Los ruralistas con Casaretto
El Gobierno aún no decide cuándo
ni cómo dialogará con el Campo
La Mesa de Enlace ya habló con la oposición y tiene su agenda. Pero la Casa Rosada posterga las definiciones y cultiva dudas entre los productores.
De la redacción de El Litoral
DyN/Télam
Primero se reunirán con Jorge Casaretto, el obispo de San Isidro que hace una semana denunció que la pobreza en la Argentina llegaba al 40 %. Y después mantendrán un encuentro entre ellos para definir si van -y en qué forma- al diálogo que el gobierno nacional anunció -pero que todavía no inició- con los representantes rurales.
Los cuatro presidentes de la Mesa de Enlace rural ya se reunieron con la oposición y tienen una agenda bien definida. Es el gobierno el que aún no se decide a ponerle fecha, hora, modalidad y temario.
El titular de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcati, dijo esta mañana que todavía el sector del campo está esperando el llamado al diálogo y atribuyó al Ejecutivo nacional “tosudez, incompetencia y revanchismo” por no buscar soluciones a la grave crisis del sector.
Biolcati, quien se presentó al predio ferial de Palermo donde comenzaron a llegar los animales para la Exposición Rural que se inaugurará el jueves próximo, advirtió que la situación del campo sigue empeorando y que “no hubo ninguna ayuda del gobierno, sino al contrario, apretó más”.
Precisó que el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, invitó a los dirigentes del campo a “tomar un cafecito de cinco minutos con él” después de un acto en Casa de Gobierno por cambios en la Cuota Hilton, pero que no pudieron concurrir porque ya se habían comprometido a un encuentro con dirigentes de la oposición.
Por su parte el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, afirmó que el objetivo del Consejo Económico y Social es “tener a todos los actores económicos”, incluidos los del sector agropecuario, para “hablar con claridad de esquemas específicos que puedan aportar hacia una política pública”.
El funcionario nacional señaló que el gobierno no tardará “en concluir y definir concretamente cómo avanzará en esa estrategia” y expresó el interés del Ejecutivo en que “todos los representantes de los sectores tengan cosas por decir con respecto de otros ámbitos”, más allá del tema agropecuario.
Desconfianza
Mientras la Casa Rosada dilata precisiones, la desconfianza se multiplica. “Estamos cada vez más lejos de sentarnos a la mesa”, advirtió ayer Pablo Orsolini, vicepresidente de la Federación Agraria Argentina y uno de los “diputados del campo” electo en los últimos comicios.
Eduardo Buzzi advirtió que “tenemos que conocer en qué consiste el Consejo Económico y Social. Igual, temo que todo sea una puesta de escena. No nos pueden llevar a un diálogo a empujones y nosotros si no hay un encuentro previo y a solas, no daremos un cheque en blanco”.
Tanto el jefe de Gabinete como la ministra de la Producción, Débora Giorgi, mantuvieron contactos informales con los dirigentes del campo. Pero el “cafecito” del jefe de Gabinete y el posterior anuncio presidencial que fortaleció a la Oncca dejó en claro a los dirigentes rurales que el rumbo económico aún no se ha modificado.
Eduardo Garetto, de Coninagro, dejó en claro que la mesa rural quiere a la Oncca fiscalizando pero no interviniendo en todo; que es imprescindible una rebaja de retenciones en trigo y maíz -con financiamiento para producciones muy afectadas por la sequía- y un tratamiento “gradualista” para las retenciones a la soja, en la que también se contemplen las escalas de los pequeños y medianos productores.
Ganadería y lechería están en la lista de urgencias. Pero hasta aquí no hay señales de contacto mientras el jefe de Gabinete dilata definiciones y el secretario del área -Carlos Cheppi- es cuanto menos un dudoso funcionario del indefinido gabinete del nuevo ministro de Economía.