Señal de ajuste

Alboroto

Roberto Maurer

[email protected]

El espectáculo apenas habría comenzado, ya que los debates relacionados con el proyecto de ley que transformará al mundo mediático comenzaron a llegar a las dependencias de la servidumbre de cada palacio. Los mayordomos, cocineras, lacayos y palafreneros, probables afectados por los cambios, sea como beneficiarios o víctimas, o alineación con sus amos, han comenzado a disputar entre sí, respondiendo a diversos señoríos. Para el público correcto, estas peleas serían penosas, en tanto que pueden resultar un motivo de diversión para el espectador insensible.

Por estos días Diego Gvirtz es uno de los personajes envuelto en una de las principales riñas. El productor que creó “Duro de domar” y “TVR” se ha convertido en una quinta columna en Canal 13 donde, desde “TVR”, practica oficialismo porno en una señal del grupo Clarín. En respuesta, el programa de los sábados es saboteado, en especial con los horarios: prácticamente, “TVR” ya empieza casi a medianoche. De ese modo, el 13 lograría deshacerse de Gvirtz antes del vencimiento de su contrato que, desde ya, no le será renovado.

Bufones

No hace mucho, Diego Gvirtz acusaba a su enemigo Mario Pergolini de ser “el bufón de los Kirchner”, es decir, antes de que Gvirtz se incorporara a la “televisión pública” con su programa “678” en el cual María Julia Oliván encabeza un panel de obsecuentes que atacan y se burlan diariamente de la oposición, los medios desfavorables y de otros periodistas, algunos de ellos decentes.

Si se le puede creer al medido Víctor Hugo Morales, los periodistas de Canal 7 cobran el triple de lo percibido por sus iguales en la televisión privada, lo que ofrece una idea acerca de dónde se origina el entusiasmo de Oliván y los suyos para detractar sin cansancio a sus colegas, quienes, según ya se dijo, en varios casos serían personas decentes, o al menos lo parecerían a la mirada cándida del público.

Antes de acusar de oficialista a Diego Gvirtz, numerosos personajes del “ambiente” solían señalarlo como ladrón, y algunos lo llevaron a la justicia, que en algún fallo dictaminó que “TVR” era un plagio de “PNP”. Reaccionando ante un ataque de Diego Gvirtz, su ex empleado Fabián Gianola revolvió el tacho de basura de su pasado como conductor de “TVR”, y entre otros residuos malolientes rescató que su popularizada frase “no te tenemos miedo” le había sido hurtada por Gvirtz, que la registró como propiedad intelectual. Por su parte, Luis Majul ha sido infatigable en sus denuncias, entre ellas la de que en “TVR” le roban imágenes sin mencionar la fuente, como un reportaje a Charly García (1).

Caballo de Troya

Nadie quisiera tener de enemigo a Jorge Rial, y Gvirtz hizo algún mérito para tenerlo en contra. Según Rial, una situación de asfixia económica (2) habría empujado a Gvirtz a convertir a “TVR” en un caballo de Troya en el corazón televisivo de Clarín.

Además de encontrar un lugar en el 7 con el programa de Oliván, existiría un negocio mayor: el proyecto de una ficción ambiciosa en coproducción del gobierno con el 9 que, como se sabe, desde que pertenece al mexicano González, el Fantasma, jamás pasó una tira argentina. Esa superficción en ese cuasicanal extranjero sería protagonizada por Pablo Echarri, que ofuscó a Rial despreciando a los galanes actuales, y que habría comenzado a confundirse con algunos de los personajes que hizo en la tele. De esta manera, del mismo modo que se estatizó el fútbol, ahora sería estatizada la telenovela (3).

Curiosamente, hace un año Diego Gvirtz declaraba que en “TVR” se había comenzado a criticar al gobierno por el desencanto que le provocó el cambio del discurso kirchnerista, y no por haber sido presionado por los dueños del canal. Pocos meses después, “TVR” dio un giro de 180º y se hizo oficialista.

La audiencia de “TVR” fue decayendo antes de estas transformaciones, derrotado en los ratings por la competencia de su gemelo “Zapping”, en Telefé a la misma hora y el mismo día. En realidad, “Zapping” (producción de Pergolini, el enemigo) copió el formato a “TVR”, que a su vez se lo había expropiado a “PNP”, con lo cual se hace difícil distinguir quien se lleva los cien años de perdón.

En cuanto al valor de las convicciones en el tembladeral de los medios farandulescos, artísticos o intelectuales, el kirchnerismo sabe que el camino más directo para ganar sus simpatías consiste en comprarlas, y con plata, se entiende.

(1) En nuestra sociedad se considera que un reportaje a Charly García es más valioso que una entrevista a Umberto Eco.

(2) El conductor de “Intrusos” utilizó la palabra “ahorcado”.

(3) De Echarri se publicaron cosas feas: se habría reunido con las autoridades de canal 9 protestando por la falta de ficciones argentinas. “Si no ponen nada, seguramente se tomarán medidas”, habría amenazado.

1.jpg

Diego Gvirtz practica desde “TVR” oficialismo porno en una señal del grupo Clarín.

Foto: Archivo El Litoral