Al margen de la crónica

Memoria de la futura fábrica cultural

La semana pasada se puso en marcha el plan número ¿? para iniciar el futuro del Ex Molino Franchino, esta vez convertido en fábrica cultural. El archivo fotográfico de El Litoral guarda los destinos que cobijaron durante 14 años al edificio que aún yace enfrente de este diario.

En julio de 1995, está la imagen de los obreros que protestan por el cierre del único molino harinero que aún respiraba en la ciudad. En diciembre de 1996, hay bastante gente en el remate que se adjudicaba al Banco de Santa Fe SA. En 1998 /99, aparecen en detalle los destrozos, mugre, deterioro que lo definen. En el 2000, ya se lo llama “aguantadero Molino Franchino”, donde arrestan a jóvenes que delinquen y que suelen escurrirse por ese laberinto totalmente abandonado.

El 2001 fue muy movido para la deteriorada construcción: del mes de abril hay imágenes de documentación abandonada, desparramada en el suelo; de mayo, su imagen vuelve a aparecer en los medios a raíz de un incendio; en junio su limpieza augura algún posible destino al margen del abandono; y en octubre le vuelve a salir humo.

En 2002, aparece el primer destino del lugar, que no sucedió. En el gobierno de Reutemann, autoridades provinciales y municipales le entregan formalmente las llaves del edificio a la Fundación Santa Fe Activa. En el edificio iban a funcionar distintos procesos industriales a cargo de chicos de 17 a 20 años en conflicto con la ley.

Dos años después se lo anunciaba como posible sede de la patrulla urbana dependiente de la Policía de la provincia.

Y dos años más tarde se volvía a anunciar otro futuro, esta vez con bombos y platillos: el gobernador Obeid lo presentaba ante las cámaras: un espacio con recorridos histórico-culturales y el funcionamiento de las escuelas de arte que dependen de la provincia sin sedes. Ahora, la actual administración propone algo también cultural: será una “Fábrica cultural”, y otra vez el anuncio con bombos y platillos.

Más allá de la autoría de la “idea original”, que ahora parece disputarse, sería placentero conocer el presente del pobre edificio que se desmorona hace 14 años.