El ex de Rafaela y Huracán se hace importante cuando entra

El amor al gol en los tiempos de Cólzera

Como si fuera una cábala, el chaqueño es sinónimo de festejo en el equipo del “Turco” Alí. En Rosario puso el 2-0 y anoche metió una habilitación perfecta.

El amor al gol en los tiempos de Cólzera

Entró, abrió la cancha por las puntas y fue clave su toquecito de calidad en el aire para verlo picar a Matías Donnet al vacío. El chaqueño Cólzera pide pista para ser titular en Unión.

Foto: Pablo Aguirre

Darío Pignata

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Puede que además de terminar siendo el más gritado —del año o de la temporada de ascenso que está en pañales—, el de anoche de Ricky Acosta se convierta en el gol más lindo por toques y precisión. Es que fue un golazo, sin dudas. El valor agregado aumenta por el entorno: en el último minuto de los tres adicionados, en la última bola “real” de la noche (los tucumanos sacaron del medio y Savino que no vino lo terminó), en el primer triunfo en casa del campeonato, en los primeros 9 puntos que lo ponen en la punta y en la mayor alegría de los últimos tiempos. Por lejos, claro está.

La historia nació en los pies de un contenido Derlis Cardozo —no pasó al ataque ni la mitad de lo que lo había hecho en Rosario—, el cambio de frente recorrió unos 60 metros y encontró abierto como puntero derecho a Cólzera, quien vio picar al vacío a Matías Donnet. Así, como venía y “planchando” la bola, el ex Rafaela y Huracán habilitó al esperancino contra la raya; éste la metió al medio con un centro atrás que siempre duele y el pibito la cacheteó al gol. Técnicamente, una jugada perfecta, donde con cuatro toques, más la precisión en velocidad, Unión llegó al grito más ruidoso del año en el torneo de ascenso.

Cuando el rival se agrandaba, todos sabíamos que el “Turco” iba a poner a Cólzera. Lo que nadie esperaba, después del penal, era que pusiera al ex Rafaela y Huracán para sacar un defensor como Yacob. Ahí, Unión quedó parado con un 3-4-3 a lo Bielsa. Fue una decisión de riesgo desde el banco —lo expulsaron al goleador histórico con el buzo de DT—, porque en parte el equipo quedó ancho para atacar (dos punteros con Guerra por el medio de “9” de área) y angosto para defender al pararse con línea de tres cerca de Ojeda.

Mucho más activo que Weiner, la mayoría de las pelotas buscaba a Cólzera, parado como un puntero izquierdo. Un centro suyo, de derecha, encontró el testazo alto de Guerra. Otro desborde del chaqueño, pasado, generó dudas en Cuerdo, el arquero suplente que reemplazó al tucumano titular.

Hasta que esa última bola lo encontró, extrañamente, parado por la derecha, como consecuencia que ya Weiner no estaba en campo. Con un gran gesto técnico, en un solo movimiento, hizo dos cosas: 1) matar el pelotazo de 60 metros; 2) desviar el trayecto de la pelota y cambiar el recorrido para buscar a Matías Donnet.

Otra vez, Cólzera se hizo protagonista con incidencia positiva en el resultado a favor de Unión. Porque tuvo la intuición de verlo venir a Donnet y la precisión fue total. Como en Jujuy donde le puso el pase-gol a Weiner y como en Rosario cuando clavó el 2-0 de emboquillada ante Tiro.

Con delanteros de la casa como Márquez y Amerise en tiempos de recuperación, Cólzera la pelea desde el banco por tener un lugar entre los once titulares. El técnico eligió, desde que tiene a todos en condiciones, un tándem conformado por Weiner y Guerra para atacar. En silencio, Cólzera va pidiendo pista y permiso. Por ahora, como si fuera una cábala, el “Turco” lo pone en el banco y lo tira a la gramilla cuando lo necesita.

 

El juego de la diferencia

El “Coqui” Torres se transformó en referente de Unión en los últimos tiempos. Consultado acerca de cuál era el cambio más importante entre el fracaso del torneo anterior y este arranque espectacular, el zurdo dijo que “cambiamos la mentalidad, ahora tomamos todo con más seriedad, como tiene que ser. Tenemos mentalidad ganadora, adentro y afuera de la cancha”.

Luego, amplió el carrilero: “No hablo de jugar con seriedad, porque siempre uno va con todo a ganar. Hablo de las prácticas, los viajes, las concentraciones, las charlas. Ahora, en muchas cosas, parecemos un equipo de Primera”.