Tras sus picantes diálogos con una prostituta

Berlusconi: “No soy un santo”

“No soy un santo”, afirmó hoy el jefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi, tras la publicación esta semana de las presuntas conversaciones picantes que mantuvo con una prostituta de lujo, que dice haber sido pagada para pasar la noche con el millonario político.

“No soy un santo, me imagino que ustedes lo han entendido y espero que lo entiendan también los del (diario) La Repubblica”, declaró Berlusconi a la prensa durante la inauguración de una autopista entre Brescia y Milan (norte).

La revista italiana L’Espresso publicó el lunes y el martes varias grabaciones realizadas a escondidas por la atractiva mujer, en octubre y noviembre de 2008, tras los encuentros que mantuvo con Berlusconi en la mansión privada en Roma, del primer ministro.

A la divulgación de las conversaciones íntimas, en las que se descubre que el presidente del Consejo italiano no usa preservativos y propone practicar sexo en grupo, se suman las fotos divulgadas hace varios meses sobre sus festines con jóvenes prostitutas de lujo en su mansión veraniega de Cerdeña.

El diario La Repubblica, que pertenece al mismo grupo editorial de L’Espresso, fuerte opositor de Berlusconi, publica este miércoles la transcripción de las conversaciones divulgadas en las páginas web.

Las conversaciones fueron tachadas de “inverosímiles” por el abogado de Berlusconi, Niccoló Ghedini, que amenazó con acciones legales contra todo aquel que las reproduzca.

Pese a ello, ni Berlusconi ni su batallón de abogados han denunciado formalmente hasta ahora al semanario para demostrar que las grabaciones son falsas.

Difamación

La guerra del grupo editorial contra Berlusconi se agudizó esta mañana tras la denuncia por difamación que presentó L’Espresso contra el jefe de gobierno.

El grupo L’Espresso acusó ante un tribunal de Milán de “abuso de poder” y “violación de las reglas de mercado” a Berlusconi por haber instado en una reunión pública celebrada en junio con los industriales italianos que retiren la publicidad que hacen a través de ese medio.

El grupo L’Espresso denunció también civilmente a Berlusconi, propietario a su vez del gigante editorial Mondadori, por “competencia desleal y boicoteo”.

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El jefe del gobierno italiano pidió que lo “entiendan”, tras los escándalos que han afectado su mandato.

Foto: AGENCIA AFP