La tercera, ¿será la vencida?

Flavia Rossi

Analista de mercados de fyo.com

Una semana atrás la expectativa del sector estaba puesta en la reunión que tendría el campo con el Gobierno el viernes por la tarde. Lejos de los pedidos de reducción de retenciones y de la revisión del rol de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca), el logro del sector agrícola se limitó a la promesa de abrir el registro de exportaciones de maíz y de trigo. Si bien, a la hora de escribir esta columna, todavía no se formalizó el nuevo acuerdo, la esencia no sería muy diferente a los dos anteriores.

Otros intentos. El primer acuerdo fue firmado en mayo, a través del cual los exportadores se comprometieron a comprar hasta un millón de toneladas de trigo disponible a cambio del permiso de exportar volumen semejante durante la campaña 2009/10.

En ese momento, las empresas aceptaron la obligación de abastecer a los molinos si lo requieren, pudiendo deshacerse de los inventarios venderlos afuera recién al momento de la próxima cosecha, cuando la demanda interna se haya satisfecho.

La medida logró levantar los precios internos por dos motivos. Uno de ellos fue que las órdenes de venta se acercaron a los FAS teóricos y el otro fue porque los exportadores compraron toda la mercadería que habían prometido. A pesar de eso, sólo se obtuvo la autorización para vender medio millón de toneladas afuera, quedando pendiente un volumen equivalente.

El segundo acuerdo se firmó a mitad de junio. En esa nueva versión, el Gobierno extendió el registro de exportación por otro millón de toneladas de trigo nuevo (que se sumó tácitamente a las 500 mil toneladas pendientes) e inauguró con un millón de toneladas el registro del maíz de la campaña 2009/10.

Con los antecedentes que ya hubo, el mercado está esperando que los hechos demuestren que se puede facilitar el comercio.