Turismo
Mayorazgo sube la apuesta
Desde el 10 de junio comenzó a funcionar la segunda y última etapa del casino Neo Mayorazgo, en Paraná. Se concretó así una iniciativa que requirió una inversión global de 46 millones de pesos.
Félix Canale
Los fondos para solventar todo el proyecto, la renovación del hotel Mayorazgo y el casino, provinieron de Neogame SA, una compañía que administra salas de juego en Formosa y Entre Ríos, y que durante 30 años será la concesionaria de las instalaciones del emblemático cinco estrellas paranaense, operado en la actualidad por la cadena Howard Johnson.
El último tramo fue la puesta punto de la segunda etapa del casino (10 millones de pesos en la parte edilicia), en un espacio de 2.500 metros cuadrados con capacidad para entre 400 y 500 asistentes. Las 14 mesas de paño y las 150 máquinas tragamonedas se llevaron otros 6 millones de pesos.
“Ahora todo el proyecto físico está terminado; lo que resta es nuestro trabajo de marketing. Ya veníamos trabajando fuerte, pero habrá que incrementar ese esfuerzo”, dice Claudia Bellani, vicepresidenta de Neogame. La frase alude al compromiso que la firma tomó con el Estado provincial, para potenciar el atractivo turístico del complejo.
Marketing
Según cuenta la ejecutiva, hoy por hoy, casi el 70 por ciento de la actividad hotelera del Mayorazgo se concentra en turismo corporativo. Ese rubro permite una ocupación promedio de 50 por ciento, que es una cifra moderada.
A su vez, y contra lo que podría suponerse, ese target de huéspedes no mejora la asistencia a las salas de juego. Las reuniones corporativas generalmente no toman habitaciones, ya que los asistentes participan del evento y se van. La experiencia acumulada en los últimos meses muestra que no más de 40 ó 50 por ciento de los visitantes corporativos concurre al casino, mientras que aquellos que lo hacen por motivos vacacionales o de ocio superan esos porcentajes.
Esa realidad lleva a Bellani a definir su estrategia: “Para nosotros, el hotel está al servicio del casino. El hotel debe tener un break even como unidad de negocio, pero ese equilibrio tiene que servir para fortalecer las salas de juego”.
Es por eso que la mira de Neogame está puesta en atraer el turismo vacacional o de ocio, para incrementar la ocupación del hotel y, fundamentalmente, aumentar el número de asistentes al casino.
Aunque eso significa más costo. De allí, el compromiso de la empresa con el gobierno provincial, al que se alude en líneas anteriores, por el cual Neogame se obliga a invertir alrededor de 2 millones de pesos anuales en entretenimientos, promociones turísticas y otras acciones de marketing.
Lo anterior explica la creación del Club Neo, dentro del casino, una disco con capacidad para 200 personas, orientada al segmento ABC1, donde los fines de semana se programan cenas temáticas, fiestas, espectáculos musicales, shows, agasajos y veladas exclusivas.
Los negocios
Otra falsa suposición es que todo el negocio del juego en el casino Neo Mayorazgo es de Neogame. En realidad, tiene sólo una parte, ya que las leyes de Entre Ríos prohíben que un particular sea banca. Es por eso que las mesas de paño (ruletas y cartas) son explotadas por la provincia y atendidas por personal de Instituto de Ayuda Financiera a la Acción Social (Iafas).
Los juegos electrónicos, en cambio, sí pueden ser explotados por particulares (no son un juego de banca) y eso abrió el espacio para la participación de Neogame. Valga la aclaración para explicar por qué Bellani, cuando habla de facturación, sólo se refiere “al sector privado” del casino.
Puesto el tema sobre el tapete, la respuesta es que el promedio de recaudación mensual (antes del lanzamiento) estaba en el orden de 1 millón 250 mil pesos por tragamonedas. Ante algún gesto de duda del periodista, la ejecutiva acota que “la facturación de la empresa tiene cifras abiertas, por la sencilla razón de que debemos pagar un canon de 31 por ciento a la provincia”.
Con la ampliación, más máquinas y nuevos juegos, la rentabilidad debería cambiar. Bellani se muestra cauta y estima que el incremento en la facturación podría estar entre 10 y 20 por ciento. Parece poco, pero la ejecutiva tiene una explicación: “Este casino, incluso antes de poner “lindo’ el hotel, siempre tuvo un target ABC1. No hemos podido lograr que la gente que concurre a la sala Paraná venga hacia acá.”
La sala Paraná es otro local de juego de la ciudad (210 tragamonedas y 2 ruletas electrónicas) explotado por el Iafas, con un target más heterogéneo. La conclusión sería que, al convocar tradicionalmente a un público diferenciado (y circunscrito), el Neo Mayorazgo debe contentarse con un crecimiento prudente en su giro de negocios. Aunque entre 10 y 20 por ciento no es malo, para los tiempos que corren.