Al margen de la crónica

El cuento del tío, por teléfono

Se conoció por estos días la novedad de que dos hombres de nacionalidad chilena fueron detenidos por la Policía Federal durante un procedimiento realizado en el barrio porteño de Almagro, acusados de ser los cabecillas de una banda que actuaba en varios países y cometía estafas mediante el uso de tarjetas de créditos “clonadas”.

Los criminales lograban obtener datos bancarios, como números de tarjetas y de identidad de clientes, y con ellos confeccionaban plásticos apócrifos con los que realizaban las compras en distintos shopping y comercios de la Ciudad de Buenos Aires.

En las últimas semanas, algunos santafesinos recibieron extraños llamados telefónicos que tenían como objetivo, justamente, obtener los números de las tarjetas de crédito Visa, Mastercard o American Express.

Pasamos a dar un par de casos para que el lector esté advertido de la situación y no se deje embaucar. En uno de los llamados, una mujer con acento centroamericano decía que la persona había ganado un bono de viaje a cualquier parte del mundo por 5 mil dólares de una prestigiosa firma ubicada en Estados Unidos.

Después de preguntar el nombre del suertudo beneficiado, la mujer aseguraba que éste había sido elegido al azar por ser poseedor de una tarjeta de crédito. Luego preguntaba, astutamente, si poseía algún plástico de Visa, Mastercard o American Express bajo el argumento de que necesitaba comprobar que se trataba de la persona correcta. Acto seguido, pedía la fecha de vencimiento del plástico (probablemente para no parlotear en vano) y después el número de la tarjeta.

La mujer respondía, convincentemente, a todas las preguntas del incrédulo interlocutor. Dio incluso la supuesta dirección y teléfono en EE.UU. de la empresa, aunque una fuerte interferencia en la línea telefónica, no dejaba escuchar los datos de la compañía. La mujer no se daba por vencida e insistía con que si no le daba los números de la tarjeta se perdería el premio.

Otro llamado, de características similares, se hizo con un contestador. La voz grabada le decía al vecino que había ganado un celular por el lanzamiento de una nueva empresa y que, a su vez, podía conseguir un televisor LCD a mitad de costo, sólo dando el número de la tarjeta de crédito.

Puede que, mediante la detención de esta banda, los llamados telefónicos cesen. De lo contrario, siempre es bueno estar alerta de los “cuentos del tío” que andan rondando del otro lado de la línea.