Los suelos pierden nutrientes

Cae el uso de fertilizantes

y disminuye la producción

Las Cámaras industriales del sector dicen que la relación de precios y producto es buena. Pero advierten que los suelos argentinos están perdiendo nutrientes.

De la redacción de El Litoral

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“Es demasiado temprano para decir lo que va a pasar”. Carlos Capparelli desestimó así los pronósticos de una brusca caída en el uso de fertilizantes durante la presente campaña agrícola en el país. El director ejecutivo de la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos advirtió sin embargo sobre la necesidad de sostener buenas prácticas.

“Es cierto que vemos un menor consumo al del año pasado en el primer cuatrimestre”, asumió, y dijo que de esta manera “no sólo pierde el productor sino también el país”. Además reconoció que “los precios del año pasado no existen más” y que “la relación insumo-producto es buena. Si hay una razonable humedad, el que no fertiliza pierde dinero”.

Consultado sobre evaluaciones que vaticinan un 60 % menos de fertilización en la campaña en curso, sostuvo que el uso bajó este año por una menor área sembrada con trigo, y habrá que esperar lo que suceda con el maíz y la soja.

Recordó que en el 2007 el país aplicó 3,7 millones de toneladas de fertilizantes, y que en 2008 bajó 31 % en volumen y 33 % en nutrientes. “A principios del año pasado había agua y no teníamos conflicto”, recordó el especialista.

Recordó que la sequía afectó especialmente la siembra de trigo, que es la especie que más fertilizantes insume. Y ratificó que “fertilizar menos con humedad razonable implica obtener hasta 10 veces menos granos”.

Evolución de suelos

Consultado sobre el impacto en la productividad de los suelos, Capparelli dijo que “la Argentina históricamente ha tenido suelos fértiles. Es habitual que lo que el argentino coloca de fertilizantes para granos es menos que en el resto del mundo; pero extrae más de lo que pone”, apuntó.

Explicó que de la cosecha de 2007/2008 se extrajeron 4,5 millones de toneladas de nutrientes que hubieran demandado 8 a 9 millones de toneladas de fertilizantes. “Lo que está pasando es que hay menos nutrientes: nitrógeno, fósforo y azufre. Potasio bajamos rápidamente porque no se repone nada; a este ritmo en poco plazo perdemos sustentabilidad en cultivos”.

Indicó que en estas condiciones el país marcha “cada día más” a los niveles promedio de fertilización global. “El promedio de rinde de trigo, maíz, girasol y soja es similar entre la Argentina y el mundo; pero aquí se utiliza un 40 por ciento de la dosis mundial de fertilizantes”, recordó.

“Concretamente en el promedio del mundo se usan 2,5 veces más de fertilizantes; estamos extrayendo minerales” del suelo, apuntó.

Recordó que la entidad que integra y su par Casafe señalaron en un comunicado conjunto que “una menor producción de granos afectará tanto al consumo interno como a las exportaciones, y de esta forma perderemos todos: el país, la recaudación tributaria, los productores agropecuarios, la cadena agroalimentaria y las empresas”.

 

/// ADEMÁS

“Los sistemas de producción no son sustentables y los suelos van a tener problemas de fertilidad”. Tal es la opinión del ingeniero Sebastián Gambaudo, que trabaja en el área de Producción Vegetal del Inta de Rafaela y se ha especializado en manejo y fertilidad del suelo.

“Lo primero que uno piensa es el uso de fertilizantes para solucionar el problema, pero no todo pasa por ahí”, advirtió el especialista. Apuntó que “manejo sustentable es rotación de cultivos, incluir gramíneas, sumar siembra directa, usar técnicas como cultivos de cobertura más la fertilización, que hacen del uso del suelo más sustentable”.

Explicó que en nuestro medio “esto no ocurre” y ratificó que “deberíamos conservar el suelo de alta fertilidad para conservar el rendimiento alto”. Sostuvo ante la consulta que “hay que empezar a preocuparse”.

Gambaudo señaló que habría que “reponer todos los nutrientes” al suelo para “cerrar el balance”, o incluso “reponer más para hacer un planteo de recuperación cuando existen niveles de fertilidad bajos”.

A grandes rasgos graficó que en Santa Fe “está faltando nitrógeno” y que en el caso del fósforo -desde la costa y hacia el oeste- hay niveles bajos, pero que más hacia la frontera con Córdoba las 60 partes por millón que se contabilizaban hace unos 40 años, hoy se reducen a la mitad.

“Hemos gastado 50 % fósforo que tenía esta zona”, subrayó en referencia a un producto que la Argentina debe importar para reponer. “Otro elemento que está faltando es el azufre y estamos viendo deficiencias de calcio y de magnesio”, completó. También advirtió la necesidad de sostener micronutrientes.

Consultado sobre cómo se debía abordar el tema, dijo que “hay que hacer análisis en cada caso. El productor conoce su campo y tiene sectores que dan más que otros; necesita un diagnóstico” de las superficies que utiliza.

Sostuvo Gambaudo que “el proceso de recuperación es lento, no milagroso”, y reconoció que la crisis del campo ha impactado en las inversiones para el manejo del suelo. “Indudablemente hablamos de inversión a largo plazo; el tema financiero es importante”, dijo.

En cuanto a la experiencia de leyes de protección en otros países y la comparación con la normativa local, aclaró que “la provincia de Santa Fe tiene una ley de preservación de suelos; pero no se puede obligar a quien tiene el título de propiedad”.

“Hay que empezar a preocuparse”

Cae el uso de fertilizantes y disminuye la producción

El uso de fertilizantes es relevante, pero el manejo del suelo requiere de otras atenciones para hacer producción sustentable.

Foto: Archivo El Litoral

/// EL DATO

Advertencias

“Si fertilizamos, no sólo vamos a producir más, sino que disminuiremos la constante extracción de nutrientes de nuestros suelos sin reposición que atentan contra la sustentabilidad productiva y contra el futuro de nuestros hijos”, sostuvo el doctor Guillermo Cal, Gerente Ejecutivo de la Cámara de la Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes. También esa entidad ha advertido que “está largamente probado que una baja en el uso de fertilizantes producirá una sensible merma en la cosecha ya reducida por los efectos de la sequía. Esto afectará al consumo interno y a las exportaciones, generando menos ingresos para el sector y el país”.