Los Trebolares, la otra cara de una escuela rural

Cuando el valor de educar no sabe

de distancias en un inhóspito paraje

La escuela primaria Nº 1096 Domingo Faustino Sarmiento de jornada completa funciona en el distrito Huanqueros, departamento San Cristóbal desde hace medio siglo. Tiene un albergue para 21 alumnos y muchas falencias.

Cuando el valor de educar no sabe de distancias en un inhóspito paraje

Precariedad absoluta. Diariamente los 26 alumnos de la zona cruzan este puente armado con rieles y cubierto con postes de quebracho, evidenciándose no sólo una situación altamente peligrosa, sino una lamentable realidad.

Foto: Gentileza Jorge Arta

 

César Benítez-Jorge Arta

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No era un aniversario más, ni tampoco otro acto escolar rutinario. Todo estaba preparado para festejar a lo grande en aquel paraje denominado Los Trebolares, a 80 km de Huanqueros, donde una gran parte de la comunidad rural del distrito homónimo en el departamento San Cristóbal se dio cita para evocar los 50 años de la creación de la escuela albergue Nº 1096 Domingo Faustino Sarmiento.

Se contó con la presencia de la supervisora seccional Prof. Mabel Berti de Beltramino, del senador provincial Felipe Michlig, del presidente comunal de Huanqueros, Armando Sasia; y en representación del intendente de San Cristóbal lo hizo el secretario de Servicios Públicos, José Pandevene y el coordinador de Escuelas Rurales, Prof. Pedro Oggero.

La ceremonia evocó la historia, rindió homenaje a los que pasaron por la escuela y mostró la realidad de hoy en un paraje de bellas características físicas pero alejado de las grandes poblaciones, donde la labor diaria constituye un desafío permanente.

En cuanto a su directora Carina Mugna, estuvo acompañada de las docentes Griselda Rodríguez y Melina Roccha, quienes fueron las anfitrionas de la jornada. La convocatoria se completó con homenajes a los ex directores y donantes del predio donde funciona la escuela y las palabras que mostraron todas el reconocimiento a la labor desarrollada durante medio siglo.

Entre ellas, la ex directora Estela Moll rememoró la historia educativa, e hizo lo propio la actual directora Carina Mugna, quien reflejó la realidad escolar y el compromiso por educar y crecer, alentando a los niños de esta parte del departamento a mantener su vínculo para poder crecer culturalmente. “Agradezco la presencia y el apoyo recibido”, señaló emocionada.

El compromiso de Michlig

Por otra parte el senador provincial Felipe Michlig, destacó su compromiso público de contribuir con esta pequeña escuela en todas las gestiones necesarias para dar solución a las carencias del establecimiento y lograr la construcción del puente por donde pasan niños y adultos para llegar a la escuela.

En tanto la supervisora seccional, valoró la tarea docente desarrollada aquí, marcando el esfuerzo y dedicación para sustentar la enseñanza, destacando los valores y la vigencia escolar en esta primera mitad de siglo.

Tal vez el símbolo más crudo de ese duro sacrificio es el cruce cotidiano de los chicos de un puente que une a una orilla con la otra del Salado, límite interjurisdiccional de dos departamentos: San Cristóbal y Vera, que utilizan los bajitos para llegar a la añorada escuela.

La estructura montada sobre algunos rieles y cubierto con algunos postes de quebracho, evidencian un paso no sólo precario sino también altamente peligroso, que marca una lamentable realidad.

También las autoridades, encabezadas por Michlig, manifestaron su preocupación e interés por conocer este lugar y se trasladaron poco después de concluida la ceremonia hasta el lugar, distante unos doscientos metros del establecimiento educativo.

Precisamente, el legislador presentó un proyecto de comunicación en la Cámara Alta propiciando la ejecución de mejoras en la escuela primaria de jornada completa con albergue en el paraje Los Trebolares consistente en la ampliación del albergue para niños y niñas, refacción y ampliación del comedor escolar; refacción de los sanitarios para varones y mujeres.

Más adelante, pide se solicita arbitren “las medidas necesarias para lograr su reequipamiento en mobiliario para garantizar el cumplimiento de las actividades en forma normal”.

Sin caminos

Llegar al establecimiento educativo no es tarea sencilla ya que prácticamente no hay caminos y la zona es de difícil acceso. Asisten 26 alumnos del lugar de los cuales 21 permanecen en el albergue durante la semana -5 del departamento San Cristóbal, en el lado donde se encuentra enclavada la escuela y 21 del departamento Vera, al otro lado del río Salado-.

La estructura actual de la escuela adolece de las comodidades necesarias para dar cobijo a esa cantidad de niños, a los que deben sumarse 3 docentes y 1 portero, ya que los dormitorios con que cuenta resultan de dimensiones escasas y su permanencia se lleva adelante sin las comodidades mínimas.

A modo de ejemplo en el proyecto del legislador Felipe Michlig, se destaca que “de los 21 niños, 2 hermanitos duermen en una cama; 3 niños lo hacen en un depósito acondicionado como dormitorio, siendo que este espacio no fue concebido para tal fin, y el resto descansa en un espacio de aproximadamente 16 metros cuadrados en 8 cuchetas”.

En términos generales la infraestructura del albergue es similar a una casa habitación grande donde deben convivir 30 personas para lo cual los ambientes, sus espacios y funcionalidad no son los apropiados.

Los sanitarios deben ser refaccionados y acondicionados en función del número de personas que los utilizan como así también el comedor escolar acompañado de un reequipamiento de mobiliario para el albergue y la escuela.

“Resulta necesario abordar con urgencia este problema y dar solución concreta con el sólo objeto de garantizar condiciones apropiadas para el alojamiento de los niños, docentes y no docentes que concurren a este establecimiento educativo”, explica en los fundamentos el legislador.


Cuando el valor de educar no sabe de distancias en un inhóspito paraje

En un paisaje de bellas características pero alejado de los centros urbanos se desarrolló el emotivo acto escolar.

Foto: Gentileza Jorge Arta

Entre tranqueras y alambrados

Los niños provenientes del departamento Vera deben cruzar por una pasarela del tipo “puente inca” que se encuentra en muy mal estado con el consecuente riesgo para los chicos y mayores que lo cruzan.

El emplazamiento de la precaria estructura está a 300 metros del edificio escolar, siendo que los niños deben dejar sus medios de movilidad en la cabecera del improvisado paso, cruzar y luego caminar esa distancia abriendo tranqueras y pasando por alambrados ya que sólo allí existe una servidumbre de tránsito con un camino muy primitivo.

Este nexo entre ambas márgenes del Salado genera enormes riesgos no sólo por su inestabilidad sino por el avanzado deterioro que causa preocupación entre los padres y docentes pues temen que en cualquier momento ocurra algún accidente o fatalidad que lamentar.

Por lo tanto, resulta de urgencia abordar este problema y dar concreta y rápida solución a esta cuestión “con la construcción de una nueva pasarela con una estructura de hormigón acorde a las necesidades y normas de seguridad para peatones -la gran mayoría de entre 6 y 13 años- en el cruce del río que en épocas de crecida se presenta peligroso por el caudal de su cauce”, señala el proyecto de comunicación del legislador Michlig.

/// UBICACIÓN

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