Apuntes de política provincial

Espejo para no mirar

 

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La reunión en la Jefatura de Gabinete con los dirigentes agropecuarios renovó conductas conocidas del gobierno y no aportó soluciones. Una forma de actuar que no debe imitarse.

Foto: Télam

Teresa Pandolfo

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Mañana, el gobernador Hermes Binner mantendrá la primera reunión con legisladores nacionales por Santa Fe. Todo indica que la invitación tendrá la respuesta esperada por parte de los senadores y diputados ante el Congreso. Hasta la redacción de “Apuntes...”, había decisión de una asistencia completa de los legisladores del Frente Progresista, de Santa Fe Federal y se estimaba una posición parecida de los del Frente para la Victoria. Obviamente, estas dos últimas expresiones provenientes del justicialismo transmitirán sus visiones diferentes sobre los mismos temas.

Quizás los anfitriones no pensaron tener un escenario tan claro como el que les dejó la reunión entre ministros nacionales e integrantes de la Mesa de Enlace. Se confirma que el Poder Ejecutivo nacional no cambiará los cursos de acción que ha venido llevando adelante en relación con el campo y, en consecuencia, no se observan soluciones integrales para las actividades que conforman la columna vertebral de la economía santafesina.

Quien escribe esta columna no siempre ha coincidido con los dichos de Hugo Biolcati ni con algunos de sus comportamientos destemplados, pero es indudable que tiene razón cuando dice que “el diálogo debe trascender en actos, las palabras en hechos, las promesas en voluntades, las declaraciones en obligaciones y las intenciones en acciones”.

El solo hecho de sentarse a una mesa para compartir los pormenores de lo que sucede en el plano productivo, laboral y fiscal, es importante, pero no resulta suficiente. Ya no hay más margen de tiempo para engaños ni para plácemes con el fin de quedar bien con el gobierno nacional. En las reuniones de la Casa Rosada persiste la matriz del pensamiento kirchnerista, que se niega a leer el resultado de las urnas.

Esto no debería suceder en Santa Fe y la instancia que queda es la unión de voluntades en defensa de los intereses de esta provincia en el Congreso, que son los de procurar mayores récords de producción de los alimentos que el mundo está dispuesto a comprar. Este año el presupuesto nacional sumó los fondos de las AFJP, pero ¿qué pasará en el próximo ejercicio fiscal y los siguientes, de no darse un fuerte incentivo para la producción?

Dentro de este panorama se impone una profunda reforma tributaria y de las relaciones fiscales entre la Nación y las provincias.

“La unión de voluntades en las Cámaras es la conducta que nos anima”, señaló un diputado por Santa Fe Federal.

Carlos Reutemann y Jorge Obeid han conversado sobre la postura a llevar a la reunión con Binner. La agenda preparada por el gobierno santafesino excede lo que puede tratarse en una reunión y lograrse desde las Cámaras legislativas. Habrá que diferenciar lo que es posible realizar desde el Congreso. El Ejecutivo pudo rectificar rumbos y potenciar actividades pero no ha existido voluntad de concretarlo.

La reunión de mañana puede convertirse en una luz al final del túnel, si entre los legisladores del Frente Progresista y los de Santa Fe Federal se logran coincidencias básicas para temas a tratar este año en el Senado y la Cámara de Diputados.

En acuerdo con los gremios

Esta semana, el gobierno del doctor Binner y los gremios estatales -UPCN y ATE- suscribieron un acta paritaria para la administración central, que establece un régimen de concursos para el ingreso de los agentes y los ascensos. Asimismo, regula la confirmación de las subrogancias y fija formas para el pase a planta permanente de contratados, de becarios y otras modalidades de desempeño transitorio.

El acuerdo fue saludado por los gremios como un paso importante. Y en verdad lo es y esto dicho no sólo porque teóricamente se deberían terminar con el amiguismo, especialmente político, para ingresar al sector público. En la opinión de esta periodista lo que procura este acuerdo, si se aplica con amplitud de criterio, es la profesionalización de la administración. Esto significa, para el agente que decidió participar en el sector público, hacer una carrera con incentivos basados en el buen desempeño de la actividad y en la capacitación.

En los tiempos que corren, la administración pública está obligada a producir los mejores proyectos, a concretar en los hechos lo que se le reclama a la política: ver más allá de un presente continuo, analizar los escenarios con prospectiva, con visión estratégica y global e incorporando el aporte del saber científico y tecnológico.

Nos maravillamos porque otros países tienen una continuidad de políticas públicas en el tiempo más allá del cambio de signo político de sus gobernantes. Esto es posible porque en esos Estados, su burocracia está altamente profesionalizada en las distintas disciplinas.

El jueves pasado se firmó un acta. Es el primer paso y se concreta en un marco de acuerdo con la dirigencia gremial. Este primer paso sienta las bases para la solución de una serie de situaciones existentes en la trama administrativa, algunas de larga data. Luego se le deberá poner contenido y transparencia a la documentación firmada.

A lo mejor, además, el logro de los objetivos antes enumerados lleve a que no sea necesario el doble estándar que actualmente impera en el Estado santafesino: uno, el de los agentes y funcionarios de carrera y, paralelamente, una estructura de personal político traída a los cargos por el Frente Progresista.