En una cochera céntrica

Hallan auto robado en un secuestro

José Luis Pagés

La Justicia ordenó la incautación de un automóvil marca Peugeot 307 con chapa patente GCF 372. El vehículo localizado en una cochera de calle Corrientes al 2600 había sido sustraído en el marco de un secuestro extorsivo atribuido a una banda cuyo presunto cabecilla fue detenido en su domicilio de calle Balcarce al 1500, _pleno corazón del barrio Candioti Sur_, a comienzos del pasado mes de noviembre.

El Peugeot, propiedad del comerciante Jorge Saccone, habría sido transferido a nombre de un joven, un tal Rodrigo o Daniel, hijo de Mario Bardina, el individuo capturado por los agentes de las Tropas de Operaciones Especiales apenas el empresario Salvador Boscarino denunció que fue secuestrado y obligado, con el filo de un estile en la garganta, a firmar documentos y papelería de negocios.

Los agentes que allanaron la casa de Bardina, lugar donde Boscarino fue obligado a ceder sus bienes bajo amenaza de muerte, encontraron _en el marco de esa investigación_, papelería de negocios y documentos de Jorge Saccone, quien con anterioridad había denunciado en la comisaría de Sauce Viejo el despojo de todos sus bienes.

En la trampa

Así como Boscarino fue atraído hacia una engañosa trampa _alguien lo esperaba en la casa de Bardina para comprarle materiales de construcción _, Saccone había corrido idéntica suerte poco tiempo antes, cuando una mujer que lo invitó a una fiesta familiar terminó entregándolo a la banda en su propia casa de Santo Tomé.

El procedimiento practicado ahora por personal de Sustracción Automotores, obedeció a una orden del Juzgado de Instrucción 8ª Nominación. Los agentes se constituyeron en la cochera ubicada en Corrientes 2651 y allí entrevistaron a Daniel Bardina antes de secuestrar el automóvil Peugeot 307 de Jorge Saccone, quien denunció el ilícito del que fue víctima el 20 de octubre.

Saccone no sólo perdió el auto a manos de los mafiosos que lo atormentaron mediante golpes y amenazas, también perdió todos los bienes que poseía, tanto en su casa de familia como en su local comercial.

Desde principios de noviembre, apenas las TOE comenzaron a investigar el secuestro denunciado por Boscarino, fueron detenidas y actualmente se hallan a disposición de la Justicia tres personas.

Mario Bardina, presunto líder de la gavilla, y otros dos hombres que lo habrían secundado en la maniobras ilícitas que le atribuyen, dos sujetos apellidados Santangello _un ex guadiacárcel que cuidó de Bardina en prisión y renunció al cargo para hacer otro tanto con él en libertad_ y un tal Lotenz Moreyra, que habría trabajado en la comuna de San José del Rincón.

Bardina pasó una temporada en la cárcel de Coronda con motivo de algunas armas que tenía en su poder, armas para las cuales no contaba con autorización alguna. Estas fueron incautadas por los agentes de la URI que investigaban quién y en qué circunstancias mató a puñaladas Valeria Caggiano, su ex esposa. El alevoso crimen perpetrado un año atrás en una cochera del barrio Sur, permanece impune.