“Visita” española a Gibraltar

Parte de la prensa habla de “humillación”

La prensa conservadora española criticó duramente hoy la visita del jefe de la diplomacia española, el martes, a Gibraltar, calificada de “rendición humillante”, tras “300 años de lucha” por la soberanía del peñón.

Con la visita de Miguel Angel Moratinos, la primera de un ministro español en el peñón cedido a perpetuidad a Inglaterra por España a través del Tratado de Utrecht en 1713, “el gobierno dilapida en un día 300 años de lucha por Gibraltar”, escribió ABC.

“La foto de la vergüenza”, tituló en su portada El Mundo, en el pie de la foto en la que aparece Moratinos con su homólogo británico David Miliband y el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, dándose las manos.

Madrid siempre hizo saber que reivindicaría la soberanía si Londres renunciaba a ella.

Al cabo de su reunión con Caruana y Miliband, Moratinos dijo que España no renunciaría a reivindicar la soberanía sobre Gibraltar, siempre manteniendo el diálogo con Londres y la colonia británica.

Esta visita también fue duramente criticada por la oposición de derecha española, que anunció que solicitaría la “urgente comparecencia” del ministro socialista de Asuntos Exteriores ante el parlamento.

“No es una visita histórica, es un error histórico”, consideró el presidente del Partido Popular (PP, derecha) en Andalucía (sur), Javier Arenas.

El diario de centro izquierda El País habló en cambio de “diálogo en Gibraltar”, considerando que “se equivocan de época quienes quieren reavivar el orgullo patriótico y el irredentismo”.

En tanto, el primer ministro británico, Gordon Brown, manifestó hoy que es posible avanzar en “asuntos tan difíciles” como el de la soberanía de Gibraltar, un día después de la histórica visita del ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a la colonia británica.

En una conferencia de prensa en el número 10 de Downing Street, Brown fue preguntado acerca de la visita de Moratinos al Peñón y de la posibilidad de una posible soberanía conjunta del Reino Unido y España sobre Gibraltar.

Su contestación fue concisa: “Es posible, incluso en asuntos difíciles, hacer progresos, pero no quiero decir nada más sobre las conversaciones por el momento”.