Aportes a un cultivo que “se la banca”

El sorgo se lo tenía merecido

Una excepcional jornada relacionada a este cultivo se desarrolló en Pozo del Molle, Córdoba, a la que asistieron 600 productores y técnicos, provenientes de 13 provincias argentinas y del Uruguay.

La jornada denominada TodoSorgo tuvo lugar en el Hotel del Centro de Pozo del Molle, fue organizada por TodoAgro y contó con la participación de 20 empresas proveedoras de semillas de sorgo. En la apertura, el secretario de Agricultura de Córdoba, Héctor Fontán, indicó que “el sorgo constituye una opción muy interesante en la actual coyuntura, ya que se adapta a zonas de menor porcentaje de precipitaciones, y porque también tiene como grano y como forraje una alta calidad nutricional. Esto lo convierte en una elección segura y confiable”. Al reivindicar al sector agropecuario, dijo que “una muestra del empuje que tiene el campo, a pesar de todas las barreras, es esta gran concurrencia”,

Tras la apertura en la que también habló el representante de Maizar, Alfredo Paseyro, y el jefe del INTA Villa María, Sergio Dequino, fue el ingeniero Roberto Seiler, profesor de Agrometeorología de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Río Cuarto, quien abrió la lista de oradores principales. En coincidencia con otros expertos de las ciencias de la atmósfera, pronosticó que a raíz de la afirmación de temperaturas por encima de lo normal en las aguas del Océano Pacífico, se confirma un fenómeno Niño para Sudamérica. Por ende habrá lluvias normales para buena parte del Cono Sur, y que esas lluvias se proyectan por encima de lo normal para el litoral argentino, Uruguay, el este de Paraguay, y el sur de Brasil.

Versátil e inteligente

Posteriormente y ya en torno al cultivo, la doctora Laura Giorda, experta del INTA puntualizó que “son diversas las características que destacan al cultivo de sorgo, que sin tener el status de otros cereales constituye una alternativa necesaria”, y que “por su gran versatilidad, responde tanto a ambientes fértiles y húmedos como a ambientes marginales para otros cultivos de importancia como maíz, resistiendo condiciones extremas de temperatura y sequía dando grano y forraje en zonas áridas, subhúmedas e incluso muy calientes, que sólo el mijo perla podría tolerar”. Remarcó que el sorgo se adapta a un amplio rango de condiciones ecológicas desde el nivel del mar hasta los 3.000 metros de altura.

Laura Giorda prueba en el criadero ubicado en el INTA Manfredi más de 5.000 materiales de sorgo, y en su disertación enfatizó que “el sorgo puede crecer en distintos tipos de suelo con un rango de pH de 5,5 a 8,5 y dependiendo de la especie y cultivar presenta distintos niveles de tolerancia a alcalinidad y pobre drenaje. Las raíces de algunos genotipos de sorgo concentran importantes cantidades de azúcares, los cuales a través de distintos procesos químicos reaccionan con las sales responsables de la alcalinidad del suelo, reduciendo de esta manera su pH. Es decir que al seleccionar y desarrollar germoplasma con tolerancia a este tipo de estrés se logra una mayor productividad al mejorar el rendimiento de la planta, a la vez que se recuperan paulatinamente los suelos”, subrayó.

Al establecer una clasificación del sorgo en calidades y usos, dijo que “además de su empleo en la alimentación animal como balanceado o forraje, existe un mercado de productos especiales de sorgo en relación a su versatilidad genética como es el uso industrial en la molienda húmeda para producir amilasa, cerveza y otras bebidas alcohólicas, n-butanol, acetona y etanol; la producción de energía a partir de sorgos azucarados, la utilización de harinas de sorgo provenientes de la molienda seca en la industria de farináceos, la producción de sorgo inflado (pop sorghum ó pororó de sorgo)- que aunque incipiente, presenta interesantes perspectivas-, la industrialización del sorgo para escobas, aglomerados, papel, etc.”.

El rol de la atrazina

Otro de los principales disertantes de TodoSorgo 2009 fue el ingeniero Alberto Chessa quien planteó diferentes alternativa en el manejo del cultivo y respecto al control de malezas precisó que “si bien no existe una gran variedad de herbicidas que puedan ser utilizados en el cultivo del sorgo granífero, la atrazina es uno que permite controlar la mayoría de las malezas de hoja ancha, como asimismo las gramíneas anuales que puedan presentarse como limitantes del rendimiento en las diferentes zonas sorgueras de Argentina”.

La atrazina es un herbicida de la familia de las “triazinas”, de acción básicamente sistémica y residual. Es absorbida principalmente por las raíces y, en mucho menor medida, también por las hojas y se trata de un herbicida que está en el grupo de los “inhibidores de la fotosíntesis”

Chessa indicó que “siempre he usado a la atrazina como pre-emergente, aplicándola inmediatamente luego de la siembra, tanto en siembra convencional como en directa, aunque en esta última puede haber una dosis adicional, que es aplicada antes durante el barbecho químico”.

el sorgo constituye una opción muy interesante en la actual coyuntura, ya que se adapta a zonas de menor porcentaje de precipitaciones, y porque también tiene como grano y como forraje una alta calidad nutricional.

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“De fierro”. El sorgo se constituye en una opción segura y confiable, sostuvieron los expertos convocado en este importante evento.

Foto: Gentileza TodoAgro

Su relación con la ganadería

El hecho de que el sorgo es un cultivo más eficiente en un 30% que el maíz en el uso del agua, hace que sea correcto evaluar su uso en las estrategias productivas intensivas de carne y leche. De eso dieron testimonio, Raúl Druetta (Brinkmann-Morteros), Eduardo Cortés (San Francisco) y Rubén Brunetto (La Playosa-Pozo del Molle), tres técnicos estrechamente vinculados al cultivo, en el marco del Panel de experiencias localizadas. Quien cerró la jornada fue el Ing. Juan Luis Baudino, asesor del CREA San Guillermo, quien enfatizó que “en los actuales modelos de producción de leche, con alta carga animal y en situaciones de tasas de crecimiento del pasto muy diferentes entre la estación cálida y la fría, es imprescindible contar con algún método que permita trasladar producción forrajera de una a la otra”. Baudino destacó que en principio “fue la henificación la que permitió equilibrar la oferta forrajera, pero en la actualidad la carga es tal que los sobrantes de forraje de primavera-verano no alcanzan para cubrir el bache de otoño-invierno”.

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