Falta de infraestructura y recursos humanos
Crisis en el Hospital de Reconquista
Existe un problema de escasez de recursos económicos en el nosocomio y al no poder pagar mejores sueldos y frente a la presiones que significa la tarea, los médicos renuncian. Foto: Archivo El Litoral
Una seguidilla de renuncias de pediatras del hospital Central de Reconquista obligó a cerrar el sector de terapia intensiva de este servicio por falta de médicos.
Agencia Reconquista
En la mañana de este sábado el área de terapia intensiva del servicio de Pediatría del hospital Central de Reconquista continuaba cerrada a pesar de la negociación entablada en la tarde de ayer por autoridades del Nodo de Salud con los médicos renunciantes.
“El lunes se presentará un nuevo cronograma de trabajo y los pediatras deberán evaluar si aceptan o no la modalidad que plantearemos, que implica sumar más profesionales, aunque no es fácil conseguir pediatras en esta zona”, adelantó el Dr. Roberto Ceballos, director del nosocomio.
El conflicto se suscitó luego que durante esta semana una médica especialista presentara su renuncia motivando el cierre del sector de cuidados intensivos aludido. En tanto, otras áreas debieron ser trasladadas por el mal estado edilicio. “Así se hace todo muy cuesta arriba”, se lamentó Ceballos.
Ante esto, el profesional consignó a El Litoral que en un primer momento la crisis parecía generada por el atraso en la percepción de haberes de los especialistas “aunque luego pudimos darnos cuenta que no era esa la cuestión si no que en realidad se debía a un reclamo no atendido de estos doctores en los que solicitaban una disminución d el carga horaria”.
La renuncia de la Dra. Lorena Ojeda “fue la gota que rebasó el vaso”, explicó el director del hospital al portal reconquista.com.ar dado que al asumir su funciones ya había recibido la terapia intensiva pediátrica diezmada en recursos humanos por el alejamiento de otros pediatras ocurrido con antelación a su nombramiento.
El médico reseñó que existe un problema de escasez de recursos económicos. Al no poder pagar mejores sueldos y frente a “las muchas presiones” que significa la tarea, los médicos renuncian, se quejó.
En diálogo con el sitio en Internet el funcionario indicó que “no sé si estoy arrepentido de haber aceptado” la designación al frente del nosocomio “pero se me hace muy cuesta arriba. Arrepentido no estoy porque alguien tenía que tomar esto (sic) pero se me hace muy cuesta arriba, más de lo que parecía ser”, insistió.
También reconoció que esta semana debió clausurar las salas de Fonoaudiología y Psicopedagogía porque el paupérrimo estado de las mamposterías y cubiertas. “Se caían a pedazos y no voy a esperar que mate o hiera a alguien. No me quedaba otra decisión que trasladar y sacar la gente de allí porque no puedo esperar a que suceda algo malo”, explicó el profesional.
