Los pilotos contaron sus experiencias

La novedad y sus diferencias

La primera carrera nocturna por los puntos del TC 2000 fue accidentada, pero todos los protagonistas coincidieron en que estuvo fantástica. Hablaron de las diferencias entre girar de día y de noche.

Alejandro Galetto

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Adrenalina nocturna. Una sensación diferente en todos los protagonistas, tanto en los principales (pilotos) como en los secundarios (prensa y público). La primera carrera de noche en un circuito callejero nacional tuvo condimentos variados, aunque lo más llamativo fueron los accidentes y la cantidad de vueltas giradas bajo bandera amarilla y con el auto de seguridad.

Tras la carrera, El Litoral habló con el piloto del Multimedios, Maximiliano Baumgartner, que dejó sus sensaciones.

Satisfecho

“Me gustó mucho correr de noche”, fueron las seguras palabras de Baumgartner tras bajarse del habitáculo de su Renault Mégane II, cansado y transpirado. Luego, elogió las prestaciones de su coche: “Realmente el auto funcionó muy bien, pudimos avanzar, pero aquí tenés el inconveniente de los muros. Cualquier competidor que estuviera delante de mí, si transitaba por el medio de la pista me hacía imposible el sobrepaso. Por eso había que estar atento a que alguno cometiera un error para generar el avance en las posiciones”, advirtió.

Maxi comentó que sucesivamente tuvo adelante a “Spataro, al “Gurí’, a Tuero, y yo venía mucho más rápido que ellos, pero era complicado poder pasarlos. Tenía que esperar el momento. Las banderas amarillas también perjudicaron bastante, porque te cortan los enviones, pero igual se dio una buena carrera y estoy satisfecho”, concluyó el joven conductor, que se pegó un pequeño golpe a la salida de la curva Diario El Litoral.

Otras voces

El ganador de la competencia del sábado, Leonel Pernía, tuvo palabras elogiosas con todo lo que tiene que ver con el callejero. “Creo que es muy lindo, está muy bien iluminado. Desde adentro del auto ves a la gente sacando fotos durante todas las vueltas y eso lo hace más lindo aún. Al menos a mí me gusta”, opinó.

Por su parte, “Pechito” López subrayó que es evidente “que se ha trabajado y mejorado la seguridad. No vi gente desbordando el circuito como ocurrió el año pasado. Es uno de los callejeros más seguros que yo conozco”.

Norberto Fontana, que terminó cuarto, señaló que “fue una linda carrera, terminamos cuartos y estoy contento y agradecido. El problema es que el circuito ofrece muy pocos lugares de sobrepaso y muchas veces debió ingresar el auto de seguridad, por lo que terminó siendo una carrera muy corta”.

Martín Basso, en tanto, admitió que “no pudimos encontrar el auto ni el viernes ni el sábado, y eso nos dejó sin posibilidades de pelear adelante. Antes de la clasificación, tocamos algunas cosas y el Focus se fue para atrás, por lo que tuvimos que volver a la configuración anterior. Al menos pudimos completar la primera carrera”, se consoló.

Algo similar ocurrió con Christian Ledesma, que destacó que “fue una carrera complicada. Tuve un toque en la primera vuelta y eso me complicó un poco. Después sentí que el Chevrolet me fallaba, que no estaba al ciento por ciento. No me voy con buenas sensaciones”.

El día y la noche

Algunos de los pilotos le comentaron a El Litoral cuáles son las diferencias sustanciales entre correr de día y hacerlo por la noche.

“El inconveniente se da en las primeras vueltas, porque el auto está mucho más frío y tiene poco grip, pero una vez que pasan dos o tres giros ya es igual que durante el día. Sí es mejor adentro del habitáculo, porque hay menos temperatura en el exterior y por ende en el interior” (Maxi Baumgartner).

“El rendimiento del auto es un poquito mejor por la noche porque hay menos temperatura. Los tiempos se caen un poco durante el día por el calor, que genera mayor desgaste en cubiertas y frenos” (Emanuel Moriatis).

“En las primeras vueltas cuesta un poquito más que tome ritmo el auto, pero después, casi nada, porque la pista ya está engomada y la temperatura es buena. Tras la vuelta 6 ó 7, el auto se pone un poco más rápido” (Santiago Ventana).

“No hay gran diferencia. Las temperaturas varían un poco pero el andar del auto es bastante similar” (Norberto Fontana).

EN DETALLE

La clasificación nocturna de la Fórmula Renault fue muy accidentada. Sobre el final, un nuevo llamado de bandera amarilla terminó por convertirse en roja por la severidad del golpe y porque el tiempo de giro había concluido. El banderillero que se encontraba en el curvón previo a la recta del correo quiso guiar a los pilotos hacía boxes, pero en un momento de confusión, dos corredores terminaron ingresando a la calle de escape que termina en avenida Rivadavia. Al final fue un momento gracioso, porque la gente terminó aplaudiendo al banderillero.

/// EL DATO

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Bien santafesino. Maxi Baumgartner (que hizo una buena carrera), el público y la publicidad de El Litoral. Una síntesis del callejero local.

Foto: Pablo Aguirre.

Los golpes más duros, uno por uno

Los accidentes de Omar Martínez y Mariano Werner fueron tal vez los más espectaculares de una complicada jornada de sábado.

En la clasificación, el “Gurí” circulaba detrás de “Pechito” López, que al llegar a la chicana del cambio de manos en avenida Alem rozó los mangrullos y los corrió. El Fiat Línea del entrerriano nada pudo hacer para esquivarlos y el golpe fuerte hizo levantar su trompa. Por suerte para él y su equipo, fueron sólo daños de carrocería.

Por la tarde también, fue espectacular el accidente entre Marcelo Bugliotti y Fabricio Pezzini. “Papel” retrasó demasiado un frenaje y no pudo controlar el auto, que terminó estrellándose contra la parte trasera del Renault de Pezzini. El mismo compañero de equipo de Maxi Baumgartner explicaba que quiso virar para evitar un encontronazo con los paredones, pero que la parte trasera de su auto estaba encima de la delantera de Bugliotti y no podía controlarlo. Por suerte, no pasó a mayores y el piloto del Vitelli Team pudo ser de la partida, no así el de la Escudería Río de la Plata.

Matías Rossi no tuvo una buena jornada el sábado. Por la tarde siguió de largo en el curvón previo a la recta del correo y se pegó. Llegó bien para correr por la noche, pero en la carrera se pasó en el viraje de la cervecería e incluso una de sus cubiertas comenzó a prenderse fuego. Por suerte, no ocurrió nada de magnitud, aunque el piloto de Del Viso no pudo continuar en competencia.

Mariano Werner tuvo un golpe al salir de la curva más rápida del circuito, la del ingreso principal al Puerto, que le rompió un disco de freno. Pero de esto se dio cuenta cuando llegó a la denominada curva “Macua”, cuando no le respondieron y se pegó muy fuerte contra el paredón. Fue impactante ver a más de 10 mecánicos del equipo trabajando sobre el coche del paranaense, contrarreloj para llegar a la carrera; y lo lograron.