En recuerdo del Ing.Segundo Cabral

Se cumplen cien años del nacimiento del Ing. Segundo Artemio Cabral (19/06/1909 12/05/1974), cuya huella ondea aún entre el agua y las costas del Paraná. Sanjavierino por cuna y amor, legó a su familia y a su profesión el límpido prestigio que decanta tras una vida navegada con pasión por este coloso fluvial al que conoció desde adentro como pocos.

Su formación técnica comenzó en la Escuela Industrial Superior, en la que luego fuera profesor, y continuó en la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la Universidad Nacional de La Plata en la que se graduó como ingeniero civil en la especialidad Hidráulica.

En tiempos en que esta rama de la ingeniería comenzaba a emanciparse como carrera en nuestro país, dedicó toda su vida laboral al Departamento Paraná Medio de la Dirección Nacional de Construcciones Portuarias y Vías Navegables con sede en Paraná, al que llegó a dirigir hasta poco tiempo antes de fallecer. Fue además, presidente de la Asociación de Ingenieros de Santa Fe, y codirector por la parte argentina de los proyectos ARG. 31 y REG. 235 del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) pero, sin dudas, el denominado Plan Cabral para nuestra ciudad merece una mención especial porque otra hubiera sido la historia frente a las inundaciones sufridas.

A lo largo de décadas, el río vio a aquel hombre cruzarlo mucho antes del amanecer en las pequeñas y nobles lanchas que comunicaban ambas ciudades. Era un encuentro cotidiano y entrañable con su objeto de estudio, que lo conoció desde Esquina a Victoria por el gran cauce, y también por las peligrosas curvas de El Verón.

Funcionario de impecable gestión, su dedicación fue decisiva para grandes obras de refulado como las del saneamiento del río Salado o la de la Ruta 168 sobre las islas Berduc y otras. Durante la gran inundación de 1966, su consejo fue fundamental para que junto al director del distrito Santa Fe de Vialidad Nacional, Ing. Luis María Barletta, tomaran la decisión de volar la Ruta 168 para evitar que el torrente arrastrara al Puente Colgante. Fue durante aquella gravísima emergencia que dispuso se armara la cañería de la Draga 311-C Ministro Pistarini sobre el Puente Colgante conectándola con la red de Obras Sanitarias, para asegurar el suministro de agua a la ciudad de Santa Fe.

Ninguna adversidad ni insuficiencia del equipamiento oficial le impidió ser actor decisivo del mantenimiento de la ruta fluvial que permitió poblar de ultramarinos el Puerto de Santa Fe. Simultáneamente al cumplimiento de sus obligaciones primarias como funcionario, en absoluta soledad, liberó sus conocimientos con pasión a través de valiosos estudios técnico-científicos entre los que sobresalen “Presencia del efecto Coriolis en el río Paraná” y “El Sistema de la Setúbal” cuya vigencia sigue demandando decisiones.

Cien años parecen más cercanos que un siglo, casi como un apenas lejano recuerdo. Un tiempo suficiente para contener la vida de cualquier persona y hasta dejar un margen para el reconocimiento a esos seres que transitaron su existencia como una prueba de servicio.

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El Ing. Segundo Cabral entrevistado por El Litoral en 1962.

Foto: Archivo El Litoral