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El gobierno busca calma en la CGT

DyN

El gobierno no va a intervenir en la interna de la CGT porque “no hay ningún canal” formal que permita discutir el tema, afirmó hoy el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien opinó, sin embargo, que sería “de mala leche” no propiciar un acercamiento desde el lugar de la “amistad” de algunos ministros con los sindicalistas.

Así, Fernández prefirió no pronunciarse sobre si su balanza se inclina por respaldar al titular de la central obrera, Hugo Moyano, o a los dirigentes “independientes” y los denominados “gordos”, que buscan su salida del cargo.

El ministro declaró que “el gobierno no debe participar de una organización de tercer orden como la CGT, pero si me dice que (el ministro de Planificación, Julio) De Vido, mi persona o quien tiene amistad con los de uno u otro sector” pueden “aportar para el consenso y la búsqueda de alternativas comunes o cosas por el estilo”, eso puede hacerse informalmente, puntualizó.

Las declaraciones de Fernández se produjeron después de que el líder de la CGT, Hugo Moyano, arremetiera ayer contra los sindicalistas que cuestionan su liderazgo en la central obrera al calificarlos como “caras de piedra” y afirmar que “se hacen los Rambo” y “los reivindicadores de los trabajadores”, cuando “entregaron toda la vida a la gente”.

“Yo estoy defendiendo un modelo económico que nos ha permitido salir de la indignidad a la que nos llevaron hace muchos años”, sostuvo el camionero, quien subrayó que “este gobierno no hizo nada que haya perjudicado a los trabajadores” y advirtió que su sector tiene “amplia mayoría” para retener la conducción de la CGT.

Moyano dijo que los sindicalistas que lo enfrentan “hablan como si hubieran venido de otro planeta” y, tras responsabilizarlos de la situación económica generada durante la década del ‘90 y la crisis de 2002, consideró que “son cara de piedra, pero al máximo”.

Cruces

El día anterior, el sector de la CGT denominado “los gordos” pidió al gobierno que intervenga ante Moyano para lograr mayor participación en el reparto de poder sindical. El jefe de la CGT aludió en particular a Luis Barrionuevo (de los gastronómicos, quien está fuera de la central oficial) y Armando Cavalieri (mercantiles) y advirtió: “¿Qué me vienen a hablar estos muchachos?, ya están detenidos en el tiempo, ya fueron”.

“Es fácil trabajar de duro cuando un gobierno utiliza fondos de todos los argentinos para pagarles el sueldo a los camioneros, ya es hora de que Moyano sincere su organización y la pase a la planta permanente del Estado”, fue la irónica réplica de Barrionuevo, titular de la disidente CGT-Azul y Blanca.

En un comunicado, el gastronómico acusó también a Moyano y al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, de “ponerles techo” a los sueldos y de avalar las estadísticas del Indec.