Tiempo libre en San Carlos de Bariloche

UN VIAJE A LA OTRA PATAGONIA

Tomar el tren histórico a vapor de 1912 y penetrar en el corazón de la estepa patagónica es una excursión distinta, ideal para aquellos ávidos de conocer “la otra Patagonia”

Ángel Perticará

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Luego de algo más de 18 horas y 2000 Km. de viaje, un gran cartel ubicado sobre la RN 237 nos dio la bienvenida a San Carlos de Bariloche, bajo el rezo “la ciudad patagónica que lo tiene todo”. Medito un momento el mensaje y caigo en la cuenta de la verdad que transmite.

La capital de los lagos del sur tiene una de las ofertas turísticas-recreativas más diversas y atractivas de toda la Patagonia. Tanto en invierno como en verano hay opciones para todos los gustos; la pesca deportiva de truchas y salmónidos, el turismo de aventura, playas lacustres y mucho sol, una oferta culinaria y de diversión nocturna variada y de alta calidad, arquitectura histórica y moderna, excelentes circuitos de golf, actividades culturales durante todo el año y un popurrí de tiendas y comercios que ofrecen el fruto de las habilidades de los artesanos locales, invitan al descanso, la relajación y la sorpresa.

Desandar los pasos de la historia también es posible en Bariloche. Sobre la Avda. 12 de Octubre, en el acceso este de la ciudad, solapada a la estación terminal de ómnibus, se encuentra la estación de trenes, punto de partida de las excursiones a la estepa patagónica a bordo del mítico tren a vapor del año 1912.

Sobre rieles

Ávidos de rememorar el modo de vida y de comunicación de los pioneros que llegaron hasta San Carlos de Bariloche a principios del siglo XX, en un brillante día de verano decidimos embarcarnos en esta excursión a través del tiempo.

Luego de comprar los tickets de rigor en las oficinas de la estación del ferrocarril y de tomar varias fotografías del vehículo que estábamos a punto de abordar, nos acomodamos en los rústicos y confortables asientos de madera del tren.

A la hora señalada, una cadena de chirridos nos preavisaron que la locomotora se había puesto en movimiento y con ella toda la formación. A paso lento pero sostenido y bordeando el lago Nahuel Huapi que se presentaba calmo, simulando un gran plato de aceite, fuimos abandonando el centro de la “gran ciudad patagónica” con orientación este.

Luego de familiarizarnos con el traqueteo típico del tren comenzamos a caminar entre los 5 coches de este restaurado convoy de origen inglés en busca de la mejor perspectiva para tomar fotografías. Desde el último vagón, obtuvimos una postal distinta y colorida del paisaje formado por el lago Nahuel Huapi y el arco de montañas que los custodian por el oeste.

La estepa patagónica

Unos 25 minutos de marcha nos llevó alcanzar el puente sobre el río Nirihua, puerta de entrada a la biodiversa y en gran medida ignota estepa patagónica, un bioma que flanquea a San Carlos de Bariloche por el este, mientras que el Bosque Andino Patagónico hace lo propio por el oeste, al punto que la ciudad se encuentra en el ecotono o transición entre estas dos regiones.

Aunque la Patagonia está más asociada a los paisajes cordilleranos y costeros, la estepa es la manifestación natural más extensa y característica de la región.

El bioma se extiende desde el centro de Neuquén hasta el norte de Tierra del Fuego, abarcando el centro y sur de Río Negro y casi todo el territorio de Chubut y Santa Cruz. El suelo arenoso y pedregoso, las escasas lluvias y el clima frío visten a la estepa patagónica de un paisaje dominado solo por arbustos bajos, duros y espinosos.

La inmensidad del desierto estepario y el tranco lento del tren no tardan en ensimismar a los visitantes.

Aunque por varios minutos el recorrido atraviesa un paisaje yermo, dominado por el viento, algunas ovejas y la nada; el guía de la excursión nos dice que entre tanta belleza -a priori estéril- se alojan importantes recursos energéticos como el petróleo, gas, carbón y también minerales: el hierro, el uranio y la alumita. Los intentos de múltiples compañías internacionales por explotar estos recursos a precio vil y con técnicas altamente contaminantes mantiene en vilo a las comunidades de la región.

Una vista privilegiada

Luego de bordear el río Nirihua y de advertir a lo lejos las instalaciones del aeropuerto de Bariloche y los campos de la estancia “El Cóndor”; con un agudo silbido y su chorro de vapor ascendente que el ingente viento patagónico no tardo en arrastrar por varios metros, la locomotora inglesa nos marcó el arribo a la estación Nirihua, un pequeño caserío a una hora de marcha de tren desde Bariloche desde se obtiene una vista privilegiada y “esteparia” del Cerro Catedral, el monte Tronador y el Cerro Capilla.

Luego de una breve caminata por la zona y empujados por el frío que nos inculcaba el inclemente viento patagónico que hasta logró sacudir levemente los vagones, retornamos a la formación.

Por los 30 minutos siguientes continuamos inmersos en el corazón de la estepa patagónica, sorprendiéndonos a cada instante con la soledad de su paisaje. No se ve nada, ni un gaucho, ni ovejas, ni un casco de estancia, ni una ruta, nada, solo arbustos agitados por el viento, piedras y un paisaje ondulado e inconmensurable.

recreación

Descendimos del histórico tren a vapor en la estación Perito Moreno o Los Juncos, la última de nuestro recorrido y como el viento había mermado, aprovechamos para visitar la laguna Los Juncos, mientras otros miembros de la excursión ascendían al cerro Elefante, una formación algo achatada y de poca altura que brindaba una vista excepcional del entorno estepario.

Promediando la siesta, y luego de almorzar en la confitería de la estación Perito Moreno, el silbido de la locomotora nos invitó a retomar el tren y emprender el regreso a San Carlos de Bariloche.

Cómodamente acodados sobre la ventanilla del tren, la inmensidad de la estepa y la soledad que transmite nos invitó al silencio y la abstracción al tiempo que el sonido de las centenarias ruedas del tren chocando contra los rieles trataban de contarnos, en su idioma, las historias mejores guardadas de “la otra Patagonia”.

UN VIAJE A LA OTRA PATAGONIA

En toda su expresión. El tren que fue puesto en servicio en 1912 atraviesa la envidiable naturaleza patagónica. Digno de un cuadro.

Foto: ángel perticará.

un viaje a la otra patagonia

UN VIAJE A LA OTRA PATAGONIA

Testimonio de historia nacional. El tren a vapor se encuentra próximo a cumplir 100 años de vida.

Foto: ángel perticará.

UN VIAJE A LA OTRA PATAGONIA

Agua y montaña. Vistas características de nuestra Patagonia. Foto: ángel perticará.

UN VIAJE A LA OTRA PATAGONIA

El río Nirihua es fiel testigo del paso del convoy durante todo el año.

Foto: ángel perticará.

UN VIAJE A LA OTRA PATAGONIA

Estilo inglés. Los vagones muestran en su interior la calidez de la madera.

Foto: ángel perticará.

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TREN PATAGÓNICO

La provincia de Río Negro se encuentra surcada, en sentido este-oeste por 826 Km. de vías férreas en trocha de 1,676 mts. Las mismas unen a San Carlos de Bariloche con el puerto de aguas profundas de San Antonio Este y con Viedma, capital de la Provincia, conectando además a la Patagonia con el sistema ferroviario nacional a través de la vía Viedma-Bahía Blanca-Buenos Aires. El Tren Patagónico vincula social, turística y comercialmente las diversas poblaciones cordilleranas, centrales y costeras de la provincia con una varias frecuencias semanales. www.trenpatagonico-sa.com.ar

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LA TROCHITA

Es la estrella de los trenes patagónicos. Se trata del famoso tren de trocha menor a 1 metro con locomotora a vapor. El servicio original de este tren era desde Ingeniero Jacobacci en la Provincia de Río Negro hasta Esquel en Chubut.

Actualmente realiza sólo un recorrido turístico entre la localidad de Esquel, al Oeste de Chubut, y el Puesto de Nahuel Pan, antiguamente la primera estación del trayecto. Una experiencia cautivante, única en el mundo, altamente recomendable. www.latrochita.org.ar

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EL DATO

El Tren Histórico a Vapor sale regularmente en verano e invierno. Existen 3 tipos de tarifas: turista, primera clase y reservados con precios que oscilan entre los $70 y $130 por persona. Importantes descuentos para menores de entre 4 y 12 años. trenhistoricoavapor.com.ar

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EL RECORRIDO

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TREN DEL FIN DEL MUNDO

Una clásica postal de la ciudad de Ushuaia. Es un pequeño tren turístico que parte del Camping Municipal a 8 Km. de la ciudad de Ushuaia, Tierra del Fuego. Funciona todos los días del año, recorriendo parte del Parque Nacional de Tierra del Fuego, en 2 horas y 15 min. Son 14 km. en total, ida y vuelta. Existe un bus regular de Ushuaia hasta la estación. Establecido en 1902, para trasladar los materiales en la construcción de una cárcel. En 1952 el “Tren de los Presos” deja de circular. En 1994, retoma su recorrido histórico. www.trendelfindelmundo.com.ar

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