En la provincia de Buenos Aires

El peronismo disidente y el macrismo capitalizaron temprano la victoria de ayer.

Foto: DyN

De la redacción de El Litoral

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La principal sorpresa de la jornada electoral fue también el corolario de la extensa y profunda derrota sufrida por el kirchnerismo en todo el territorio nacional. El indiscutible triunfo de Francisco De Narváez en la provincia de Buenos Aires infligió a Néstor Kirchner el traspié más doloroso, por cuanto lo sufrió en carne propia y reformateó las perspectivas electorales para 2011, aplastando las posibilidades del ex presidente, perjudicando severamente a Daniel Scioli y potenciando a Mauricio Macri, como principal referente de Unión-Pro.

Kirchner se había jugado el todo por el todo en ese distrito, con la esperanza de recuperar las alicaídas fuerzas del oficialismo y ratificarse como líder dentro del justicialismo. A esos efectos no vaciló en acudir a recursos arriesgados, polémicos e incluso eventualmente inconstitucionales. Entre los primeros, jugar el prestigio de Daniel Scioli. Entre los segundos, ser él mismo candidato, con la excusa de su residencia en Olivos. Y entre los últimos, las eufemísticamente llamadas candidaturas “testimoniales”, que merecieron una dura advertencia de la Cámara Federal Electoral. Nada de esto le alcanzó, y por eso la derrota es inapelable.

Pero para peor, una lectura discriminada de los resultados muestra otro dato que indignó a Néstor Kirchner pero que, sobre todo, fue definitivo para ensombrecer su futuro: entre muchos de los votos del conurbano, donde muchos intendentes hacían las veces de candidatos a concejales, se registraron cortes de boleta. “Dice que lo entregaron”, explicó ayer un colaborador del ex mandatario, traduciendo la bronca que éste había descargado contra una pared y que por poco le cuesta los nudillos de su puño derecho. El imprescindible y voluble “aparato” del PJ bonaerense parece haber iniciado otro de sus cíclicos realineamientos.

Esto le permitió a De Narváez obtener el 34,73 % de los votos (13 diputados, frente a 3 que ponía en juego), contra el 32,10 % de Kirchner (12 diputados, de los 20 que renovaba). Bastante detrás, el Acuerdo Cívico y Social, con Margarita Stolbizer, recogió un módico 21,9 % (8 diputados, tres más de los que tiene). En su debut electoral con el espacio Nuevo Encuentro, Martín Sabatella arañó el 6 %, lo que le alcanzó para convertirse en diputado, junto a la segunda de su lista.

Solos en la madrugada

Las primeras cifras oficiales sepultaron, desde las primeras horas, el optimismo imperante en el búnker del kirchnerismo. Mientras los dirigentes oficialistas desaparecían rápidamente de la escena, el candidato de Unión-Pro esperó hasta las 21 para aparecer en público, junto con su compañero de lista Felipe Solá para anticipar “una victoria segura”. A la medianoche volvió con Macri, en un virtual prelanzamiento presidencial.

Kirchner, en tanto, dejó correr largas especulaciones de los medios sobre quien le pondría la cara a la derrota -e incluso especular con una suerte de “pulseada” por cansancio, esperando a que cierren las transmisiones televisivas- y recién apareció a las 2.15. Lo acompañaban Scioli, el jefe de Gabinete, Sergio Massa -ambos diputados electos- y el vicegobernador Alberto Balestrini.

Kirchner reconoció que perdió en la provincia y afirmó que en su sector aceptan “los resultados” y no levantan “ninguna denuncia de fraude. Los responsables que escribieron durante tanto tiempo el tema del fraude ven que nosotros volvimos a demostrar la cristalinidad que tenemos”, dijo.

Tras fijar como principales objetivos asegurar la gobernabilidad, y “seguir siendo una alternativa clara para 2011”, el ex mandatario hizo su propia evaluación de los números electorales, y también asumió un compromiso. “Si les dijéramos que estamos tristes les mentimos. Grandes, grandes ganadores no hay” porque “si miramos la elección de Capital Federal, bastante pobre (fue lo) que hizo el PRO”, opinó Y sostuvo que hará “las correcciones y las autocríticas que tenga que hacer” porque “soy un demócrata por excelencia”.

Que Cristina asuma su rol

El diputado electo y ganador de la elección en la provincia de Buenos Aires, Francisco de Narváez, aseguró hoy que espera que la presidenta Cristina Fernández “en las próximas horas asuma el rol protagónico que nunca debió dejar”, y “retome las riendas del Poder Ejecutivo nacional”.

De Narváez ratificó que no tiene “vocación” para ser presidente en 2011, y que su “aspiración” es “ser gobernador”. De Narváez también reclamó que el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, “aclare hoy mismo” si asumirá la banca de diputado para la que se postuló en segundo lugar, detrás de Kirchner, o si seguirá al frente del Ejecutivo provincial.

Por otra parte, el diputado destacó que la performance de Fernando “Pino” Solanas en la Capital fue “uno de los fenómenos de la elección” a la vez que mencionó la “caída estrepitosa del Acuerdo Cívico” de Elisa Carrió, tercero en ese distrito.

De Narváez dijo además, en diálogo con radio Continental, que Kirchner debió haber reconocido “que toda la política planteada en el último año y medio ha tenido un fuerte rechazo en todo el país”.

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Ganadores y perdedores

En un resultado de escaso impacto numérico, pero fuerte valor simbólico, el oficialismo cayó derrotado en Santa Cruz, territorio del matrimonio Kirchner, ante el Frente Cambiemos para Crecer, una alianza de radicales, ARI y socialistas.

En cambio, una de las figuras más fortalecidas por los resultados es la del vicepresidente Julio Cobos. El escrutinio provisorio ratificó el cómodo triunfo del cobista Frente Cívico Federal en Mendoza por más de 20 puntos en Diputados y 24 en Senadores, respecto del Frente para la Victoria.

Otro resultado de significación política es el obtenido por el Acuerdo Cívico y Social (ACyS) en Entre Ríos que, al superar por poco más de medio punto al justicialismo, derogó a dirigentes que responden a Néstor Kirchner, como el gobernador Sergio Urribarri, y a Jorge Busti, quien ya adelantó que jugará para el peronismo disidente en las presidenciales de 2011.

En tanto, en Tierra del Fuego, la gobernadora Fabiana Ríos, proveniente de las filas del ARI, sufrió un serio revés electoral, al caer estrepitosamente su fuerza en las elecciones legislativas, colocándose en un quinto lugar.

A la vez, los resultados finales del escrutinio provisorio confirmaron el triunfo del kirchnerismo en Chaco, donde la alianza gobernante obtuvo casi el 50 por ciento de los votos, aunque se trató de una elección muy polarizada con el frente que encabeza el radicalismo, que alcanzaba poco más del 44 por ciento. Así ingresarán en diciembre María Inés Pilatti Vergara por el kirchnerismo, quien encabezó la lista oficialista, y la esposa del gobernador Jorge Capitanich, Sandra Mendoza, que lograron recuperarse del influjo del dengue en la provincia.

Finalmente, el resultado final en Córdoba confirmó la derrota tanto del justicialismo que gobierna la provincia como del kirchnerismo, ya que para senador se impuso el Frente Cívico, de Luis Juez, y para diputados la UCR. Con el 30,63 % de los votos, Juez será senador junto a Norma Morandini. La banca por la minoría será para el radical Ramón Mestre, desplazando al ex defensor del Pueblo Eduardo Mondino, candidato del derrotado gobernador Juan Schiaretti.

La pesadumbre que se apropió del kirchnerismo subió a escena a la madrugada.

Foto: DyN