Crimen de Humboldt

Los que mataron a Vilma no están lejos

De la Redacción de El Litoral

Casi dos meses después del crimen de Vilma Guisone, de 36 años y embarazada de cuatro meses, su pareja asegura que hay pistas suficientes para dar con los autores del hecho. “Creo que los que mataron a Vilma no eran conocidos nuestros” declaró Daniel Gerardo Infantino. El comerciante de 44 años que vivía con la víctima y juntos esperaban un hijo, aseguró que los asesinos “no están lejos, están dentro del radio de 60 km a la redonda”.

Vilma Guisone fue asesinada el 17 de julio, en su casa de la localidad de Humboldt, ubicada sobre la ruta Nº 70, retirada del casco urbano. La encontró su compañero, a las 5 de la tarde, cuando regresaba de un viaje de negocios. La joven mujer estaba en la cocina, tendida sobre un charco de sangre, y aunque la casa estaba revuelta, los investigadores pronto descartaron la hipótesis del robo.

Infantino está convencido de que “los han contratado para hacer el trabajo”, lo que despierta gran preocupación en su familia y en la comunidad toda, porque “esa gente está suelta y puede llegar a hacer otro encargue porque en éste les fue bien”.

“Estamos estacionados”

“He aportado datos muy importantes para la causa y estamos estacionados. No tuvimos ninguna respuesta positiva en la investigación de Vilma y no queremos que quede impune, en el olvido”, resumió el hombre, que junto con la anterior pareja de Guisone fueron los primeros sospechosos de haber planeado la muerte.

La noche del crimen el juez José Manuel García Porta ordenó arrestar a Infantino, que quedó libre al día siguiente. Desde entonces no volvió a ser requerido por la autoridad. Un mes atrás se reunió con el juez para conocer los avances de la investigación y la semana pasada viajó a Esperanza para hablar con la policía.

“En buena hora que me hayan investigado desde un primer momento, para que vean que dije la verdad y aporté datos” pero hasta ahora “no he tenido ninguna respuesta”, cerró el viudo.

Consultado acerca de qué podría haber llevado a alguien de su círculo íntimo a cometer semejante atrocidad, el “Chano” Infantino jura que su mujer “era una persona muy especial, que no le gustaba tener problemas”. “No había motivos para matarla. No le debía un centavo a nadie, al contrario, ella estaba reclamando un dinero para el futuro de su hija”.

Tiro en la nuca

Antes de entablar una relación con Daniel, Vilma convivió varios años con un esperancino, con el que tuvo una hija, hoy de 4 años. Romper con esa relación habría sido un tanto traumático para la pareja y como consecuencia hubo reclamos cruzados, ya sea por el patrimonio como por la tenencia y crianza del hijo en común.

La causa está todavía en manos de la División Judicial, de la Unidad Regional XI, del departamento Las Colonias. Y aunque habría elementos suficientes para profundizar ciertas sospechas, los investigadores no logran dar con los autores materiales. El arma con la cual le efectuaron los disparos mortales no fue hallada, lo mismo que el celular y la cámara de fotos sustraída de la casa.

En la vivienda había dinero en efectivo en distintas monedas, pero no se llevaron nada y llama poderosamente la atención que la mujer haya sido rematada con un tiro de gracia en la nuca.

“Parece mentira que en un pueblo como Humboldt haya ocurrido esto y que no se descubra, con los pocos habitantes que hay. Es preocupante para nosotros y el resto de la sociedad”, cerró Infantino.

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Daniel Infantino le pidió a la Policía que encuentre a los asesinos de su mujer. Foto: Néstor Gallegos

Testigo clave.

Un hombre de mediana edad cuya identidad permanece reservada le dijo al juez que escuchó una charla el día anterior a que se consumara el homicidio. Una de las personas sobre la que ahora recaen las sospechas le habría reclamado al otro: “Esta mina me tiene harto, cuándo van a hacer el trabajo”. Esa frase sería un camino posible a la verdad, pero también conduciría a un callejón sin salida y la investigación volvería al punto “0”.

/// EL DATO