Cambio de registro

Reutemann dispuesto a

trabajar junto a Binner

Aunque no bajó el tenor de las críticas de campaña, el senador dio a entender que ya no existe una “barrera infranqueable” con el primer mandatario santafesino. Pero sí con los Kirchner.

De la redacción de El Litoral

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El senador Carlos Reutemann convocó al gobernador Hermes Binner a “trabajar juntos” por la provincia, en tanto remarcó sus diferencias con el gobierno nacional, e insistió en que “no tienen retorno”.

“Estoy para sumar por Santa Fe”, declaró el candidato. Y agregó: “Mi enemigo no es Binner, yo lo convoco a que trabajemos juntos en defensa de Santa Fe”, bajando el tono de confrontación de la campaña.

Las palabras del senador fueron prácticamente la paráfrasis de otras pronunciadas tiempo atrás por el primer mandatario provincial. Sin embargo, en el interín, la secuencia de acusaciones intercambiadas, con distinto grado de virulencia o de ironía, tocó el déficit actual de las cuentas de la provincia y la “deuda social” de los gobiernos justicialistas, la responsabilidad de Reutemann en hechos de su gobierno y la adscripción de Binner a la Alianza, el desempeño de los senadores santafesinos en el Congreso y la posición frente al kirchnerismo. Pero lo que, según Reutemann, levantó “una barrera infranqueable” fue que Binner lo vinculara con los episodios de represión de 2001 en Rosario y la muerte de Pocho Lepratti. Ya en la actual campaña, el senador se quejó de la “maquinaria hitleriana” mediática que supuestamente utiliza el socialismo para desacreditarlo, y Binner le espetó que se hiciera cargo de su pasado.

No obstante, en la entrevista con El Litoral publicada el domingo 21, Reutemann mantuvo su crítico discurso, pero pareció destrabar la mirilla de la puerta que lo separa de la actual gestión provincial. “Institucionalmente, no tengo ningún problema, nos podemos sentar a hablar de los intereses de Santa Fe. Yo le he enviado cartas de apoyo a medidas que se tomaban en favor de la provincia”, dijo entonces, mostrando una predisposición que ahora tradujo en convite, y cuyo asidero se podría evaluar en el futuro.

Sin retorno

Pero a la vez, rechazó rotundamente las imputaciones que, a pocas horas del cierre de campaña, el socialismo le sigue realizando sobre la existencia de un supuesto pacto con Néstor Kirchner, dirigido a obtener las tres bancas de senadores, por la mayoría y la minoría.

“Sé que han hecho correr esa bolilla, pero lo desmiento rotundamente. La gente que está dudando con respecto a mi actitud me tendría que conocer un poco mejor: tengo una diferencia que no tiene retorno con el gobierno central y no va a haber ningún cambio a partir del 29, en absoluto”, aseguró.

Mientras tanto, Reutemann consideró “una idea muy interesante conformar un bloque de legisladores, así como se conformó la Región Centro. Si se suman los legisladores sería muy importante para las provincias. Aparte, porque son parecidas en su desarrollo : Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba son muy similares” indicó Reutemann.

“El Congreso es un elemento muy importante en la democracia de un país y el gobierno debe leerlo de una manera inteligente”, señaló el senador. “Si hablamos del Congreso de la Nación, a partir del conflicto con el campo, la gente ha empezado a mirar con mayor precisión qué importante es el momento de votar. Con el tema del conflicto con el campo -que empezó y sigue-, qué importante es quién nos va a representar y qué importante es cómo juega el representante de esa provincia en momentos decisivos y claves”, dijo el candidato de Santa Fe Federal.

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El senador santafesino entrega al imitador de Massa el “yuyo” para Cristina. Desde hoy, habilitó también una página web.

Foto: Gentileza ideas del sur

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Entre el humor y el desconcierto

Ma. del Carmen Caputto

Finalmente, Reutemann fue a “Gran cuñado”, el programa de Tinelli. Según las palabras del senador lo hizo para intentar llegar a un público masivo que está más interesado en el entretenimiento que en las enumeraciones de un proyecto político.

Caricaturizado como alguien que nunca se define, anoche Reutemann en el ambiente de las bambalinas se mostró con cierta timidez para desvirtuar su fama de hombre dubitativo.

El Lole no bailó ni se atrevió a demasiados chistes, su audacia más elocuente fue enviarle a Cristina un ramo de yuyos, pero el paquete voló por el escenario en manos del emisario obsecuente, interpretado por el doble de Sergio Massa.

Más cómodo estuvo el doble del ex-gobernador. Buen bailarín y cantor, la caricatura reiteró varias veces a buen ritmo la “Cumbia del Lole senador”cuya letra prioriza los fierros a las definiciones. Después invitó a todos a bailar, también a las coristas semidesnudas que sostienen con sus voces el programa. A ellas se unió Verónica, la bella esposa de Reutemann, que sostenía en brazos a un cachorro Dálmata, desamparado ante tanto ritmo y alegría. Fue la esposa joven quien puso su grano de arena para intentar hacer del Lole un hombre divertido, capaz de entregarse al ritmo persistente de la cumbia y al “humor sanador” al que muchos políticos aludieron como unívoco pretexto para estar en el programa.

Dentro de una semana, el programa de la televisón argentina que despertó el interés de cronistas internacionales y analistas locales del discurso político, se desvanecerá. La caricatura dará lugar a los hechos. Todavía no sabemos si la risa burlona que nos ha propuesto Tinelli durante largos meses influirá en el destino de nuestro país. Lo único cierto es que en el contexto de banalización de la política que nos propone Tinelli es difícil encontrar las claves que nos permitan sobreponernos al desconcierto.

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Entre la cumbia y el yuyo

“Estuve tranquilo y mostré que no es el personaje que ellos han puesto. Salió diferente y me fue bien”. La frase de Reutemann a Radio 2 no es una hipotética evaluación de su performance del próximo domingo, sino de la que mostró en el programa de ayer de ShowMatch, en el segmento “Derecho a réplica” del “Gran Cuñado”.

Reutemann se mostró algo tieso, pero sonriente, en un contexto de abierta simpatía, que le permitió salir bien parado del trance. En este caso, el aporte “artístico” del candidato no fue, como en el caso de otros visitantes, el de cantar o bailar; aunque se comprometió a esto último para el caso de que gane, con su esposa Verónica -presente en el estudio- como partenaire. Precisamente, lo que llevó el “Lole” fue la cumbia de campaña que le hizo llegar “gente de San Javier”, un ritmo en el que, siempre según su esposa, se desempeña con solvencia.

Reutemann admitió que “alguna gente estaba preocupada” por su decisión de participar en el programa, al que concurrió harto de escuchar el latiguillo “no sé” que su imitador eligió para representarlo, y que él mismo utilizó al dialogar con Tinelli. El santafesino también confrontó con algunos de los personajes de la popular “casa”, aunque no con la versión paródica de Néstor Kirchner. Y tuvo su momento de humor, al entregar al imitador de Sergio Massa “un yuyo” envuelto para regalo para la presidenta.