CULTURA

La literatura colombiana busca trascender a García Márquez

Después del llamado boom de la literatura latinoamericana, en Colombia muchos escritores permanecieron a la sombra de Gabo y otros intentaron superarlo, asegura Elicenia Vásquez.

La literatura colombiana busca trascender a García Márquez

“Hasta ahora nada lo ha podido superar”. Así lo afirma la docente universitaria colombiana Elicenia Ramírez Vásquez. Y agrega que el narcotráfico limita muchísimo la percepción sobre su país. TEXTOS. NICOLÁS LOYARTE. FOTOS. AMANCIO ALEM Y EL LITORAL

Una joven colombiana profesora de literatura de la Universidad del Valle, estuvo de paso por la redacción de Nosotros y dejó algunas impresiones acerca de la actualidad literaria de su país. Elicenia Ramírez Vásquez (29) vive junto a su madre al norte de Cali, y participó junto al periodista colombiano Kevin García de un congreso de literatura que se desarrolló en La Plata, del 18 al 20 de mayo pasado.

La ponencia de Elicenia Ramírez Vásquez en el “VII Congreso Internacional Orbis Tertius. Estados de la Cuestión, actualidad de los estudios de teoría, crítica e historia literaria”, de La Plata, fue una lectura sobre la presencia del mito en la narrativa latinoamericana, enfocado en la representación de la violencia en dos autores: el peruano Manuel Scorza y la colombiana Laura Restrepo. A su turno, Kevin García expuso el tema de la presencia afro en la literatura colombiana.

La posibilidad de conversar con la profesora Ramírez Vásquez fue gracias a la amistosa relación entablada desde 2007 con su compañero, García, debido a que éste realizó una experiencia laboral en El Litoral. Luego de participar del congreso en La Plata, ambos estuvieron unos días en Santa Fe y visitaron el diario.

Antes de avanzar en el intercambio Elicenia describe respecto de sus intereses culturales: “Me gusta leer narrativa, escribir ensayo, escuchar poesía y ver teatro”. Con esta definición avanzamos entonces sobre sus valoraciones respecto de la obra literaria que su país supo construir durante las últimas décadas.

- ¿Cuál es el estado de situación de la literatura colombiana de hoy?

- La internacionalización del conflicto colombiano ha sido determinante en el desarrollo de nuestra literatura. Me refiero a que el tema violencia se ha convertido tanto en una pregunta legítima por nosotros mismos como país, una deuda con la memoria, como en un fenómeno económico y editorial. Sin duda hay best sellers de gran calidad, pero también hay productos editoriales que dejan mucho que desear por su pobre tratamiento estético y superficialidad en la manera de mostrar el complejo conflicto nacional.

Como autores de gran factura tenemos a Héctor Abad Faciolince, Laura Restrepo y a Evelio Rosero, todos ellos ganadores de premios y reconocimientos internacionales.

Pero la violencia no es el único tema, la revisión de la historia latinoamericana también es un tema que le interesa a escritores como Roberto Burgos Cantor y William Ospina con afortunadas novelas. En Colombia hay una producción importante pero todavía estamos a la espera de una literatura más madura, más universal y menos anecdótica.

- ¿Los lectores argentinos tienen una clara visión de esa literatura colombiana?

- Los argentinos tienen la visión que las editoriales y lo medios masivos dejan ver. Los principales embajadores de nuestro país, en los últimos ocho años, han sido el cine, las telenovelas y las series para televisión como “Sin tetas no hay paraíso” (2005), de Gustavo Bolivar.

Esto, en parte, explicaría el interés de los chilenos y argentinos por (Fernando) Vallejo. La película “La Virgen de los sicarios” (1994) parece haber puesto en evidencia a un autor que sin duda es interesante pero que no logra representarnos como país. Percibimos en nuestra visita a Argentina simpatía por este escritor, pensamos que quizá se deba a su ánimo contestatario e irreverente. Precisamente el asistir a eventos internacionales nos permite saber cómo nos ven, y definitivamente creo que el fenómeno del narcotráfico ha limitado muchísimo la percepción sobre nuestro país.

- ¿Por qué creés que los argentinos, y quizá otros países, desconocemos la verdadera actualidad de la literatura colombiana?

- No creo que sea un problema exclusivo de la literatura colombiana. Como decía anteriormente, en gran medida son las editoriales las que permiten que lleguen los autores y sus obras a otros países. Un ejemplo de ello es Laura Restrepo. Una vez que gana el premio Alfaguara, en el 2004, con su novela “Delirio” (2004), toda su obra se hace visible. Curiosamente el domingo 23 de mayo estuvo en la librería El Ateneo, en Buenos Aires, presentando su más reciente novela “Demasiados héroes”(2008). Quizá se deba no sólo a que se trata de una excelente autora de la casa Alfaguara sino porque la historia de esta última novela tiene como telón de fondo la dictadura argentina. Son los eventos, las ferias del libro, las editoriales, los congresos, los intercambios académicos, los que finalmente permiten un acercamiento a la verdadera actualidad literaria en cada uno de nuestros países.

Trascender a Gabo

- ¿Qué ocurrió en Colombia tras el boom?

- Sucedió que muchos permanecieron a la sombra de Gabo y otros intentaron superarlo. Creo que para la mayoría de los escritores es un referente obligatorio, y esa sombra, como dice Restrepo, medio aplasta y medio cobija. El fenómeno de la violencia, desde los ‘70, generó un boom propio, interno, una verborrea de todos los calibres y estilos, que arrojó novelas importantes como “Cóndores no entierran todos los días” (1971), de Gustavo Álvarez Gardeazábal, “Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón” (1975), de Alba Lucía Ángel, y una lista muy larga que supera los treinta títulos. Hasta el día de hoy el tema ha dado para continuar con la lista. Quizá se detenga cuando aparezca la obra que sea capaz de superar lo que hizo “Cien años de soledad” (1967): definirnos en esta compleja y dolorosa contemporaneidad.

- ¿Por qué Colombia no logra despegarse de la figura de Gabo y del realismo mágico?

- Porque ha sido la fórmula estética más eficaz para representarnos a nosotros mismos, necesitábamos de una nueva fundación y Gabo lo logra con Macondo. Ese es nuestro territorio simbólico y hasta ahora nada lo ha podido superar. Pero, estos nuevos tiempos requieren de una nueva representación y por eso hay que superar a nuestro Nobel.

- ¿Qué representa para vos, en tu vida, como lectora entendida, Gabriel García Márquez?

- El antes y el después de la literatura en Colombia. Marca un hito, un referente. Para mí es el gran narrador de historias, es el maestro. Creo que significa mi iniciación en la literatura para adultos, y lo recuerdo especialmente así por la ávida lectura que realicé de la corta novela “Del amor y otros demonios” (1994). La leí más de tres veces en un año, y volvía a ella por su manera de contar y seducir con la palabra.

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“Mi relación intensa con Argentina es con el tango”, confiesa la joven colombiana.

Nuestros maestros

- ¿Qué conocés de la literatura argentina?

- Bueno, hasta ahora poco. Con Kevin (García, periodista colombiano que residió en nuestro país) he conocido otros nombres y obras además de Cortázar, Borges y Puig. Precisamente esta visita a Argentina me permitió conocer a autores interesantes como Piglia, Rodolfo Walsh y Tomás Eloy Martínez.

Pero para ser franca mi relación intensa con Argentina es con el tango. Mi padre, como muchos antioqueños (una región de Colombia llamada Antioquia), me presentó desde pequeña este ritmo y hasta el sol de hoy no dejo de escucharlo. Me encanta el arrabal, la melodía, la letra y por supuesto su baile pasional.

- ¿Tenés un autor argentino predilecto?

- Predilecto no, pero sí que me gusta leerlo, porque conocí sus cuentos de manera minuciosa en una clase de literatura: Cortázar. Y, sin duda, una obra que me encantó por su forma narrativa fue “El beso de la mujer araña” (1976); estoy en deuda de leer más sobre (Manuel) Puig.

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Elicenia ramírez Vásquez junto a su colega Kevin García.

hoja de vida

Formación

Elicenia Ramírez Vásquez tiene 29 años. Es licenciada en Literatura y tiene una maestría en Literatura Colombiana y Latinoamericana.

Experiencia

Trabaja como docente universitaria de Literatura en la Escuela de Estudios Literarios, en la Facultad de Humanidades de la Universidad del Valle, y en Bellas Artes, Entidad Universitaria, como docente de la Licenciatura en Arte Teatral. Vive al norte de la ciudad de Cali, capital del departamento del Valle del Cauca, Colombia.

Gustos

Su autor predilecto al momento de optar por escritores latinoamericanos es la colombiana Laura Restrepo. Su hobbie, el teatro y el cine.