Preso por un crimen

Un padre pide revisar

la condena de su hijo

Denunció a un abogado de haberlo engañado y dio los nombres de los supuestos autores del homicidio por el que condenaron a su hijo. También cargó contra un jefe de Policía, que le había pedido “arreglar”.

De la Redacción de El Litoral

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“Por temor a las represalias, hasta el momento me mantuve en silencio, pero ante todo está la inocencia de mi hijo” escribió Ricardo Gudiño en una denuncia presentada en fiscalía el año pasado. El 13 de agosto de 2003 asesinaron a un joven de 24 años en el barrio Estanislao López, en el norte de la ciudad. Por ese crimen condenaron a prisión perpetua a Julio Gudiño, por lo que hoy su padre reclama su inocencia.

Según el relato de su padre, aquel 13 de agosto de 2003 a las 4.30 de la madrugada, él y su señora se despertaron sobresaltados “creyendo que me estaban robando el carro o los caballos”.

Asomados a la ventana dicen haber visto a un tal “Nani” o “Tuerto” y a su hermano “Kino”, que pasaron en una chata de un eje tirada por un caballo por calle La Pampa -frente a su casa- y que tomaron por Cafferata al sur, con dirección al tanque del agua que está entre Hugo Wast y La Pampa. Luego escucharon un disparo de escopeta y observaron que el carro volvió a pasar en sentido contrario.

Ricardo Gudiño cuenta que junto con un vecino se encontraron con un cadáver “irreconocible”, y cuando regresó a su casa la policía se llevaba a sus hijos por el homicidio de Fernando Daniel Santa Cruz, de 24 años.

Desde entonces Julio Gudiño está preso, condenado a prisión perpetua por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.

Por la reapertura

“Al finado lo conocíamos de vista, pero nunca tuvimos trato alguno”, aseguró Gudiño en un escrito que presentó ante Fiscalía, el 29 de diciembre de 2008.

Un año después, el denunciante recurrió a los medios para pedir nuevamente que se investiguen las causas por las cuales su hijo Julio se encuentra detenido desde hace ya seis años.

Acusó al entonces jefe de la comisaría 7a. del barrio Yapeyú, que según dijo, le pidió “arreglar” para que su hijo recuperara la libertad; y mencionó a un conocido abogado penalista de la ciudad, sobre quien asegura, se aprovechó de su ignorancia, porque los verdaderos homicidas también eran sus clientes, y por lo tanto “no podía hacer nada”.

El caso estuvo en manos de otros abogados penalistas del foro local. Al menos tres de ellos intervinieron en distintas etapas del proceso, e incluso en un momento en que no podían costear los honorarios recurrieron al defensor oficial.

Además de las declaraciones suya y de su esposa, Gudiño ofreció a la Justicia la versión del padre de la víctima, quien en su momento habría reconocido las desavenencias entre Santa Cruz y los hermanos “Nani” y “Kino”. También se refirió a la versión ofrecida por una vecina, testigo del dramático episodio, que jamás fue llamada a declarar.

Un padre pide revisar  la condena de su hijo

Los padres del reo estuvieron en 2003 en El Litoral, clamando por su inocencia.

Foto:guillermo di salvatore

Caso Contreras

Una vez más, Ramona Contreras, madre de un joven asesinado a escopetazos en el 2002, reclamó ante la Justicia para que se investigue el caso. Hace dos años, junto con su compañero Juan Carlos Márquez, vienen reclamando la reapertura de la causa, pero hasta el momento no hubo responsables.

La presentación ante la Fiscalía General la hicieron las abogadas Ariana Quiroga y Martha Feijoó, de la Oficina de Asistencia a la Víctima del Centro de Acceso a la Justicia y Asistencia Judicial.

Mediante un escrito solicitando medidas, las profesionales cuestionaron una “manipulación con consecuencias objetables desde el punto de vista procesal” por considerar que se llamó a testimoniar a quienes para la familia de la víctima eran a todas luces los encubridores del crimen.

Pablo Emanuel Contreras fue asesinado el 28 de noviembre de 2002 en Colastiné Norte. En su momento, la familia denunció ante el Juzgado de Instrucción Segunda a un grupo de vecinos, entre los que había hombres, mujeres y adolescentes, varios de ellos arrestados o detenidos durante algunos días. El 24 de diciembre de 2002 se dicta la “falta de mérito” para el único acusado detenido, que fue sobreseído en abril de 2003. El expediente se archivó y volvió a abrirse en noviembre de 2007 -hace dos años- a pedido de la familia.