Ciencia en Tucumán

Estudian “nanohilos” para detectar células cancerígenas

Científicos de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y del Conicet desarrollan hilos minúsculos con un sinfín de aplicaciones. Los investigadores buscan nanoestructuras que, entre otros usos, permitan generar fuentes de energía eficaces.

Estudian “nanohilos” para detectar células cancerígenas

Con los nanohilos se espera obtener una nueva generación de celdas, más eficaces y de menor costo.

Foto: Archivo El Litoral

(C) LA GACETA - CONICET - CONICET SANTA FE - EL LITORAL

Materiales para desarrollar computadoras más veloces, celdas solares eficaces y económicas, o sensores para detectar células cancerígenas, son algunas de las innovaciones que podrían surgir de investigaciones en curso en San Miguel de Tucumán. En esa senda están cuatro docentes de la Facultad de Ciencias Exactas (FCE) de la UNT e investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) que trabajan en el desarrollo de nanohilos, los que podrían tener importantes aplicaciones tecnológicas.

Nanohilos

Se trata de hilos minúsculos, de pocos nanómetros (un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro), que en el microscopio electrónico se ven como pequeñas varillas de cristal, rectas, y que pueden ser de gran utilidad para la Informática o la Medicina. “Los nanohilos son invisibles al ojo desnudo y tienen un sinfín de aplicaciones. Según el material del que estén hechos y de sus dimensiones, pueden ser semiconductores, conductores o aislantes, o pueden emitir luz”, explica David Comedi, doctor en Física y uno de los investigadores del Conicet que estudia el tema. En la actualidad, el equipo conformado por Comedi, Mónica Tirado (quien trabaja en el Laboratorio de Propiedades Dieléctricas de la Materia), Silvia Pérez y Manuel Villafuerte (quienes se desempeñan junto a Comedi en el Laboratorio de Física del Sólido), está estudiando las propiedades y la fabricación de los nanohilos.

Aplicaciones

Uno de los proyectos en los que trabajan busca obtener nanohilos y otras estructuras nanométricas para la emisión o absorción de luz. “Esto permitiría el desarrollo de fuentes de luz eficaces; de gran utilidad para el campo de la Informática porque, como la luz produce menos calor que la energía eléctrica (al circular entre los transistores de un chip), implementar en reemplazo estas nuevas fuentes serviría para aumentar la velocidad de los procesadores”, ejemplifica el Dr. Comedi. Estos materiales también sirven para el desarrollo de celdas solares, dispositivos que absorben la luz solar y la convierten en energía eléctrica. “Actúan como baterías solares que pueden ser usadas como fuente limpia y renovable de energía eléctrica. Hasta ahora, el uso masivo de las celdas solares se ha visto limitado por su alto costo de fabricación. Con los nanohilos se espera obtener una nueva generación de celdas, más eficaces y de menor costo”, expresa. Otro proyecto que llevan adelante es el desarrollo de materiales útiles para sensores. “Cuando los nanohilos toman contacto con algo, su superficie cambia, y también, la de sus propiedades eléctricas. Esta particularidad serviría, por ejemplo, para que, al contacto con la sangre, un médico pudiera detectar anormalidades tales como células cancerígenas”, ilustra Comedi.

Una tercera línea de aplicación posible que estudia el equipo científico es el desarrollo de memorias electrónicas, como las de un celular o una cámara fotográfica digital. “Los nanohilos semiconductores pueden almacenar cargas eléctricas en su superficie. Esa característica permitiría crear una nueva tecnología para el desarrollo de memorias de altísima capacidad de almacenamiento y de diminuto volumen”, afirma.

Otras ventajas

Trabajar en esa minúscula escala (el nanómetro), destaca el entrevistado, permite producir modificaciones inéditas en las propiedades de un material. “Los materiales tienen determinadas propiedades según su estructura electrónica. Algunos pueden ser más aislantes que otros, o tener un color característico, por ejemplo. Al reducir el tamaño de un material se puede provocar una interferencia en su estructura electrónica y, por lo tanto, variar sus propiedades. Nosotros estudiamos cómo varían y cómo hacer para controlarlas de una manera útil”, especifica.

Fuentes: Diario La Gaceta (Tucumán) y Comunicación Institucional y Prensa del Conicet (Bs. As.). Seleccionó y adaptó: Lic. Enrique A. Rabe (ÁCS/Conicet Santa Fe).