Inventos del primer mundo

Cómo producir pasto en un armario

La empresa australiana FodderSolutions comercializa módulos de cultivo hidropónicos con los que se pude producir entre 40 y 500 kilos de pastura fresca por día. Fue desarrollado hace tres años y se presentó en el 53º Congreso Mundial de Periodistas Agropecuarios.

Juan Manuel Fernández

Enviado Especial a EEUU

[email protected]

Si los productores agropecuarios tuvieran un sueño común seguramente sería alguna forma de manipular a la naturaleza. Por ejemplo, hacer llover sería un invento revolucionario por el que pagarían cualquier precio. Pero ¿podrían imaginarse la posibilidad de producir la cantidad de pasto que se les antoje, cuando ellos quieran y sin importar si llueve o sale el sol? Pues a un par de australianos no sólo se les ocurrió sino que además lo consiguieron con el desarrollo de un sistema de cultivo hidropónico capaz de generar pasto fresco cada 6 días.

Terry Colless y Flavio Raccanello son los creadores de Fodder Solutions, la empresa que fabrica unos módulos que pueden producir entre 60 y 3.000 kilos diarios de pastura sin necesidad de sembrar un campo, ni de aplicar fertilizantes o insecticidas. Sólo hay que cargar unas bandejas con semillas de cebada e introducirlas en una especie de contenedor en cuyo interior trabaja un sistema de ambiente controlado por computadora (luz, humedad y temperatura). Mediante el riego por aspersión y la luz artificial que aportan tubos fluorescentes, los granos germinan en 24 horas y antes de que se cumpla una semana se transforman en “panes de pasto” de 15 a 20 centímetros de altura y 8 kilos de peso con 18% de proteína.

El invento, que estuvo expuesto en los pasillos del 53º World Congress de IFAJ (Federación Internacional de Periodistas Agropecuarios, por sus siglas en inglés), celebrado en Fort Worth (EE.UU.), ya cuenta con 400 unidades operando en territorio australiano, más un punto de fabricación y venta en el estado de California, instalado hace apenas 2 meses.

Para todos los gustos

A los socios australianos les llevó alrededor de 10 años desarrollar el producto en base a técnicas de cultivo hidropónico y pautas de alimentación animal, hasta que pudieron colocarlo en el mercado en 2006.

Cuentan con 10 modelos estandar que utilizan entre 8 y 82 kilos de semillas y logran una producción diaria de 40 a 500 kilos de pasto. En todos los casos el ciclo dura 6 días y los módulos pueden instalarse dentro de un galpón o al aire libre, e incluso pueden trasladarse. Pero también existe la posibilidad de instalar un sistema “automático” de mayor escala, capaz de generar 3.000 kilos de alimento.

El precio varía según el tamaño del módulo, pero los representantes de la firma aseguran que con uno de u$s40.000 se pueden generar a diario 750 libras de pasto fresco (340.2 kilos). A su vez estimaron que el costo de producción es de aproximadamente 0.11 dólares australianos (u$s0.95) por kilo de pasto y no necesita más que una conexión eléctrica de 15 amperes. Para el mantenimiento sólo se requiere lavar bien las bandejas para evitar enfermedades, pero no exige el uso de productos sanitarios.

Aunque se puede usar prácticamente cualquier semilla para hacer funcionar el sistema, en la empresa determinaron que es la cebada la que aporta mayores beneficios. Tiene mejor disgestibilidad y es una buena fuente de proteína, aminoácidos, vitaminas esenciales y minerales. Además, al no estar en contacto con ningún producto químico se puede utilizar en producción orgánica.

Aseguran los fabricantes que pueden alimentarse hacienda vacuna lechera o de cría, ovejas, cabras, cerdos y caballos (sobre todo de carrera). Pero también puede destinarse al consumo humano, ya que es un excelente medio para producir brotes (de alfalfa, por ejemplo).

En bandeja. El sistema se basa en la germinación de semillas de cebada sobre placas. A los 6 días se transforman en panes de pasto de 8 kilos.

Foto: Juan Manuel Fernández

///

el dato

¿Y el agua?

Se puede utilizar agua de lluvia, de la represa o de perforación, siempre y cuando esté limpia o filtrada.

Además es extremadamente económico en el uso del recurso. El consumo de agua es mínimo: utiliza sólo 2 a 3 litros para producir 1 kilogramo de pasto, mientras que métodos de cultivo convencionales requieren alrededor de 80 litros de agua.