Bombas sobre el castillo

Los recuerdos de la reina madre

La viuda de Jorge VI y madre de la actual reina británica, que vivió más de 100 años, cuenta en una carta de 1940 un bombardeo sobre el palacio de Buckingham durante la Segunda Guerra Mundial. La misiva se conoció poco antes de ser publicada una biografía de la antigua soberana.

Agencia EFE

Una carta escrita en 1940 por la reina madre, progenitora de Isabel II, la actual monarca británica, relata uno de los bombardeos que sufrió el palacio de Buckingham durante la Segunda Guerra Mundial, en el que no murió nadie pero hubo varios heridos.

La misiva, una de las cientos que escribió la esposa de Jorge VI durante su larga vida -nació en 1900 y murió en el 2002-, fue hecha pública hace pocos días, en vísperas de la próxima presentación de una biografía autorizada de la soberana.

Escribiendo a su suegra, la reina María, un 13 de septiembre, con papel con membrete del real castillo de Windsor, Isabel recuerda el momento en que tanto ella como su esposo oyeron descender un avión nazi y, poco después, el “grito” de una bomba que cayó en el patio interno de palacio.

“Vi una gran columna de humo y tierra que se elevaba en el aire, y entonces todos nos agachamos como un rayo en el pasillo”, afirma.

Aunque habían visto las alarmas “rojas” que se dispararon en el palacio londinense, la pareja había retrasado su descenso al refugio antiaéreo porque el rey le había pedido que le sacara una pestaña del ojo.

El ataque dejó a tres fontaneros heridos, y a la reina con un temblor en las rodillas que duró “un minuto o dos”. Después bajaron al refugio y comieron allí antes de que se levantara la alarma, recuerda la soberana.

Los periódicos de la época informaron de que habían caído cinco bombas dentro o en los alrededores de palacio.

Aunque en esa ocasión no hubo víctimas mortales, en 1941, en otro bombardeo de los nueve directos que impactaron en la residencia real, murió una persona, el policía Steve Robertson.

El bombardeo descrito en la carta dañó la capilla palaciega, que se sustituyó después del conflicto por la Galería de la Reina.

Ciudad fantasma

El mismo día del ataque los reyes se desplazaron al este de Londres, la zona que se había visto más afectada por la ofensiva nazi, y allí la soberana se sintió “como si estuviera caminando por una ciudad fantasma”.

“Todas las casas evacuadas y, sin embargo, a través de las ventanas rotas uno podía ver todas las pobres pequeñas posesiones, fotografías, camas, justo como las habían dejado. Al final de la calle había una escuela que había sido alcanzada y se derrumbó sobre las 500 personas que esperaban ser evacuadas, unas 20 continúan bajo los escombros”, escribió.

“Me afecta ver esta destrucción sin sentido. Creo que me importa más que ser bombardeada yo misma”, añade.

El período de la guerra es uno de los muchos episodios de la vida de la reina madre -título que ostenta en el Reino Unido la consorte viuda cuyo hijo o hija está reinando- que se recogen en la obra firmada por William Shawcross. El autor, que basó gran parte del libro en las cartas que Isabel escribió desde los 10 a los 100 años “con maravillosa caligrafía y jubilosa voz”.

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La reina madre murió en Londres cuando ya había cumplido 102 años. Sus recuerdos se conocerán en poco tiempo más en una biografía que ha sido autorizada por la Casa Real. Foto: Archivo El Litoral