Huracán está muy cerca de ser campeón
Son los reyes del “tiqui-tiqui”
“Los ángeles de Cappa” llegan a la última fecha del Clausura como líderes, tras vencer a Arsenal por 3 a 0. Con un punto sobre Vélez, el 5 de julio, en Liniers, el Globo jugará la jornada decisiva.
Redacción de El Litoral
Télam
Faltando una jornada, Huracán quedó primero con 38 unidades, uno por encima de Vélez, al que visitará el 5 de julio en la gran final del fútbol argentino.
En la recta final del campeonato, lo que Huracán perdió en cuanto a volumen de juego lo ganó en carácter y, como sucedió una semana atrás cuando le ganó el clásico a San Lorenzo, resolvió con facilidad un partido que debía ganar inexorablemente.
Arsenal colaboró para la sencillez de la victoria con una postura especulativa en la cancha. Por caso, el técnico Jorge Burruchaga dispuso una falsa línea de tres defensores, que en la práctica fueron cinco por el excesivo retraso de los volantes externos.
Sin salida por los costados y con dos jóvenes delanteros muy aislados, el equipo de Sarandí se resignó gradualmente a la superioridad que Huracán estableció en la mitad de la cancha, con el manejo exclusivo de la pelota.
Pero el dominio no tuvo su correlato en llegadas de riesgo porque tanto Bolatti como Matías Defederico y Javier Pastore no tuvieron diálogo futbolístico. Entonces, los principistas del “tiqui-tiqui” buscaron en la pelota parada los recursos para lastimar a un rival condicionado por la correcta expulsión de Cristian Pellerano —doble amonestación— a los 24 minutos.
Entonces, Patricio Toranzo avisó con un tiro libre que rechazó Campestrini. Sin embargo, después, el propio volante central ejecutó un centro desde la derecha que Bolatti, tras dominar la pelota, no pudo definir, y al rebote lo dilapidó Federico Nieto.
Minutos más tarde, los mismos intérpretes elaboraron la apertura del resultado. Toranzo conectó un envío aéreo desde la derecha, Bolatti se anticipó en el primer palo y de cabeza dejó inmóvil a Campestrini.
Con la ventaja y la nula respuesta de Arsenal, que jugó lejísimo del arco de Gastón Monzón, el partido tuvo el desarrollo de un juego definido en la segunda etapa. Huracán buscó amplitud en el marcador sin especulaciones y tuvo algunas combinaciones que lo dejaron de cara al segundo gol.
Nieto dispuso de una ocasión muy clara, cuando se internó libremente por el costado izquierdo del área, pero la demora en el envío del centro le permitió a Campestrini neutralizar la situación con una rápida salida.
Esa acción le costó su salida del partido por el mediocampista venezolano César González, cuyo ingreso produjo el adelantamiento de Javier Pastore en el ataque. Con el correr de los minutos, el equipo de Cappa priorizó la tenencia de la pelota, mientras la gente que colmó el Palacio Tomás Adolfo Ducó disfrutaba de la punta del Clausura.
Y, cuando parecía que no habría más goles, Toranzo y Defederico definieron dos muy buenas jugadas colectivas para darle a la fiesta carácter de goleada y agigantar más que nunca el sueño de campeón, a 36 años del glorioso título conseguido en 1973.