Crece el número de ingresantes mujeres a carreras de la UTN

La Ingeniería ya dejó de ser “cosa de hombres”

De 2008 a 2009, el número de las ingresantes a las carreras de Ingeniería que se cursan en esa facultad regional aumentó casi en un 50 %. Sistemas de la Información e Ingeniería Industrial, las especialidades preferidas del sexo femenino.

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En la foto, Ing. Mariana Galcerán, Ing. Lidia Montagnini, Ing. Nélida Mamut, Ing. Marian Gabriela Molfino e Ing. Rosana Colodio.

Foto: Gentileza Prensa UTN Santa Fe

Por Silvina de la Peña

Prensa UTN Santa Fe

Cuentan las primeras egresadas que en la década del ‘60 y ‘70 no era habitual encontrar mujeres en las aulas de la UTN santafesina, donde se cursaban las carreras de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y en Construcciones. Sin embargo, en los últimos nueve años -2001 al 2009- el número de inscriptas trepó a 445. Esto significa que, en promedio, un 12 % de los ingresantes de los últimos años son mujeres. Pero el aumento más significativo se dio este año: el ingreso femenino se incrementó en casi un 50 %, según datos de la dirección académica de esa casa de estudios.

A las tres carreras iniciales se les sumaron posteriormente las de Ingeniería en Sistemas de la Información, en 1985, e Ingeniería Industrial, en 1998. Estas últimas se cuentan entre las favoritas del sexo femenino, ya que, desde 2001, en Sistemas hubo 249 inscriptas, y en Industrial, 96. Luego sigue Ingeniería Civil, que en el mismo período contó con 75 inscriptas. Más atrás vienen Mecánica y Eléctrica, con 13 y 12 inscriptas, respectivamente.

A nivel nacional, y según datos comparativos de 2000-2007 del Ministerio de Educación de la Nación, las ingenierías Informática, Industrial y Química son las que registran mayor cantidad de inscriptas femeninas.

Buen desempeño

Pese a que el porcentaje de mujeres en los últimos 9 años es sustancialmente menor al de los hombres, el buen desempeño de las estudiantes de Ingeniería ha dejado huellas. En ese período, 4 de los 10 egresados con mejores promedios son mujeres.

Entre ellas se cuentan la Ing. Civil Romina Porta -quien fue distinguida por la Academia Nacional de Ingeniería como una de las egresadas sobresalientes de la Argentina- y la Ing. en Sistemas Cecilia Puccinelli, recientemente distinguida por el Colegio de Ingenieros Especialistas con un diploma de honor por su desempeño académico.

Las otras dos egresadas que completan la lista son la Ing. Civil Ma. Fernanda Carrasco (segundo promedio de su carrera) y la Ing. Industrial Ma. Analía Rodríguez (primer promedio de su carrera).

En Eléctrica y Mecánica, algunas de las destacadas fueron sus primeras egresadas: Nélida Mamut y Rosana Colodio, respectivamente. Aunque el desafío para ellas fue otro: salir a buscar trabajo en aquellos años. Así lo revelan sus testimonios.

Ni baños ni guarderías

“En la Fiat no me tomaron porque no había guardería y yo tenía una hija”. Con estas palabras graficó Nélida Mamut el panorama laboral para las ingenieras en 1981, año en el que egresó. Luego de haberse recibido de técnica en Electromecánica en la Escuela Industrial, casarse y tener hijos, Nélida empezó a estudiar en la UTN. A pesar de tener 30 horas cátedra como docente y ser madre, hizo la carrera en 6 años. Cree que nunca pudo ejercer como técnica o ingeniera por ser mujer. Y, como si lo ocurrido en Fiat no fuese prueba suficiente, más tarde le ofrecieron un cargo de la EPE, en la localidad de Las Rosas: “Me tenía que ir a convivir a una casa con cuatro hombres. ¡No sabés las barbaridades que le dije al que me lo ofreció!”, recordó.

Rosana Colodio, la primera Ing. Mecánica egresada en el año 1983, contó que en muchas empresas no las tomaban porque no había baños para mujeres. “Cuando entré a estudiar en la UTN era la única mujer entre 45 hombres. Me decían que iba a tener muchas falencias porque carecía de formación técnica. Sin embargo, hice la carrera en 6 años y a los 23 estaba recibida. Nunca tuve problemas, excepto algunos casos de lo que ahora llaman “acoso’. Una vez, en una entrevista laboral me explicaron en qué consistía el puesto y agregaron que había que hacer algunos “trabajos extra’. Cuando pregunté cuáles eran me contestaron: “Salir de vez en cuando con el gerente’ ”.

Por su parte, Mariana Galcerán -primera egresada en Ingeniería Industrial de la facultad en 2003- expresó que, si bien en sus primeros trabajos en fábricas sintió el peso de ser mujer, ahora ya no: “Yo nací en democracia, a partir de ahí ya todo es distinto, es otra mentalidad”.

Los espacios ganados por las mujeres en el campo laboral y los cambios culturales han hecho que la Ingeniería deje de ser cosa de hombres. Ahora ya hay baños y guarderías para ellas.

 

Otros testimonios

La primera mujer que se graduó en nuestra casa de estudios fue la ingeniera en Construcciones Lidia Montagnini (egresada en 1972). Lidia integró el primer directorio del Colegio de Ingenieros y trabajó 10 años en una empresa constructora. “Cuando cerró la empresa, no pude entrar en Aguas y Energía porque buscaban un hombre -cuenta Lidia-. El puesto era para trabajar con obreros en las rutas que, al parecer, eran muy problemáticos. El señor que me entrevistó se excusó diciendo que no se había fijado que yo era mujer, ya que todos mis antecedentes eran excelentes”.

Con el correr de los años, las diferencias entre sexos en los puestos laborales se fueron atenuando. Así lo explica María Gabriela Molfino, la primera ingeniera en Sistemas de Información egresada en 1992: “Siempre ejercí sin problemas en mi profesión. En el campo laboral de Ingeniería en Sistemas el problema no está en el sexo, sino en que hay mucha gente que ejerce sin título”.