Investigación austral
Hay un detenido en Santa Fe y dos
prófugos por crimen en Ushuaia
Los santafesinos requeridos por la Justicia fueguina son tres. Uno fue capturado, otro viajó a los EE.UU. y un tercero al sur de Buenos Aires.
José Luis Pagés
El hombre detenido en nuestra ciudad el último viernes, un tal Ariel F., de 33 años de edad, permanece alojado en dependencias de la URI y a disposición de la jueza de Instrucción, Dra. María C. Barrionuevo, magistrada que en Ushuaia investiga el asesinato de Claudio Omar Praga, crimen cometido un mes atrás.
Oportunamente, Barrionuevo libró órdenes de captura para otros dos vecinos de nuestra ciudad y de allanamiento para media docena de domicilios que, con resultado negativo, se practicaron en María Selva, El Chaqueño y Villa Adelina durante el último fin de semana.
Fuentes consultadas hoy dieron a entender que uno de los que se mantienen en situación de prófugos es precisamente un hermano del apresado el viernes, el sujeto en cuestión, que estaría en Estados Unidos.
En cuanto al segundo santafesino requerido por la Justicia fueguina, nuestro informante dijo que logró poner distancia, y también que por las horas en que caía preso Ariel F., el buscado R.A.P. -por sus iniciales- viajaba al sur de la provincia de Buenos Aires, para reunirse con otro delincuente que huyó de Ushuaia antes de que ese mismo viernes cayeran sus compinches en la capital austral.
Mientras tanto, respecto de los detenidos en Ushuaia se pudo saber que serán interrogados por la jueza Barrionuevo en las próximas horas. Nadie sabe exactamente a qué se dedican actualmente estos individuos -algunos de ellos conocidos delincuentes-; pero dada su capacidad para eludir la acción policial, ocultarse o desplazarse rápidamente de un lado a otro, parecen formar en alguna organización mafiosa, como las dedicadas al tráfico de drogas pesadas.
Claudio Omar Prada fue encontrado sin vida en su casa de Barrio Pipo, a mediados del mes pasado, y en principio tal como el cuadro se presentó a los ojos de la policía, el hombre se había quitado la vida mediante un disparo en la cabeza.
No obstante, la Justicia ordenó un examen más detenido, y entonces se pudo ver que la bala que mató a Prada no había partido del arma encontrada en la escena y además que el cráneo de la víctima había recibido al menos tres fuertes golpes.
Con la certeza de que la víctima no se había suicidado, la Justicia ordenó profundizar la investigación y así surgieron los sospechosos, tres fueguinos y otros tantos santafesinos, cuyas capturas fueron requeridas en forma inmediata.
Respecto de los santafesinos, se escuchó decir que éstos llegaron y se fueron de Ushuaia en un lapso apenas mayor de 24 horas. También que el envase de una sustancia alimenticia encontrado en la escena del crimen tendría las mismas huellas dactilares que las encontradas en un envase similar, hallado en el coche de alquiler que los llevó de regreso al aeropuerto.
Algunas versiones presentan el crimen de Prada, quien sería familiar directo de un ex legislador, como una venganza o una represalia mafiosa, cuya ejecución habría tenido a los sicarios santafesinos como protagonistas principales.
