Ejemplo virtuoso

DR. ATILIO DAVID SCHWEIZER

“El 29 de octubre, y en oportunidad de ir a cobrar mi jubilación, perdí mi cartera, con dinero, tarjetas de crédito y documentación personal. Apenas llegué a casa, mi esposa me comunicó que una persona había llamado para decir que había encontrado mi billetera. Se trata de la Sra. Patricia Bonazola, empleada administrativa de la Clínica de Nefrología, quien no sólo me devolvió todas mis pertenencias, sino que se negó a recibir compensación alguna. Creo que es dable destacar esta recta conducta, este ejemplo virtuoso de honestidad cabal, lamentablemente escaso en nuestro tiempo, y que me enorgullezco de poner en conocimiento de nuestra sociedad, junto a mi emocionado agradecimiento a la señora Patricia”.

Animales de la calle II

ADRIÁN

“Quiero quejarme por la nota sobre el perro de la calle que atacó ferozmente a dos niños cerca del Predio Ferial Municipal, especialmente por su conclusión, muy limitada. Cualquier persona habrá de entender que los perros de la calle no están deambulando famélicos porque quieren, sino porque vivimos en una sociedad poco responsable que abandona a sus mascotas. Si bien se está teniendo un control de natalidad, la castración aún no es suficiente. El periodista que escribió la nota más bien debería hacer un pedido de concientización a la sociedad y no limitarse a un simple “los perros de la calle son malos’. También debería asesorarse con un veterinario, ya que un animal no ataca repentinamente sin un motivo aparente, sino porque se siente amenazado de alguna forma”.

Transmisión de valores

MARCELA DE Bº MAYORAZ

“Con respecto a los boliches, creo que la principal causa del descontrol que hay es la falta de transmisión de valores de padres a hijos; hay muchos padres que se desentienden de sus hijos y/o no saben conversar o abordar situaciones importantes con ellos. Creo que por más medidas que se tomen desde el gobierno, la situación se revertirá con un cambio en el seno familiar y en el ejercicio de los roles correspondientes de los padres. Los progenitores son los que “marcan la cancha’ y fijan los límites; y los jóvenes piden a gritos que les pongan límites, aunque creamos lo contrario. Los valores y su puesta en práctica son elementales para la convivencia en todas las situaciones de la vida”.

Contemos la verdad

LIDIA

“Contemos la verdadera historia de la época de la dictadura, que fue una guerra interna entre represores y terroristas. Dentro de estos grupos no hubo víctimas, fueron tan culpables los unos como los otros. Hubo asesinos de un lado como del otro. Pero las verdaderas víctimas fueron aquellos que no estaban a favor de ninguno de los dos bandos, y los niños que por alguna razón se encontraban en medio de ellos (tanto de un lado como del otro amenazaban con apropiarse o matarlos si era necesario). Contemos de una vez por todas que tanto los militares como los hijos de las señoras de pañuelos blancos lucharon por la misma causa: el poder político. ¿Por qué pensar que pesan más las muertes de personas uniformadas que las de personas civiles, si ante Dios y el mundo somos todos iguales? Si queremos enseñar a nuestros nietos la verdadera historia, empecemos ahora, porque a nuestros hijos no les decimos la verdad”.

Protección para los choferes

SANDRA

“Me siento muy apenada por lo sucedido con los choferes de la Línea 2. A la Municipalidad le pido que cuide a todos los choferes, máxime a los que deben ingresar a barrios con mala fama, como el nuestro, San Lorenzo. Quiero aclarar que aquí también hay mucha gente trabajadora: enfermeras, administrativas, domésticas, que necesitamos del servicio de transporte. Demasiados meses debimos caminar más de 10 cuadras para ir a trabajar quienes vivimos a la altura del 4700. Si bien reanudaron el servicio, pido que lo resguarden para que no sea blanco de hechos delictivos nuevamente. Y lo mismo en todas las líneas”.

Olores nauseabundos

AZUCENA

“El 27/10 dieron una charla sobre la contaminación que produce el relleno sanitario. Parece importar poco o nada si autorizan o no el otro lugar para tirar la basura; pero nosotros por el olor a podrido y las moscas que hay tenemos que vivir encerrados. Mientras tanto, quieren prorrogar por un año más su traslado. Le agradezco a El Litoral que me publique este mensaje. Es realmente imposible vivir aquí por el olor nauseabundo, todos los días, magnificado por el calor. La pudrición no se va ni con toneladas de tierra encima; además es una montaña de 300 m de basura, imposible de cubrir. Desgraciadamente vivimos a pocos metros de esa mugre y hace 10 años que la aguantamos. Ningún funcionario nos solucionó este terrible problema”.

Por el paro de maestros

UN DOCENTE

“Le contesto a Teresita, que opina que el paro docente es una vergüenza. ¿Sabe lo que gana un docente?, ¿sabe lo que es estar al frente de un aula todos los días con 30 alumnos?, ¿sabe las horas que pasa un docente en su casa planificando, corrigiendo, etc. sin cobrar horas extras? Y para comparar: ¿sabe lo que cobra y hace un empleado público? Ganan hasta más del doble que un docente, que tiene años de estudio. Así que, por favor: en lugar de estar en contra de los docentes, apóyelos en esta lucha, que la educación es lo único que puede llevar adelante a este país. Gracias al diario”.

Basta de Maradona

CÉSAR

“Leí en el suplemento deportivo de la edición del 30 de octubre dos interesantes notas, con diversos enfoques sobre Diego Maradona. Felicito a sus autores, pero quiero expresar mi opinión, que es además la de cuanta persona me cruzo por la calle, en mi trabajo, etc: Maradona nos tiene hartos a todos; a nadie le interesa lo que diga o deje de decir, lo que haga con sus millones o las danzas que dance con el poder de turno. Basta de Maradona, por favor... Gracias”.

Niñas en la calle

MIRIAN

“Hace unos días, por la mañana temprano, a las 6.30, cuando iba en el colectivo por calle San Jerónimo, sentí una profunda tristeza e impotencia, hasta las lágrimas, cuando vi en una vereda a tres niñas, muy pequeñas, durmiendo abrazadas. Evidentemente la noche las había sorprendido en la calle. ¡Qué terrible situación, con tantos peligros y malvados dando vueltas! Preguntarse por sus padres, no sé si vale la pena; pero alguien debe hacerse cargo, alguna autoridad. ¿Dónde está el gobierno para asistir a esos menores? ¡Cuánto dolor y desazón me causó esa imagen y realidad descarnada!”.