Tenía cien años

Murió Claude Lévi-Strauss, uno de

los grandes pensadores del siglo XX

Notable intelectual y pionero de la antropología moderna, fue sepultado en Borgoña antes de conocerse la noticia de su fallecimiento. El presidente Nicolás Sarkozy dijo de él que “llevó a lo más alto la reputación de las ciencias humanas y sociales francesas”. Ninguna de las expresiones de la cultura le fue ajena.

 

Javier Albisu

Agencia EFE

El francés Claude Lévi-Strauss, uno de los pensadores más importantes del siglo XX y pionero de la antropología moderna, falleció el sábado último a la edad de cien años, aunque la noticia de su muerte no se hizo pública hasta ayer.

Con la desaparición de Lévi-Strauss, el mundo del razonamiento ha perdido a un notable intelectual, cuyos restos descansan ya en la localidad de Lignerolles, en la Borgoña francesa, donde el sabio centenario fue enterrado antes de que hoy se divulgase la noticia de su defunción.

“Un gran sabio, siempre abierto al mundo” y “uno de los más grandes etnólogos de todos los tiempos”, que “llevó a lo más alto la reputación de las ciencias humanas y sociales francesas”, dijo de él el presidente francés, Nicolas Sarkozy, al conocer la noticia.

Al homenaje presidencial se sumó el de la diplomacia y, en su nombre, el ministro galo de Exteriores, Bernard Kouchner, se refirió al antropólogo como a “un visionario”, para el que “la investigación científica ha estado siempre marcada por una gran exigencia moral”.

Hijo de un judío agnóstico, Lévi-Strauss nació en Bruselas en 1908 y fue en 1955 cuando publicó “Tristes Trópicos”, una narración melancólica y autobiográfica de sus viajes, que sería el origen de la corriente estructuralista.

“Odio los viajes y a los exploradores. Y aquí me dispongo a relatar mis expediciones”, comienza el célebre libro de Lévi-Strauss quien, fiel a sí mismo, se terminaría convirtiendo en un investigador de biblioteca, desde donde elaboraría una serie de obras que lo llevaron a ser el gran maestro de la antropología moderna.

El académico francés, que había cursado estudios de Derecho y Filosofía en la Universidad de la Sorbona, abandonó la docencia en esta última disciplina, gracias a una invitación del etnólogo Marcel Mauss, para ingresar en el recién creado departamento de etnografía.

De esa forma, el hombre que terminaría ejerciendo una influencia decisiva en la filosofía, la sociología, la historia y la teoría de la literatura, se interesó por la antropología.

Y sería precisamente esa materia la que le concedería un “lugar preminente entre los investigadores del siglo XX”, explicaba a EFE el profesor de Antropología Social de la Universidad Complutense de Madrid, Rafael Díaz Maderuelo, con motivo del centenario del pensador.

La antropología le llevó como profesor visitante a la universidad brasileña de SÆo Paulo, de 1935 a 1939, estancia que le posibilitó llevar a cabo trabajos de campo en el Estado amazónico de Mato Grosso y en la Amazonia, donde estudió a los bororo, los nambikwara y los tupi-kawahib.

“Me encontraba en un estado de excitación intelectual intensa. Sentía que revivía las aventuras de los primeros viajeros del siglo XVI. Por mi cuenta, descubría el Nuevo Mundo. Todo me parecía fabuloso, los paisajes, los animales, las plantas...”, escribía Lévi-Strauss.

Sus aportes

El creador de obras como “El pensamiento salvaje” o “Mitologías”, era hijo intelectual de Émile Durkheim y de Mauss. Estaba interesado por la obra de Karl Marx, por el psicoanálisis de Sigmund Freud, la lingüística de Ferdinand Saussure y Roman Jakobson, el formalismo de Vladimir Propp y un largo etcétera, además de ser un apasionado de la música, la geología, la botánica y la astronomía.

Las aportaciones más decisivas de su trabajo se pueden resumir en tres grandes temas: la teoría de la alianza, los procesos mentales del conocimiento humano y la estructura de los mitos.

La teoría de la alianza defiende que el parentesco tiene más que ver con la alianza entre dos familias por matrimonio respectivo entre sus miembros que con la ascendencia de un antepasado común.

Para Lévi-Strauss, no existe una diferencia significativa entre el pensamiento primitivo y el civilizado, pues la mente humana organiza el conocimiento en parejas binarias y opuestas, que se organizan de acuerdo con la lógica, y tanto el mito como la ciencia están estructurados por pares de opuestos relacionados lógicamente.

Comparten, por lo tanto, la misma estructura, sólo que aplicada a diferentes cosas, explicaba Díaz Maderuelo.

Respecto de los mitos, el intelectual sostiene, desde la reflexión sobre el tabú del incesto, que el impulso sexual puede ser regulado gracias a la cultura porque el hombre piensa antes de tener relaciones, por lo que pierde su naturaleza animal y se convierte en un ser cultural.

La obra de Lévi-Strauss ha influenciado tanto a filósofos como Paul Michel Foucault o Louis Althusser, a psicoanalistas como Jacques Lacan, a semiólogos como Roland Barthes o a lingüistas como Émile Benveniste.

Murió Claude Lévi-Strauss, uno de  los grandes pensadores del siglo XX

Claude Lévi-Strauss y su esposa Monique en su casa de París. La experiencia americana -estuvo durante 5 años en Brasil- lo marcó para toda su vida y tuvo una notable influencia en toda su obra.

Foto: Agencia AFP