su reemplazante es juan Manzur, actual vicegobernador de tucumán
Renunció Ocaña en la Nación
La ministra de Salud de la Nación, Graciela Ocaña, se alejaría de su cargo esta tarde, luego de la que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner acepte la dimisión elevada con el carácter de “indeclinable”.
De la redacción de El Litoral
La ministra de Salud Graciela Ocaña se aleja del cargo luego de sobrellevar el vendaval político que provocó el alejamiento del ex jefe de gabinete Alberto Fernández y de la crisis por la expansión del dengue en varias provincias -incluida la Ciudad Autónoma de Buenos Aires-, pero la “Hormiguita viajera” no pudo superar los efectos del enfrentamiento con su par de provincia de Buenos Aires, Claudio Zin como el notable aislamiento de la funcionaria dentro del gabinete a quien sólo le quedaba la amistad de la presidenta.
Desde hace días era un secreto a voces la alternativa del alejamiento de la funcionaria luego de que se evaluara negativamente las acciones emprendidas desde la cartera sanitaria nacional. Para esta tarde estaba prevista una reunión de gabinete pero la presencia de Graciela Ocaña no era tenida en cuenta porque se descontaba su alejamiento.
Además se aguardaban las definiciones que podría adoptar el Comité de Crisis que preside el jefe de Gabinete, Sergio Massa -otro que está en la cuerda floja por su continuidad- en el que podría definir la declaración de emergencia sanitaria que ahora se ve más urgida a partir de las decisiones adoptadas en las provincias de Santa Fe y San Luis sobre el dictado de clases.
La declaración de emergencia permitiría la adopción de medidas extraordinarias como la suspensión de vacaciones de personal de enfermería y médico; la contratación directa de personal e insumos junto con la adopción de otras medidas de carácter administrativo y técnico para hacer frente a la pandemia.
La última vez que en nuestro país se dictó una emergencia sanitaria fue en la década del “90, durante la epidemia de cólera. En esa oportunidad no hubo restricciones en las actividades sociales. Pero ahora, a diferencia del cólera, la pandemia de gripe A hizo colapsar todo el sistema de atención primaria en varias ciudades del país. Los planteles de médicos no dan abasto, como tampoco las cantidades de camas para internaciones, de respiradores artificiales y de antibióticos y antivirales.
