Nostalgias de oro y plata

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Como antes, el compromiso de la Escuela Beleno con la formación de los niños sigue vigente.

 

Los egresados de los años 1959 y 1984, que salieron de las aulas de la Escuela Beleno hacen 50 y 25 años respectivamente, volverán a encontrarse en su patio el próximo 31 de octubre.

TEXTOS ANA FAERBERGUER / FOTO Néstor GALLEGOS

“La amistad que nace en la escuela es la que perdura”. Así lo expresaba durante años el slogan que acompañaba y completaba la foto de grupo, ícono que histórica y recurrentemente se encargaba de registrar y cristalizar la huella de aquellas inéditas vivencias que se daban cita en las escuelas. Y sin lugar a dudas, esa imagen, desde los más remotos revelados blanco y negro hasta la nitidez de la cámara digital; esa postal fugaz y repentina se convertía en un recurso más, una versión del tiempo transcurrido, un permiso concreto para encarnar o plasmar de alguna manera más tangible, más perdurable, los lazos entrañables que se estrechan desde siempre en la infancia; lazos solidarios, singulares, portadores de una particular energía y una rica sinergia.

Así, y en un intento unívoco de recuperar y perpetuar esos potentes lazos, en el afán genuino del reencuentro, la escuela Pte. Beleno es uno de los tantos escenarios que recicla año tras año la convocatoria , la iniciativa que pretende reunir en el ámbito escolar, a las generaciones que egresaron de sus aulas hace 25 y 50 años. Los preparativos arrancan con prudente anticipación y comienzan a rastrearse los nombres, a intercambiarse teléfonos; surgen y se entrecruzan datos, listas interminables, anécdotas, fechas.

Se apela a la memoria,y en un legítimo deseo de evocar el pasado común, resurge la asistencia a la escuela, esta vez no es obligatoria, ni sujeta a ninguna calificación. No hay cuadro de honor ni campana que repique y anuncie el horario de entrada; sin embargo, las voluntades se juntan nuevamente, se aproximan, se fusionan en una misma meta: el regreso, el volver a transitar por los caminos recorridos itinerarios andados y desandados que hoy también dicen presente, pero hacen referencia a un presente real, un correlato en la actualidad de estas generaciones de hombres y mujeres.

Son adultos ahora quienes, atravesados por contextos políticos, sociales, personales, han crecido y proyectado diferentes realidades, han cambiado el rumbo para ese porvenir que parecía trazado con igual optimismo en el futuro de prosperidad y realizaciones que se intentaba marcar o augurar desde el colegio.

Ahora no los une el guardapolvo blanco, ni visten la actual remera con el logo de la Beleno, sin embargo, despojados de investiduras o uniformes, se vuelven a encontrar y para hacerlo, se ponen de común acuerdo la camiseta del empeño y despliegan la voluntad en el noble propósito de rescatar y homenajear el pasado, logrando así tender los puentes tan necesarios para ubicar a sus viejos compañeros.

Aunque ya no tengan de fondo el murmullo de los niños que fueron, se sienten muy parecido a entonces, con idéntico entusiasmo. Hoy por hoy el recreo es acaso una reunión informativa en la biblioteca de la escuela al término de la dura jornada, son hombres y mujeres de treinta y pico o sesenta y pico de años, con múltiples obligaciones; el trabajo, los hijos, los nietos, decenas de hombres y mujeres, unas cien o ciento veinte personas que apelan a la nostalgia, que reeditan el recuerdo y procuran una excusa para volver a la escuela. Y entonces sí, aulas adentro, eligen sumergirse en aquel paisaje tan conocido, casi familiar y tan lejano ahora.

Son los ex alumnos de una de nuestras escuelas públicas, una más de nuestras instituciones que -con cien años de historia- continua enseñando y reinventando su accionar. Uno de los tantos sitios donde se resignifica cotidianamente aquel viejo mandato sarmientino de educar y donde todo cambia y se transforma, menos el lema irrenunciable de enseñar y alimentar aquellos lazos únicos, indelegables, que nacen en la escuela y se prolongan en el tiempo, dotando a hombres y mujeres, a los alumnos, de los insumos y herramientas necesarias para crecer y formarse con autonomía, integrándose e insertándose en una sociedad que evoluciona y se transforma vertiginosamente.

El ideario sarmientino

Precisamente, y en un raconto mucho más ambicioso, remontarnos a Domingo Faustino Sarmiento es un paso obligado, ya que sin duda -y aunque lejos de sus ideales normalizadores- su consigna de orden y progreso adquiere actualmente otros matices.

Los docentes, padres y alumnos de la escuela vigente persiguen, afortunadamente, otro orden y otro progreso; aspiran quizás al desorden del trabajo y la producción creativa, a la libertad responsable, al pensamiento crítico y la evolución de cada individuo según sus propias y singulares posibilidades. Una apuesta a la diversidad pero no obstante, el anhelo también de una unidad que ya no es homogeneizar ni normalizar, sino más bien redistribuir el saber, para transmitirlo con verdaderas garantías de que la equidad de oportunidades sea la nueva premisa, pluralidad con idénticos accesos y políticas de turno que legitimen y hagan posible dichos accesos, y una educación de calidad y en cantidad para todos.

La emoción del reencuentro

Indudablemente, los egresados 1959 y 1984 que volverán a darse cita en la escuela de Saavedra 3076 el próximo 31 de octubre, vendrán renovados, animados con el espíritu de esta oportunidad tan especial, ocasión para dar piedra libre al reencuentro, y para darse refugio una vez más en este edificio que los albergó.

Será un momento de hallazgo, de emotiva recepción, y una rica y propicia manera de arraigarse otra vez a la que fuera en otros tiempos su escuela, la escuela del barrio, la escuela pública que sigue en pie aunque postergando innumerables necesidades; la escuela que abre sus puertas en idénticas condiciones que ayer, aceptando y respetando sus intereses, atenuando y capitalizando las diferencias, pero -por sobre todo-, atesorando sus más cálidos recuerdos.

Poco a poco irán apareciendo. El patio cubierto se vestirá de fiesta una vez más, la música anunciará su llegada, los testimonios harán el resto, y como contraste más apropiado, sus rostros reflejarán la emoción. Se adornarán las aulas para recibirlos, homenajearlos, cobijarlos. Sus siluetas, sus voces, ya conocidas, ligeramente nuevas , se harán presente marcando la diferencia, constituyéndose como punto de inflexión, de llegada para esta incesante búsqueda de las raíces más profundas, confirmando con certeza indiscutible que la amistad que nace en la escuela es la que perdura. Que es éste el lema sostenido, que pone el broche de oro y plata de estas bodas anunciadas y se mantiene inmutable a través de los años.

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Desde distintos lugares llegan contingentes escolares para disfrutar de un día de granja, que contempla la elaboración de pan casero.

La naturaleza a pleno

En Coronda, la Granja Educativa Aventura ofrece un amplio espacio para que los chicos disfruten de una experiencia inolvidable.

TEXTOS ALFREDO CEBALLOS / FOTOS CORRESPONSALÍA DE CORONDA.

Desde el año 2006 funciona en Coronda, tiene vida animal, naturaleza pura, huele a tiempos idos, a campo, vida al aire libre y, por supuesto, también huele a frutillas. Porque el predio está rodeado de frutillales que invitan a caminar por sus surcos aspirando su frescura e imitando la travesura de un niño para no resistir la tentación de saborearla en medio de sus quintas. El rojo fruto en vivo y en directo.

Después de soportar las graves consecuencias que dejó la inundación del 2007 en la zona de Coronda, la Granja Educativa Aventura se recupera y comienza a recibir contingentes escolares provenientes desde diversos lugares.

TODO PARA VER

¿Que encuentran fundamentalmente los niños en la granja?. Una gran variedad de animales, como pumas, monos, faisanes, carpinchos, ñandúes, zorros, patos, gansos, nutrias, burros (para que los chicos puedan montar y andar) y conejitos. Y otras especies que, por sus características y temperamento, los chicos pueden tocar, sostener y alimentar, tales como palomas, chajás, lobitos de río, tortugas de tierra y agua, etc.

En el predio, los visitantes encontrarán cómo alternar un día completo de actividades en canchas de fútbol, vóley, juegos, museo de herramientas antiguas para la labranza de la tierra, o carruajes antiguos como carretas y sulkys. Todo está distribuido en una extensión de 1500 metros cuadrados, donde también hay un quincho-comedor con capacidad para 100 comensales.

un ITINERARIO para descubrir

Las excursiones están organizadas para que los escolares conozcan primero una muy tradicional fábrica de dulces. Allí se les explica todos los procesos de elaboración y luego de visitar ese lugar, los chicos son esperados y guiados en el recorrido por la propia granja.

En todo el itinerario, los niños tienen la posibilidad de tomar contacto con los animales y -según el caso- tocarlos. También aprenden sobre su hábitat, qué comen y de dónde vienen.

“Estos son momentos muy especiales para los chicos -nos dice el responsable de la granja, Oscar Sobrevilla-, y probablemente los que más disfrutan son los niños con capacidades diferentes; ya que al tener contacto directo con los animales se enloquecen... Conocen quizás sólo perros y gatos y tal vez nunca los tocaron. Acá pueden tener en sus manos conejitos o tortugas, con el cuidado que el caso requiere”.

Quienes visiten el predio también se podrán interiorizar acerca del proceso productivo de la frutilla y participar de una experiencia sumamente novedosa para completar un día distinto: pueden ser protagonistas directos en la elaboración del pan, el mismo que comerán en un almuerzo servido en la granja y que luego también llevarán a su casa.

Por último, vale la pena destacar que la granja educativa no persigue fines de lucro.

Los responsables explicaron que se cobra un ingreso para mantenerla, incorporar más animales y mejorar la infraestructura, todo con la finalidad de que siga abierto un espacio de contacto con la naturaleza que los niños puedan disfrutar.

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más info

Joven emprendimiento

La Granja Educativa Aventura nació en agosto del año 2006, como un emprendimiento privado, en el marco del gran impulso turístico de Coronda. Sus puertas quedaron oficialmente abiertas durante un acto inaugural.

estadísticas

Desde aquel agosto y durante el resto del año fundacional pasaron 2 mil niños. Luego esa cifra se multiplicó varias veces, merced a los nuevos servicios, con más animales, paseos en jardineras y burros que incorporó la granja.

Contacto

“La granja educativa Aventura es una atracción interesante que divierte y enseña actividades rurales casi olvidadas”, dijo su titular, Oscar Sobrevilla. El teléfono para los interesados en acudir al complejo es 0342-156-125672.