Una tortuga sin descendencia

EFE

Una tortuga gigante de la especie Geochelone abingdoni, que tendría entre 90 y 100 años de edad y que es la última de su especie, sigue sin poder perpetuar su descendencia, informó el Parque Nacional Galápagos (PNG), de Ecuador, donde se cuida al animal.

La tortuga, denominada Jorge -originaria de la isla Pinta, al norte del archipiélago ecuatoriano de Galápagos-, no logró fertilizar los últimos cuatro huevos de la anidación de 2008 que fueron abiertos recientemente, tras un laborioso cuidado en incubadora.

En un comunicado, el PNG explicó que, al abrir los últimos cuatro huevos, de un total de 16, se comprobó que no fueron fertilizados ni presentaron ninguna evidencia de desarrollo embrionario.

El Solitario Jorge, como también se le llama al animal, compartió su corral con dos tortugas hembra desde 1993, las cuales depositaron en septiembre pasado 16 huevos, 12 de los cuales se desecharon por no haber sido fertilizados, por lo que las esperanzas de los cuidadores del parque estaban cifradas en estos cuatro últimos.

“Al igual que con los primeros (doce) huevos, no hubo ningún indicio de desarrollo embrionario, por lo que las posibilidades de obtener descendencia del Solitario Jorge durante la presente temporada de anidación se desvanecieron”, señaló el texto.

Según el PNG, ahora “las esperanzas están centradas en la próxima temporada de anidación, en la que los guardaparques esperan encontrar nuevos nidos, esta vez, con un destino diferente.

“Entre enero, febrero y marzo empiezan a copular las tortugas y los primeros nidos se encuentran a partir de julio”, dijo Fausto Llerena, responsable del Centro de Reproducción y Crianza de Tortugas Gigantes del PNG.

El texto también indicó que se espera poder realizar una serie de pruebas genéticas de las muestras de la población de tortugas de volcán Wolf, “con la ilusión de encontrar tortugas híbridas” con genes similares a los del fenotipo de Jorge, “lo que significaría una nueva posibilidad de salvar a la especie de la extinción”.

Jorge es una tortuga adulta originaria del archipiélago de Galápagos, el cual está situado a unos mil kilómetros de las costas continentales ecuatorianas y fue declarado en 1978 como Patrimonio Natural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco.

Además, el archipiélago debe su nombre a las grandes tortugas que la habitan y sus reservas terrestre y marina contienen una rica biodiversidad, considerada como un laboratorio natural, que permitió al científico británico Charles Darwin desarrollar su teoría sobre la evolución y selección natural de las especies.

Una tortuga sin descendencia

Una tortuga gigante de las islas Galápagos. Algunas especies preocupan a los cuidadores por su dificultad para perpetuar su descendencia.

Foto: EFE