Ganados y carnes

El novillo, bajo presión

A partir de la menor reposición, iniciada en setiembre, los feedlots ya ofrecen una menor cantidad de hacienda liviana. Por el lado de los exportadores, la ausencia de novillos pesados ha llevado a frigoríficos a encerrar 180 mil cabezas para su terminación.

 

Ignacio Iriarte/FyO

Si bien una parte de la reducción actual de la oferta ganadera puede adjudicarse a las lluvias continuas y generalizadas en gran parte del país, debe decirse que la caída en la faena esperada desde hace meses para diciembre ya está entre nosotros.

Hay algo menos de ganado de feedlot. Se comienza a sentir ahora la falta de reposición que se dio a partir de la segunda quincena de setiembre, cuando se empezó a advertir que la suspensión del pago de los subsidios iba para largo.

En cuanto al resto de las categorías han coincidido las lluvias, que en muchas zonas permiten reiniciar después de meses el engorde a pasto, con un agotamiento natural de la oferta de novillos, cuya venta forzada y anticipada fue evidente durante todo el desarrollo de la seca.

Hoy hay menos vacas, por razones estacionales, y hay mucho menos novillos pesados, cuya oferta ha caído drásticamente en los últimos 10 días. En todos los casos puede haber un efecto lluvias y alguna retención a la espera de la distribución definitiva de la Hilton; pero es evidente que toda una camada de novillos pesados se ha agotado y no existe perspectiva de que la oferta de esta categoría se recupere por meses, y quizás por años. Si consideramos que en una gran parte del país todavía no ha llovido y que en otra gran parte las lluvias son recientes, la situación forrajera no ha cambiado.

Puede estimarse entonces que a medida de que las lluvias se generalizan y la situación de los campos tiende a mejorar, favorecidos por la estación, la oferta de vacas y novillos por varios meses tenderá a caer y no a repuntar.

Faltante

Los exportadores, que se ven venir un faltante fuerte de novillos pesados justo para cuando se distribuya la Hilton, han vuelto a encerrar masivamente en feedlots propios o de hotelería, hasta totalizar hoy unos 180 mil novillos en los corrales.

La salida masiva de las islas ha permitido a los exportadores hacerse de muchos lotes de novillitos recriados; pero esos novillos que hoy se encierran son los que hubieran salido dentro de cuatro o cinco meses para cumplir con la Hilton.

El nuevo repunte del Paraná aporta otra vez novillos para la faena actual, al costo de sacar de la producción por muchos meses una de las pocas zonas que produce un buen volumen de novillo pesado con papeles.

En este contexto, hasta puede parecer razonable suponer que el Gobierno no distribuye la Hilton porque teme que los frigoríficos salgan masivamente a cumplir el cupo. Y que al presionar sobre una oferta de novillos muy baja se produzcan nuevas e importantes subas en el precio del pesado.

Ya, a esta altura, y dado el atraso en la distribución del cupo, parece cada vez más probable que no se llegue a cumplir la cuota 2009/2010: va a ser muy difícil producir y embarcar 4500-5000 toneladas mensuales a partir de febrero con la baja oferta de novillos pesados que se espera, aún cumpliendo con siete cortes. Pierde el productor, pierde el fisco, pierde la industria, pierde el país.

Torpeza

En cuanto a la vaca, ya se advierte una demanda para repoblar. Hoy tenemos entre 3,0 y 3,5 millones de vacas menos que hace tres años, y a medida que la situación climática y forrajera mejore, la vaca se convertirá en la categoría estrella. Demandada no sólo para madre, sino también para invernar o para exportación que estará exacerbada por la falta de novillos.

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Todo menos. Hoy hay menos vacas, por razones estacionales, y hay mucho menos novillos pesados, cuya oferta ha caído drásticamente en los últimos 10 días.

Foto: Amancio alem