazadores

Los primeros grupos humanos conocidos en Jaaukanigás (II)

La colonización ocurrió hace unos 2000 años, cuando las condiciones climáticas en el Litoral argentino eran aún relativamente más secas y frías. En el Dpto. Gral. Obligado, en el norte santafesino, los campamentos de los cazadores-recolectores se relacionan con los cursos tributarios del Paraná. Ante condiciones favorables, los primeros habitantes del Sitio Ramsar Jaaukanigás se instalan definitivamente en el Paraná Medio, donde se multiplican, se expanden y se diversifican.

(C) SITIO RAMSAR JAAUKANIGÁS - CONICET SANTA FE - EL LITORAL

Florecieron con mucha rapidez, y en relación con las lagunas y sectores puntuales de los cursos de agua que las enlazaban como cuentas de un collar, aquellos asentamientos estacionales (campamentos-base de duración estacional) desde los cuales se organizaban las partidas de caza-recolección para optimizar el usufructo de los recursos de un entorno más o menos amplio. Pues también para las actividades de la recolección era pródigo el nuevo territorio: algarrobales, palmares, chañares, mieles silvestres, diversidad de frutos del monte, proporcionaban complementos para una dieta más equilibrada y probablemente regular. Hasta donde se puede conjeturar, los grupos de cazadores-recolectores de la llanura central difícilmente hayan estado sometidos a crisis en la disponibilidad de recursos de subsistencia. Las lagunas, y sectores puntuales de los cursos, debieron, a su vez, proporcionar una diversidad nada desdeñable de fauna menor, aves acuáticas y peces, que si bien no integran sus registros arqueológicos, su ausencia puede estar relacionada a los intensos procesos de perturbación de origen natural y antrópico a que está sometida la mayoría de los sitios. También, tal vez, a las grandes dificultades que suponen las excavaciones extensas y minuciosas en sitios de estas características.

En el departamento Gral. Obligado los campamentos de los cazadores-recolectores de la llanura central, tanto de corta como de larga duración, en este último caso, hasta lo que sabemos por el momento, excepcionales, se relacionan con los cursos tributarios del Paraná. Es posible detectarlos sobre los arroyos Los Amores, Las Garzas, del Tapial, del Rey, Malabrigo, y otros cursos menores, en ambientes que aún en la actualidad tienen algunas de las características de relativa aridez antes enunciada, según lo señalara Martín Iriondo (1981) -investigador del Conicet-, debido a que el último cambio climático del Holoceno superior, de tipo subtropical húmedo, es demasiado reciente y no alcanzó a imprimir su morfología sobre las formas heredadas. La expansión de estos cazadores-recolectores hacia el oeste llegó al borde de la llanura aluvial actual del Paraná. En el tramo inferior de los arroyos, próximos a sus desembocaduras, sus registros arqueológicos contactan con los propios de los pescadores cazadores-recolectores de la llanura aluvial.

Las áreas de contacto, un desafío interpretativo

La presencia de estas áreas de contacto con registros mixtos suponen todo un desafío de interpretación para la Arqueología del Norte de Santa Fe: su mejor conocimiento nos posibilitaría comprender la dinámica y el carácter de las relaciones entre los cazadores-recolectores de la llanura central y los pescadores-cazadores de la llanura aluvial. Por el momento, debemos conformarnos con constatar una franja próxima a la llanura aluvial con registros arqueológicos de cazadores-recolectores y pescadores-cazadores-recolectores. Si la hipótesis que indica una precedencia de los cazadores-recolectores de llanura central en el usufructo del territorio, que incluía esta franja aunque no la desbordaba hacia el ámbito de la llanura aluvial propiamente dicha, es correcta, es probable que campamentos de cazadores-recolectores preexistentes fueran posteriormente ocupados por grupos de pescadores-cazadores. También es posible que hayan sido áreas o espacios de contacto e intercambio entre ambos grupos de pueblos.

Y aquí surgen dos preguntas interesantes: ¿de dónde procedían los pescadores-cazadores-recolectores, en rigor los primeros habitantes del sitio Ramsar Jaaukanigás? ¿En qué momento comienzan a colonizar la franja ribereña? Sobre la procedencia poco podemos decir que no sea altamente conjetural. Sobre el inicio de la colonización, las dataciones radiocarbónicas disponibles parecen confirmar que ocurrió unos 2000 años antes del presente, cuando las condiciones climáticas en el Litoral argentino eran aún relativamente más secas y frías. Todavía no se habían instalado las actuales condiciones climáticas, de tipo subtropical húmedo, que según el geólogo Martín Iriondo ocurrieron unos 1.500 años antes del presente, y en cuyo desarrollo se reactivan las redes hídricas, el Paraná desarrolla su actual llanura aluvial y se desarrollan el parque chaqueño y la selva misionera (Carlos Ceruti, 1993 -investigador del Conicet-).

Siglo XVI, encuentro con los conquistadores

Lo que se sabe con mayor certeza es que, a medida que maduran estas nuevas condiciones ambientales, a medida que el Paraná desarrolla su actual llanura aluvial, los ríos y arroyos tributarios aumentan su caudal, se multiplican los esteros y bañados característicos de esta llanura aluvial, y los sedimentos que el río arrastra se depositan sobre el cauce formando una red de islas en el curso medio e inferior. Conforme los ecosistemas vinculados al gran río adquieren su actual fisonomía, en virtud de la mayor oferta de recursos hay una suerte de explosión demográfica de los grupos de pescadores-cazadores que se habían instalado en las riberas en un momento de relativa aridez. Ahora las condiciones son otras, y los grupos, que en el proceso de adecuación a los ecosistemas ribereños incorporan las canoas para los desplazamientos, optimizan su instrumental -arpones y redes, finos anzuelos elaborados en hueso- y comportamientos para la captura de los crecientes recursos disponibles, avanzan sobre la red de islas, eligiendo las de mayor altura para unos asentamientos cuya permanencia ya no estará sujeta al curso de las estaciones sino al régimen de bajantes y crecientes del gran río y sus tributarios. Todo ha cambiado. Los primeros habitantes del sitio Ramsar Jaaukanigás se han instalado definitivamente en el Paraná Medio. Se multiplican, se expanden, se diversifican. En este complejísimo y riquísimo proceso de diversificación, que probablemente se desarrolló de un modo que no comprendemos aún en sus detalles, en ambas riberas del Paraná, los encuentran las primeras expediciones conquistadoras que llegan al Río de la Plata, a comienzos del siglo XVI.

Por: Carlos Echegoy -Museo del Sitio Ramsar Jaaukanigás, Municipalidad de Reconquista (S. Fe)-. Fuente: Sitio Ramsar Jaaukanigás: Biodiversidad, aspectos socioculturales y conservación. ISBN: 950-9267-13-9. Edición: Alejandro R. Giraudo (INALI/CONICET/UNL). Seleccionó y adaptó: Lic. Enrique A. Rabe (ÁCS/Conicet Santa Fe).

Los primeros grupos humanos conocidos en Jaaukanigás (II)

Pareja de guaraníes. Grabado de “El viaje al Río de la Plata”, de Ulrico Schmidl. Foto: Archivo El Litoral