Tras la exhibición en Newell’s Old Boys

Increíble: apretaron a Del Potro

Redacción El Litoral

Una noticia de características inverosímiles se conoció ayer. El miércoles, tras el partido exhibición que jugó Juan Martín Del Potro, un grupo de barrabravas de Newell’s Old Boys se metió en el vestuario del jugador y le exigieron “algo” para llevarse como recuerdo.

Concluido el acontecimiento, se acercaron al camarín de los jugadores y pidieron hablar con el número 5 del mundo. Según se confirmó en la versión on line del diario rosarino La Capital, el encuentro se produjo en el interior de los cambiadores, donde los indeseables sujetos le pidieron muy sueltos de cuerpo “una raqueta, una remera...” o lo que “considere necesario”.

Para salir del mal trago, Del Potro les entregó una remera, mientras se encontraba en total estado de indefensión y con los guardias afuera. Algunas fuentes afirmaron que alguien de la organización apeló a su propia billetera para darles dinero y así despejar la zona cuanto antes. Cuando esto ocurrió, Juan Martín Del Potro se despachó: “Acá no vengo más”.

Zona liberada

Según se puede leer en el periódico rosarino, el presidente de la institución rojinegra, Guillermo Lorente, se acercó a los principales organizadores para pedir disculpas en nombre del club, algo que obviamente no fue más que un formalismo vacío de contenido.

Sobre el hecho se tejieron muchas versiones, pero lo que está confirmado es que la barrabrava leprosa pudo tener acceso a Del Potro en los vestuarios, una zona que se encuentra absolutamente vedada al público, lo que deja en claro la impunidad con la que se movió parte de este grupo en las instalaciones del club, que ya no dirige Eduardo López, sobre quien recaían las culpas de todas las cosas malas que pasaban en el ámbito de la entidad. Asimismo, se pudo saber que la seguridad del show estaba a cargo de los mismos organizadores, y en ese sentido “también se falló”.