Debe ser la única categoría en la que se puede dar cualquier cosa...

Eso es la “B”, Unión

En medio del campo, ante un rival cerrado y en una cancha no apta para jugar bien al fútbol, Unión se despertó en el segundo tiempo y lo empató bien. Pasó de jugar en una de las mejores canchas del país (la suya) a otra de liga regional o de tercera categoría.

Eso es la “B”, Unión

El Coqui Torres es derribado por un adversario. El volante tatengue fue el que más quiso jugar de los cuatro del mediocampo y el que mejor se adaptó a un terreno de juego anormal. Atrás del paredón, se ve un auto estacionado.

Foto: Gentileza Matías Nápoli

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

“Muchachos, esto es Merlo y ya vieron lo que es la cancha, salgan a jugar como saben y a cambiar la historia”. Palabras más o menos, fue lo que les dijo el Turco Alí, a los jugadores, cuando llegaron en el entretiempo y el equipo perdía 1 a 0 jugando mal.

La cancha y el rival no son anécdotas ni excusas. Sobre todo la cancha. No sólo por el lugar y el marco —dicho con todo respeto— más emparentado con algo amateur o de Primera C de un club (Armenio) que anhela a un crecimiento y debe transitar por este camino de a poco, sino también por las características del terreno (“pelado” en varias partes, desparejo y poco apto para la práctica normal del fútbol).

Unión terminó jugando dos tiempos diametralmente opuestos. El primero fue el de las dudas, la inoperancia para jugar, la falta de entendimiento de la cancha y del rival, más los problemas que le creó un solo jugador —Barreiro— moviéndose por todo el frente de ataque. El segundo tiempo fue el de la convicción para imponer medianamente su juego. Lo empató y casi lo gana. El resultado fue justo y la recuperación y adaptación a las circunstancias que le plantearon la cancha y el rival, llegaron a tiempo.

Son dos equipos

Unión tendrá que revisar algunas cuestiones, más allá de disfrutar con lógica y merecimientos el primer puesto que ostenta en la tabla y que bien merecido lo tiene. Uno de esos aspectos es la enorme disparidad entre los primeros y los segundos tiempos. Ya no sólo porque el equipo es capaz de ganar o empatar partidos en los minutos finales —como lo demostró al principio del torneo— sino porque es enorme la diferencia futbolística y en resultados que saca a partir de los cambios de actitud en el segundo tiempo.

La única vez que Unión fue más en el primer tiempo que en el segundo, fue el primer partido en Jujuy, cuando le ganó a Gimnasia. Que fue brillante esa vez. Pero luego, Unión necesitó de los entretiempos para rever situaciones. Basta con mirar la tabla de los primeros tiempos, contabilizando solamente los resultados que registran cada equipo al cabo de la parte inicial (estaría duodécimo) y compararla con la tabla de los segundos tiempos (está puntero) para darse cuenta de esto que a Unión le viene ocurriendo en forma seguida. Con Tiro empataba el primer tiempo y lo ganó en el segundo; con los tucumanos de San Martín, igual; con Boca Unidos también, con Ferro, ayer, y así sucesivamente en casi todos los partidos. Es notable, pero real y con alguna explicación que posiblemente se encuentre en la charla del Turco con los jugadores.

No se podía jugar bien

Unión lo empató bien al partido y casi lo gana. Fue un centro del Coqui Torres con el partido 1 a 1, que Guerra no pudo cabecear y Matías Donnet conectó entrando al área chica (¿no le hicieron penal?), pero tirando la pelota por encima del travesaño.

Está bien el resultado por los vaivenes de un Unión desparejo en el rendimiento entre un tiempo y el otro, y además por el estado del campo de juego. Porque es válido y justo decir que no se podía jugar bien en esa cancha.

Y menos frente a un rival duro, compacto, sólido, que conoce sus limitaciones y se empeña en aferrarse a lo que consigue para defenderlo. Por algo está donde está Merlo, sin tener “nombres” ni chapa ni fuerza dentro de la categoría. Se nota que nadie le regaló nada y que su virtud fue la de llevar a sus rivales al partido que más le conviene.

No se podía jugar bien pero tampoco lo intentó Unión en el primer tiempo. Perdido Matías Donnet, con imprecisiones Gonzalo Saucedo y sin pesar lo suficiente el Coqui Torres en el trámite. El único que inquietó con su movilidad y un par de desbordes en el primer tiempo, fue Ariel Cólzera. El resto estuvo incómodo, sintiendo que había dos rivales en la cancha: Deportivo Merlo y ese campo de juego poco apto para jugar a la pelota. Para colmo, Unión se encontró con un golazo en su contra (tremendo zapatazo desde 28 metros de Pajón que se clavó en el ángulo superior derecho, luego de una maniobra de distracción notable) y el 0-1 del primer tiempo no marcaba un buen indicio para el complemento.

Sin embargo, la actitud cambió y la reacción fue a tiempo en el segundo. Era cuestión de animarse. Y se hizo. Bastó que el equipo se adelantara unos metros, que apretara sobre los volantes rivales (Pajón y Fabbro complicaron en el primer tiempo) y que se decidiera a jugar al fútbol. Apareció en escena Matías Donnet, ligeramente volcado al medio como un enganche, y Unión empezó a arrimarse al arco de Armani. Vino el gol (buena jugada de pelota quieta: centro de Donnet, cabezazo de Guerra que no contuvo el arquero y definición de Renzo Vera para asegurar) y a partir de allí, Unión quiso más que Merlo. Lo pudo ganar, es cierto, pero lo más justo fue lo que pasó: que empataran.

Cosas de la categoría

La B Nacional no es igual a Primera, hay diferencias estructurales. Y ayer, el partido que se planteó ni siquiera fue de B Nacional. Estuvo más cercano a un típico partido de B Metropolitana (por el marco, por la cancha y por el juego) que a otra cosa. Y Unión no está preparado para eso, no propone eso, se siente más a gusto en otro tipo de partidos, mejor jugados, en campos normales y con rivales que salgan a plantear esquemas abiertos. A veces juega muy bien (como ante Gimnasia de Jujuy) y a veces no tan bien (como el primer tiempo contra Boca Unidos o algunos pasajes ante los tucumanos). Pero está claro que Unión se siente a gusto cuando más exigencias le plantea el adversario.

Éstas son las cosas que tiene la categoría. Se puede jugar en una cancha estupenda y que es la envidia hasta de clubes de Primera (como la de Unión) o en un campo de juego de liga regional o de tercera o cuarta categoría, como la de Armenio. Y se puede enfrentar a equipos abiertos al extremo y con jugadores de buen pie, o ante equipos cerrados a ultranza y dispuestos a hacer el “negocio” (Deportivo Merlo).

Frente a esto se debe estar preparado de alguna manera. Unión falló en el primer tiempo, no se sintió cómodo con el partido, con el rival y con la cancha. Cambió en el segundo y empató bien. Mantuvo la punta y sigue dando la imagen de equipo sólido, capaz de revertir situaciones adversas. No es poco.

Pérez y Rosales.

Hay dos jugadores que todavía no han podido jugar en este equipo. Uno de ellos es “Tarrito” Pérez, quien practica normalmente y en cualquier momento estará a disposición del Turco Alí. En ese puesto está jugando Zurbriggen, mientras que Yacob recién cumplió la segunda fecha de suspensión y le restan dos más (volverá en el partido ante Atlético de Rafaela). Paulo Rosales también está recuperado y se espera que Alí lo vea en las mejores condiciones para incluirlo, al menos en el banco de relevos. De todos modos, el Turco no ha jugado con enganche en ninguno de los partidos, al menos desde el arranque. Uno que podrá volver es Matías Arrúa, que ayer cumplió la sanción de una fecha.

/// EL DATO

/// SÍNTESIS

Deportivo Merlo 1

Unión 1

Cancha: Deportivo Armenio (local Deportivo Merlo).

Árbitro: Guillermo Rietti.

Deportivo Merlo: Armani; Méndez, Pérez, Delgado y Almada; Fabbro, Melián, García y Pajón; Aldave y Barreiro. A.S.: Jaime. Estuvieron en el banco: León, Pogonza y De Santis. D.T.: Felipe De la Riva.

Unión: Ojeda; Zurbriggen, Vera, Correa y Cardozo; Donnet, Calgaro, Saucedo y Jorge Torres; Cólzera y Guerra. A.S.: Caprio. Estuvieron en el banco: Barisone, Rodrigo Acosta y Ricardo Acosta. D.T.: Fernando Alí.

Goles: en el primer tiempo, a los 21 min Pajón (DM). En el segundo tiempo, a los 26 min Vera (U).

Cambios: en el segundo tiempo, a los 15 min Ferro (DM) por Méndez; a los 27 min Weiner (U) por Cólzera; a los 30 min Jonathan Torres (DM) por Barreiro; a los 36 min Seccafien (DM) por Fabbro; a los 43 min Alexis Fernández (U) por Calgaro y a los 45 min Pagés (U) por Jorge Torres.

Amonestados: en Unión, Correa, Saucedo y Calgaro.

1

gol de Vera

Fue el que marcó ayer en la cancha de Armenio. Lleva 157 partidos y fue su primer grito, más allá de que hubo confusión porque muchos pensaron que la pelota entró cuando Armani manoteó el cabezazo de Guerra, antes de que intervenga Vera.