“PULMóN ESPIRITUAL DEL MUNDO”

Se abre el II Sínodo para África

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EFE

El Papa Benedicto XVI definió al continente africano como “pulmón” espiritual del mundo durante la misa con la que hoy abrió el II Sínodo de Obispos para África, quince años después del primero.

Desde hoy y hasta el próximo 25 de octubre, 244 prelados de todo el mundo, 197 de ellos africanos, abordarán los problemas del continente bajo el lema: “La Iglesia en África al servicio de la reconciliación, de la justicia y la paz. Vosotros sois la sal de la Tierra, vosotros sois la luz del mundo”.

En la misa celebrada hoy en la Basílica de San Pedro del Vaticano, el Pontífice aludió a uno de los “virus” que amenaza a África: el fundamentalismo religioso, mezclado con intereses políticos y económicos.

“Cuando se habla de los tesoros de África, el pensamiento va enseguida a los recursos en los que es rico su territorio y que, desafortunadamente, se han convertido, y siguen siendo, motivo de aprovechamiento, de conflictos y de corrupción”, incidió el Pontífice.

“África representa un inmenso “pulmón’ espiritual, para una humanidad que se muestra en crisis de fe y de esperanza. Pero también este “pulmón’ puede enfermarse”, añadió.

El Obispo de Roma advirtió que dos “enfermedades” amenazan en este momento al continente africano: una es ese riesgo del fundamentalismo religioso y la otra, “el materialismo práctico”, algo, según él, ya extendido en un “Primer Mundo” que “ha exportado y exporta tóxicos desechos espirituales”.

Los temas

Durante la apertura del Sínodo, en una solemne ceremonia en la que hubo espacio para cánticos religiosos africanos, Benedicto XVI dio, además, las claves de los temas que se abordarán en este segundo Sínodo de Obispos para África, que sucede al que el 10 de abril de 1994 inauguró su predecesor, el papa Juan Pablo II.

Tomando el testigo de aquel encuentro, y añadiendo una nueva “significativa” etapa de verificación y de relanzamiento de la Iglesia Católica en África, el Obispo de Roma destacó tres de los temas que se abordarán durante la asamblea de prelados.

El primero de ellos, la primacía de Dios como creador y Señor del Universo; el segundo, el matrimonio, y el tercero, los niños, aspectos fundamentales de un continente del que el Pontífice conserva un “agradecido y emocionante” recuerdo, tras su viaje a Angola y Camerún el pasado marzo.

“El matrimonio no existe fuera de la relación con Dios. La vida conyugal entre hombre y mujer, y por tanto, de la familia que deriva de ella, está inscrita en la comunión con Dios y a la luz del Nuevo Testamento se convierte en ícono del amor trinitario y sacramento de la unión de Cristo con la Iglesia”, dijo el Obispo de Roma.

Con respecto a la infancia, que constituye una parte importante de la población africana que sufre, Benedicto XVI dijo que la Iglesia Católica en ese continente manifiesta una actitud maternal hacia los más pequeños, “también cuando éstos no han nacido aún”.

“La Iglesia no ve en ellos primariamente destinatarios de ayuda, menos aún de piedad o de instrumentalización, sino personas de pleno derecho, que con su mismo modo de ser muestran la vía maestra para entrar en el reino de Dios”, incidió.

El Papa apostó por una “nueva evangelización” para África que salga de este Sínodo y que tenga en cuenta los cambios sociales de la época y el fenómeno de la globalización, con una Iglesia que pueda contribuir, en gran medida, a paliar los problemas de pobreza, injusticias, violencias y guerras y a reconciliar a grupos de etnia, lengua y religión distintas.

Durante las próximas tres semanas, los obispos, pero también expertos y oyentes, hasta conformar un total de 400 participantes, abordarán la misión de la Iglesia en un continente en el que se ha pasado de los 55 millones de católicos en 1978 a los 164 en 2007.

Catástrofes

Benedicto XVI pidió hoy la solidaridad y el apoyo de la comunidad internacional para la población afectada por catástrofes naturales en el océano Pacífico, en los países del sudeste asiático y en la isla italiana de Sicilia.

Durante su habitual rezo del Ángelus dominical, desde su balcón de San Pedro en El Vaticano, el Pontífice instó a rezar por las víctimas y por sus seres queridos, así como por aquellos que han sido evacuados de sus hogares.

“Mi pensamiento va, en este momento, a la población del Pacífico y del sudeste asiático, golpeada en los últimos días por violentas calamidades naturales: el tsunami en las Islas Samoa y Tonga; el tifón en Filipinas, que posteriormente ha afectado también Vietnam, Laos y Camboya; el devastador terremoto de Indonesia”, dijo Benedicto XVI.

/// EL DATO