Represión ilegal

“Entraron los militares y

fue un atropello total”

El ex jefe de la disuelta División Robos y Hurtos de la policía local declaró como testigo en el juicio por delitos de lesa humanidad. Vinculó al “Pollo” Colombini y el “Curro” Ramos con la “patota”.

De la Redacción de El Litoral

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El ex comisario Avelino Eugenio Cantelli, quien trabajó al frente de la División Robos y Hurtos de la policía de Santa Fe durante la última dictadura militar, declaró hoy en el juicio a represores. Acusó a sus camaradas Héctor Colombini y Eduardo Ramos de haber integrado la “patota” durante aquel período, y denunció el robo del que eran víctimas las familias de los detenidos durante los procedimientos militares.

El Tribunal Oral Federal, que integran los jueces Roberto Manuel López Arango, Andrea Alberto de Creus y Carlos Damián Renna, recibió esta mañana al viejo policía, conocido en otra época por haber trabajado en el robo de las joyas de la Basílica; y por haber estado veinte meses preso por el homicidio del empresario Elio Omar Moreyra, causa en la que quedó sobreseído de culpa y cargo.

Cantelli, a quien se lo conoce por sus apodos de “Don Coco”, el “Conejo” o el “Marinero” -se vestía de blanco y andaba siempre con sus perros Rambo y Hunter- fue propuesto como testigo por la fiscalía y por la querella de Patricia Traba para el juicio.

“Delincuentes comunes”

Durante la audiencia de hoy, reconoció que “se vivía al borde de la muerte” durante la década de 1970, y dijo que “tengo que agradecer a Dios que no explotó la bomba”, con referencia a un artefacto explosivo que descubrió en su casa luego de una escaramuza con un militar.

“También me quisieron secuestrar”, dijo; pero de eso lo alertó un policía y el mentado secuestro quedó en nada.

Entró a la fuerza con 21 años de edad y estuvo 25 a cargo de Robos y Hurtos, donde tuvo que lidiar con los militares.

“Entraron los militares y fue un atropello total”, afirmó Cantelli, que los acusó de que “eran una banda de delincuentes comunes”. “Le robaban a la gente, eran delincuentes”, insistió.

Dijo que había orden de llevarse los botines, pero que no quiso participar: “A mí nadie me obligaba a hacer las cosas, ni policías ni militares”. “Me aparté de ese sistema y me jubilé en la Policía”, indicó el testigo. Recordó un episodio en que un mayor del Ejército le ofreció que se llevara un televisor, por entonces un objeto muy preciado, pero que no lo aceptó y que se separó de las actividades que hacían los militares.

Con la “patota”

Cantelli dejó en claro que con su apartamiento de las tareas de los militares sufrió represalias pero no lo echaron de la fuerza, sino que se jubiló como policía.

Por su parte, el abogado de la querella Guillermo Munne, le preguntó con insistencia si sabía de algún policía que había desaparecido y dijo que no conocía ningún caso. Lo mismo cuando le preguntaron por nombres de los mayores de Ejército y jefes policiales de entonces, no supo decir sus nombres.

Con su testimonio, Cantelli comprometió a dos de los seis imputados que esta mañana no estaban presentes en la sala de audiencia, el “Pollo” Colombini y al “Curro” Ramos. “Teníamos órdenes de los jefes policiales de acompañar en los procedimientos militares”, manifestó.

Dijo que la “patota” que integraban el “Lolo” Hauque -figuraba como personal civil de Inteligencia- y el coronel Nicolás Correa -fallecido en 2007- trabajaba con Colombini y Ramos.

El resto de los imputados en la causa es el ex juez federal Víctor Hermes Brusa, y los ex policías Mario José Facino, Juan Calixto Perizzotti y María Eva Aebi.

“Entraron los militares y  fue un atropello total”

Avelino Cantelli declaró hoy frente al TOF por la causa Brusa y acusó a los militares de entonces de ser “una banda de ladrones”.

Foto: Archivo El Litoral

Una década atrás

El periodista de El Litoral, Rogelio Alaniz, entrevistó hace más de una década al ex policía Avelino Cantelli, que ya en aquella época contó que “un día viene un capitán a buscarme a Robos y Hurtos para hacer un procedimiento. Cuando estábamos cruzando la plaza, el militar me dice que por un parte del Ministerio de Guerra estábamos autorizados a quedarnos con el botín de las casas allanadas. Mi respuesta fue la siguiente: a la subversión la combato, no le robo... y lo dejé plantado... Al otro día me metieron una bomba en mi casa. Qué quiere que le diga de los militares, hay algunos que son buenos, pero la mayoría no sirve para nada”.

En la misma nota cuestionó al ex gobernador Jorge Obeid, cuyo nombre volvió a sonar hoy en la sala de audiencias. “No lo entiendo”, respondió Cantelli cuando le preguntó qué opinaba de él.

“Lo tiene a Berhardt de ladero y a Correa; los dos fueron represores y Correa fue jefe de Inteligencia en los tiempos de los militares”, le reprochó.

También declaró que los subversivos “eran unos delincuentes” y que “Colombini es un pobre infeliz que no sirve para nada”.

Al mediodía.

Al cierre de esta edición declaraban el ex secretario del juzgado federal, Luis Rodolfo de Aguirre, y el sumariante, Ciriaco Nuñez. Ambos propuestos por la defensa de Víctor Brusa para que expliquen sobre el funcionamiento del lugar de trabajo.

/// LA CLAVE

En la morgue.

En primer término declaró como testigo José Luis Saavedra, quien fuera empleado de la morgue del ex Hospital Piloto -actual Cullen-. El testigo ofrecido por la fiscalía dijo que la morgue del hospital la manejaban los militares. Afirmó que hasta allí llegaban los cuerpos de los procedimiento y que en una ocasión se encontró con una mujer con el rostro destrozado por lo que sería una explosión.

/// EL DATO