1.jpg

Esta foto del colegio pertenece al banco de imágenes Florián Paucke.

Un Huerto fecundo

El Colegio Nuestra Señora del Huerto de nuestra ciudad, al igual que otras instituciones del país que están dirigidas por las Hermanas Hijas de María Santísima del Huerto, está celebrando este año el 150º aniversario de la llegada de la congregación a la Argentina. Por este motivo, quiso dar a conocer a la comunidad una reseña del accionar de las hermanas, bajo la advocación de la Virgen del Huerto y siguiendo los lineamientos de su fundador, San Antonio María Gianelli.

Fue en Chiavari, Italia, -comienza el relato- donde éste, por entonces párroco de esa ciudad, sintió la necesidad de proveer de buenas maestras y directoras a las huerfanitas de un hospicio. Valiéndose de un grupo de jóvenes virtuosas y dispuestas a abandonarlo todo para consagrarse a Dios fundó el Instituto de Hijas de María Santísima del Huerto, el 12 de enero de 1829.

Este sueño hecho realidad siguió creciendo y, en 1844, Gianelli escribía a sus Hijas una carta anunciando la expansión de las Hermanas del Huerto, en donde decía que “con la pobreza por escolta y por guía os aumentaréis, y no me sorprendería si os esparcierais por todo el mundo como las Hijas de la Caridad”. En 1856, la congregación llegó a Montevideo, Uruguay, y el 10 de febrero de 1859 se instaló en Buenos Aires, en el hoy conocido Hospital Rivadavia.

En 1863, comenzó su misión en el ámbito educativo formal. El 13 de abril de ese año se fundó el Colegio Nuestra Señora del Huerto de nuestra ciudad. Fue el primero de todo el país, y luego siguieron el de Rosario y Paraná. En la actualidad, las provincias de Córdoba, Buenos Aires, Mendoza, Tucumán, Salta y Jujuy también cuentan con colegios bajo la advocación de la Virgen del Huerto, con hermanas activas.

CARIDAD Y ABNEGACIÓN

Según explica Liliana Olivello de Neder en su libro “Hijas de María Santísima del Huerto: construyendo redes al servicio del reino” (Impresos S.A., 2004), el culto de la Virgen del Huerto en nuestro país es anterior a la llegada de las hermanas, pero no se puede determinar una fecha segura.

Respecto a la instalación de las Hermanas en Argentina, menciona que, hacia 1859, al país llegaron ecos de la heroica conducta de éstas en Montevideo. Por entonces, las provincias de Buenos Aires y Córdoba solicitaron su ayuda para que se hicieran cargo de centros hospitalarios que deseaban confiarles. Ellas accedieron al pedido y en 1860, aceptaron el Hospital de Mujeres de Buenos Aires, que fue la primera obra de la congregación en nuestro país. También se ocuparon del nosocomio de mujeres, de la Casa Cuna porteña y, después, se trasladaron para asistir al Hospital San Roque en la ciudad de Córdoba.

En 1861 tuvieron la oportunidad de asistir a los heridos de la Batalla de Pavón. En aquellas circunstancias se encontraron sin los elementos indispensables, pero, a pesar de todo, improvisaron vendas deshaciendo sábanas, prepararon alimentos y proveyeron todo lo necesario para lograr la salud corporal y espiritual de muchos heridos y moribundos.

Entre 1867 y 1868, Argentina y Uruguay se vieron atacadas por el cólera y nuevamente las Hermanas atendieron a las víctimas con la misma caridad, abnegación y eficiencia que las caracterizaba.

Tres años más tarde volvieron a repetir su acción cuando la fiebre amarilla se desató en Buenos Aires. Allí tuvieron que realizar otra obra de caridad tal como lo piden las Constituciones del Instituto: además de cuidar los cuerpos y preparar las almas de los afectados para que murieran cristianamente, debieron enterrar sus cadáveres.

El tiempo transcurrió y otras provincias también recibieron a las Hijas de María Santísima del Huerto, como Entre Ríos, Catamarca, Jujuy, Salta Mendoza y Santa Fe, ofrendando sus vidas en los hospitales, asilos, manicomios, orfanatos y colegios las Hermanas del Huerto.

EN SANTA FE

Las Hermanas del Huerto llegaron a Santa Fe en 1863, llamadas por el canónigo José Amenazar y por el ciudadano José María Cullen, para fundar un colegio con el fin de “educar a las niñas santafesinas”.

El 9 de abril de 1863, las hermanas transitaron por primera vez las calles de la ciudad que tenía el nombre del propósito que las guiaba: Santa Fe. Y con esa “santa fe” se dieron a la tarea de hacerlo todo, porque todo había para hacer. Se instalaron en el mismo solar que hoy ocupan, el que -por entonces- era una antigua casa de ejercicios espirituales de los Padres Jesuitas, a quienes se la había donado el Brigadier General Estanislao López en 1833.

La comunidad religiosa de los Padres Jesuitas las ayudó en lo espiritual y en todo lo concerniente a la instalación del colegio, que comenzó a funcionar el 13 de abril de 1863 -y continúa hasta hoy- y dos días después se inauguraba otro similar en Rosario.

Este año se festeja el 150º aniversario de la llegada a la Argentina de la Congregación de las Hermanas Hijas de María Santísima del Huerto, impulsadas por San Antonio María Gianelli.

TEXTOS MARIANA RIVERA / FOTOS GENTILEZA COLEGIO DEL HUERTO Y EL LITORAL.

2.jpg

El Colegio del Huerto de nuestra ciudad es el primero que creó la orden en el país.